lunes, 31 de diciembre de 2007

Año 2007.

Año 2007


Poco queda de un 2007 que languidece dejándonos unas últimas horas frías y nerviosas. Es el año en que nos dejó Amatxu, es por lo tanto un año que nunca podré olvidar, si es que he llegado a olvidar alguno, éste de una manera muy especial.

Entenderéis quienes hasta aquí habéis llegado que el hueco vacío que deja una madre al marcharse es demasiado grande para ser llenado de palabras, aún. Y que no abrí este blog para contar penas, siquiera alegrías. Pretendía mostrar mí realidad, o la realidad a través de mis sentidos, hoy heridos.

Así que no me cabe sino desear auténtica Paz y verdadera Felicidad a todos los seres del planeta y sobre todo a la especie humana para que aprenda a amar también a la Madre Tierra, sin quien, desde luego, no somos nada.

viernes, 21 de diciembre de 2007

Justicia Social


Tal vez muchos de los pocos que pasáis por este blog penséis que mis siguientes palabras no son sino una utopía. Quiero recordar que las utopías, por propia definición, son inalcanzables en el momento de su formulación, así que si algo es imposible, es imposible, pero si es utópico es imposible hoy y mañana a saber.
También hay quien confunde las utopías con los sueños y así tiene utopías eróticas; pero ese es otro cantar.

Contemporáneamente es relativamente fácil ver a famosos mostrarse solidarios con diferentes O.N.G.s, participar en partidos pro-cualquiermotivo, o en distintos eventos sociales recaudatorios y no seré yo quien pida un control y seguimiento de ciertos dineros. Entendamos que todo eso está muy bien. Entendamos también que no sirve para nada y que no por ello hemos de pedir que desaparezcan los maratones televisivos o los eventos navideños; son épocas en que los afortunados se acuerdan de aquellos que les convierten en tales, pues sin los desafortunados y los pobres no existirían los ricos, igual que los guapos deben a los feos mucho, muchísimo y debieran darles gracias por existir y permitir las odiosas comparaciones.

Así divagando concluí que para conseguir la tan aclamada y enterrada Justicia Social: luchar contra las enfermedades, el hambre, las guerras, en definitiva, contra el odio, no basta con que algunos deportistas y famosetes cuiden sus honradas imágenes públicas consolando algunas conciencias; en ello estaremos de acuerdo. La clave del éxito de tan nobles reivindicaciones sería impedir por ley universal que cualquier persona pueda acumular en sí, junto a sí o sobre sí, mayor patrimonio que el previamente establecido, redistribuyendo así la riqueza que nos proporciona el planeta tierra, que muchos de los acaudalados se empeñan en destrozar.
Los liberales y capitalistas puros dirán que ello atenta contra la libertad del individuo. Libertad para forrarse a costa del prójimo, añado. ¿por qué no podemos entender que en el mundo podemos sobrevivir sin un puñado de millonarios?

Sé que estas palabras atentan contra la lógica económica pero ilógicas no son. Me explico: si un jugador del Real Madrid gana mil millones de las antiguas al año, habría que reducirle el nivel de ingresos hasta el máximo pactado por ley. Seguramente la empresa de colonias o champú que le paga otro millón de los de ahora por poner su jeta junto al nombre de la marca correspondiente, gastaría menos en publicidad y se vendiera más barata, y así con todo lo que consumimos. ¿Se imagina usted a un empresario que deba vender más barato porque no pueda ganar más de equis dineros, dejando de vivir obsesionado con los beneficios empresariales que si algo son, son beneficios personales, pues que uno sepa las empresas ni se montan en los yates, ni conducen coches lujosos, ni viajan en avión privado?
La propia esencia del capitalismo, la existencia de innumerables intermediarios, el afán de riqueza de todos que todos aceptamos son el auténtico motor de la inflación no interna, sino mundial y de la desigualdad social.

Una medida de tal calado -utópica, sí, de acuerdo-, acarrearía, por ejemplo, la desaparición paulatina de los artículos de lujo que tan poco necesita el alma humana, o acabaría con “esa ética” que hace cotidianamente normal que un médico de los de turnos de 24 horas vea como su hijo se desvive por conseguir el autógrafo de un millonario deportista, sin saber que los auténticos héroes son los que le han mecido cada noche desde que nació, uno de los cuales salva vidas a diario.

Pero por desgracia la Justicia Social, y Universal, es un profundo sueño en fase REM, no una utopía.

jueves, 20 de diciembre de 2007

Muerte y vida vs políticas.

Amatxu ya no está, físicamente, entre nosotros. Ha sido, es y será un duro golpe con el que hay que aprender a (con)vivir, dejando que siga viva en el corazón de cada uno de los que la amamos y amaremos; como en los de aita, sus tres hijos, sus dos nietos, y el de algunas personas más.

Después de unos días para olvidar y cuando aún cuesta creer que hacer como siempre, o lo de siempre, es más difícil con ella vigilando desde el corazón propio (no sé porqué pero creo que ahora vive razonablemente más cerca de la totalidad de la existencia), vuelvo al blog y veo que mi último post fue un pésame por la muerte de músico. Así. Y punto.

Intentando volver a pisar el suelo, más bien para ayudarme a ello, Susana se preocupó de grabar, entre otros, el programa 59 segundos del miércoles día 12 de diciembre, ese en el que la invitada era Esperanza Agirre –así en vasco, pero sólo por vacilar, señorisísima de la pluralidad y la moralidad; adalid del Partido Popular.

Una semana después le he dado al “play”.

Será aún por el dolor, no culpemos de ello a la esperanza, pero he sido incapaz de ver, si quiera, la mitad de ese debate estéril -ciertamente lo es, con el que cada miércoles noche me entretenía. Con el corazón rasgado y el recuerdo de polémicos diálogos con Amatxu, que cada día era más vasca, más radical y más pacífica, pese a su enfermedad, o precisamente por ello, no lo sé, era imposible concentrarse en ideas que digería como cafres e irrelevantes.

Cafres, como empecé a ver a todos los tertulianos, extirpe cada vez más peligrosa, por cierto. Cada uno usando su verdad y así todos lejos de la verdad, como los políticos, casi todos, de mentira. Gracias a los escuetos 59 segundos sólo rayan rallar. Olvidan dialogar hasta los que defienden la mágica palabra: Diálogo. En cambio debaten muy bien; como debate y estéril son palabras que casan a menudo, hacen honra a dichos vocablos y nunca llegan a buen puerto, ni lo pretenden.

Irrelevantes sus palabras para un corazón hoy más pesado. Que ya está dicho.

Seguiré con este blog y estas líneas inspirado en nuestra nueva humanidad.

lunes, 3 de diciembre de 2007

Adios a Daniel Zamora

Hoy me he enterado de la muerte de Daniel Zamora, bajista de Los Rodríguez, o el quinto Rodríguez como algunos le daban por llamar -no sé si le gustaba; me perdonará. Como miembro de una de las mejores bandas de rock que ha dado la lengua castellana (de entre cinco era el único ibérico), y no sólo por tocar sobre el escenario acompañado de semejantes fierecillas argentinas antes miles de amantes de la vida, lo bueno y el rock, sino, y seguramente, por el resto de horas que vivieron juntos, se supo un tipo afortunado.

Julián vividor, ya no estás solo.
Y vosotros Andrés, Germán y Ariel más cerca de la inspiración.

sábado, 1 de diciembre de 2007

Políticos, algunos.

Partiendo del hecho de que no he compartido mesa de mus con ningún político profesional, entendiendo por tales a quienes cobran un sueldo por dedicarse a tan entregada profesión, me planteo asiduamente si la percepción que uno tiene de ellos responde a la verdad; porque de hecho sólo se llegan a conocer dos caras de cada cual (la de los propios y la de los ajenos) y hace ya mucho que aprendí que las opiniones es mejor tenerlas por uno mismo que dejar que otros te las fabriquen. Es más: enamorado de las primeras impresiones, a mi edad, he aprendido que éstas tampoco son de fiar, aunque sean propias.

Exceptuando un buen amigo concejal de un pueblo de esos de no más de dos mil habitantes, y al que de ningún modo considero político –y menos aún profesional (no cobra), salvo del compromiso, la honradez y la ética, como he dicho, no tengo la suerte de otros muchos que perteneciendo a los medios comparten mantel a la carta con diputados, senadores, alcaldes y demás.

Tampoco puedo afirmar que sea una suerte que ningún familiar o amigo se haya dedicado a tal fin, si quiera que no lo haya hecho yo mismo.

Lógica y realidad no son términos que casen con asiduidad, así no es de extrañar que la percepción general de la clase política no corresponda con la de partícipes de unos valores que debieran suponérseles por defecto, como los de mi amigo.

Recientemente, y dado que emplearme en este blog me ha aficionado a otros tantos de toda índole e ideología, he conocido varios que con mayor o menor asiduidad mantienen algunos diputados. Mi percepción es que pocos de ellos son actualizados por los propios dueños de sus argumentos; maliciosamente y con un guiño diré que posiblemente durante las sesiones del Congreso. Los más se limitan al copia-pega de la línea oficial, éstos seguro que desde la misma Cámara. Los hay también divertidos por variados y alejados de su quehacer diario.

Invito a quien tenga tiempo y curiosidad a navegar por la blogesfera política profesional y verá a lo que me refiero. También hará fantásticos descubrimientos y se dará cuenta de que hay quienes, desde su propio teclado, responden sus e-mails. En honor a la verdad diré que han sido una diputada y un diputado los que se molestaron y en ambos casos desde su plena sinceridad. Puede que al atender mis líneas pensaran que simplemente se trataba de cumplir con su trabajo, o no; pero reconoceré que sus palabras eran meditadas y sinceras, aceptando el tono de cercanía de las líneas con las que previamente me había dirigido a ellos. También críticas y autocríticas y así da gusto.

Ninguno de los dos tiene más de cuarenta años y pertenecen a partidos políticos distintos. ¿Esperanza de una clase política futura realmente lógica y lógicamente real?

Pero me temo que este post, también, tiene truco.

viernes, 30 de noviembre de 2007

Lecciones al Partido Popular, por Pío Moa.


Vuelvo con Pío Moa a su pesar y es que el artículo al que hice referencia en mi anterior post "Huyendo hacia delante" merece por sí mismo un comentario a parte; tras leerlo con detenimiento pensé que con un copia-pega bastaría, que es lo que mayormente haré en las siguientes líneas, y aunque si bien recomiendo su lectura directa (1), me hubiera gustado más un encabezado del tipo “Lecciones al Partido Popular, por Pío Moa”. Lo tituló, en cambio “¿Condena usted el franquismo?” en alusión a una pregunta surgida con ocasión de un acto convocado por las Nuevas Generaciones y que le realizó “un periodista sinvergüenza”… y “envenenador profesional de las conciencias”, como él tiene el gusto de calificar; y callo sin otorgar porque no seré quien argumente a base de insultos o descalificaciones, sino quien democráticamente dejará que se retrate a sí mismo. Trillo sencillamente diría “manda huevos”

El artículo no tiene desperdicio, por ningún lado. Pensarán aquellos que me conocen o han llegado a leerme alguna vez que algo no me ha sentado bien. Y es que no me parece mal, sino al contrario, que personajes como él tengan acceso ilimitado a ciertos medios, sean encumbrados y se forren a base de libros y conferencias de auto-consumo. Si tras la resaca de uno de esos actos nos deleita con un artículo como el citado uno ya no cabe de gozo, figurado.

Y me gusta que desde su honradez franquista no tenga complejos en aconsejar al Partido Popular la forma de “desactivar la trampa para elefantes” que supone la pregunta: “¿condenan ustedes el franquismo?” Ha de hacerse, escribe, “con energía y despliegue de medios” y la respuesta, contundente, es: "NO CONDENO AL FRANQUISMO". Así cuando a Rajoy algún “sinvergüenza” ose preguntarle al respecto responderá:

No, porque libro a España de la guerra mundial.
No, porque libro a España de una nueva guerra civil.
No, porque salvó al país de algo mucho peor: la izquierda.
No, porque ustedes no condenan al Frente Popular.
No, porque Ibarretxe, José Ternera, Carod, Maragall, “Zapo”, etc son antifranquistas y no quiero estar unido a ellos.
–Juer como siga tirando de la lista (nota de quien suscribe).
No, porque los demás no condenan la quema de Iglesias ni el holocausto de clérigos y creyentes.
No, porque tras la devastación moral y política causada por el Frente Popular casi todo el mundo había dejado de creer en la democracia en España
.”

Y tú más.

Espero que el señor Rajoy haya tomado buena nota y sepa que a su “generación se le presenta un desafío muy grave…” y que ”es preciso responder con la máxima energía para frenar el proceso que nos lleva a la liquidación de las libertades y de la misma España. Generación miserable la que lo consintiera o se arrugase ante los perpetradores del crimen.” Generación aquella, digo, que aún suspira bajo el yugo y las flechas y que vivió plácidamente durante 40 años bajo “una dictadura autoritaria" (copiar-pegar).

Visto el ideario Moa-no si las Nuevas Generaciones siguen empeñadas en su enaltecimiento no cabe sino unirse a ellas rabiosamente, aún a riesgo de que abran los ojos y se vean aplaudiendo junto a un servidor que pertenece a “ese coro que condena al franquismo y lucha contra él cuando ya no existe”. Y digo yo que para no existir, Pío Moa, sus libros y su ideario, nos lo recuerdan bastante. ¿O no?

(1) http://www.libertaddigital.es/bitacora/piomoa/comentarios.php?id=2652

Huyendo hacia delante

Existen, por ruidosos, quienes dicen que Zapatero está dividiendo a la sociedad española por sus contactos con ETA, la venta de Navarra, el nuevo Estatuto catalán, la ley reguladora de los matrimonios entre personas del mismo sexo, la Educación para la Ciudadanía, además de por la aprobación de la Ley de Memoria Histórica. Ahí es nada. Da igual que la mitad de las premisas sean falsas, nada se ha roto, y que la otra mitad estén refrendadas por la institución que representa, según la propia constitución, a la mayoría de los ciudadanos.

En política no sirve aquello de dos no discuten si uno no quiere, basta con que a una oposición derrotada parlamentaria y electoralmente, se le ocurra la idea y después se aplique en reiterarla en intervenciones parlamentarias y en discursos o mítines de autoconsumo. Estas últimas representaciones, en cualquier caso, son propias de casi todos los partidos políticos, más aún cuanto más grandes son.

Tampoco deja de ser, la idea, una estrategia electoral. Desde el Partido Popular se dibuja una España dividida cuando lo único que realmente sucede es que las leyes, en el Parlamento, se aprueban por una mayoría cualificada de diputados. El único enfrentamiento es entre los síes y los noes, ausencias y abstenciones. La lógica y ética democrática exigen después velar por el cumplimiento de las normas aprobadas y ejercer la crítica oportuna e inteligente, no incitar a la división. Otra cosa es que la derecha ideológica haya decidido que los ciudadanos a los que creen representar deben de vivir crispados aunque la crispación real se la pasen por el forro los millones que, aunque votan, pasan olímpicamente de la política; son, sin duda, la auténtica y única mayoría y , por ende, auténtico ejemplo de democracia.

Es en este contexto en el que comenzaron a suscitarse las primeras divisiones en torno a la Ley de Memoria Histórica, que si crispa, por lo general, es a todos aquellos que podían recordar la placidez del franquismo en silencio. Reconozcamos que dicha ley, tan democrática como cualquier otra, es aprobada por el Parlamento Español, allí donde reside la soberanía, etc., etc.

Así comienza de nuevo a hablarse de Franco y el franquismo y algunos como Pío Moa, en ejercicio de su derecho a la libertad de expresión reconocen abierta y públicamente que no condenan el franquismo.

Escribe Pío Moa en un artículo al respecto (1) “mis palabras fueron aplaudidas por los asistentes al acto” y añado que éste había sido organizado por las Nuevas Generaciones del Partido Popular, ahí es nada. Con éstas se las está viendo hoy Rajoy y con éstos pretende ganar las elecciones. Él sabrá dónde se ha metido, o le han metido.


(1) http://www.libertaddigital.es/bitacora/piomoa/comentarios.php?id=2652

jueves, 29 de noviembre de 2007

Ideas vs Argumentos


Hay formas y formas, y ambas son importantes.

Soy un asiduo cliente de 59 segundos, magnífico formato de debate que la televisión pública pusiera en marcha en su día con Mamen Mendizabal como presentadora, quien tras su fichaje por La Sexta, fue suplida por una no menos elegante Ana Pastor. Chapeu para ambas que son, a mi juicio, merecedoras por igual de los múltiples elogios que viene recibiendo un programa que ha conseguido consolidarse nada más y menos que durante la legislatura más crispada de la joven democracia (sic) española y ello pese, o gracias a –las motivaciones de la audiencia son una incógnita, el boicot del Partido Popular que duró lo suyo. En cualquier caso la derecha ideológica no dejó jamás de estar representada en un debate plural y al PP no le quedó otra, como tantas y tantas veces, que rectificar; de sabios es, sí, y también electoralmente rentable.

Quiero significar que el formato, sin cotas de tiempo, en Euskadi lo veníamos disfrutando con el programa “Políticamente Incorrecto” que continúa emitiendo el segundo canal autonómico; también se diferencia en que la presencia de políticos profesionales a ambos lados de la mesa es habitual. Invitaría a todos aquellos que quieran conocer de primera mano la realidad política vasca a sintonizarlo a través de los diferentes formatos internacionales y digitales en los que emiten ya desde Etb. Encontrarán sentados en la misma mesa a dirigentes del Partido Popular y del Partido Comunista de las Tierras Vascas. Por ejemplo.

Volviendo a la Primera, los que llevamos trasnochando una vez por semana desde el mismo día del estreno hemos ido conociendo poco a poco a diversos representantes del todopoderoso Cuarto Poder. Y es que no es lo mismo leer los una vez extensos, otras encajonados, artículos de cualesquiera periodista (qué generoso estoy hoy) que escuchar y observar su comportamiento público. Un teclado proporciona tiempo de reflexión, y aún así, como a veces he criticado desde este humilde blog, los hay que tienen las teclas, de la A a la Z, amaestradas.

Ayer por ejemplo, contemplamos, algunos estupefactos, como Miguel Ángel Rodríguez, negaba a D. Bernat Soria, el científico, dos veces y a la voz en alto de “NO” cuando explicaba que para trabajar con células madres a partir de tejidos adultos era necesario aún seguir el trabajo con las células embrionarias, pues lo primero no era más que fruto de lo segundo. El ex -portavoz, erre que erre, que no y que no. Y digo yo que cuando una eminencia abre la boca algunos la cerramos. Otros se erigen sobre sus santas colinas.

Nadie olvida que Bernat Soria es el actual Ministro de Sanidad. (Aplaudo que se acaben los tiempos en que un electricista -con todo mi respeto al gremio, era Ministro de Interior; o cualesquiera otro de los múltiples ejemplos que para todos los gobiernos del estado valdría).

Volviendo a la primera frase del artículo, hay formas y formas y las dos son importantes porque nos retratan mejor que el propio realismo. Hay quienes partiendo de ideas que consideran verdades absolutas, porque sí, se explayan lo que les dejan y luego, cuando desde otras inteligencias se ofrecen argumentos interrumpen con reiteración e insistencia.

Me refiero a personajes como Isabel San Sebastián que, sin lógica argumental alguna y con semblante histriónico sostiene públicamente que la zeta es la eta (por ser breve), y que exiguiendo respeto a esa idea, después no es capaz de asumir que haya quien pueda siquiera pensar que tales afirmaciones, legalidades a parte, pueden servir para engordar a una banda terrorista por situarla en plano de igualdad con un presidente de un gobierno democrático (sic) cuando precisamente más débiles y acorralados se encuentran. Aserción, con la que se podrá estar o no de acuerdo, pero en cualquier caso argumentada.

Sin embargo para Isabel San Sebastián que sostiene que: “la mitad de la sociedad vasca es miserable y cobarde, esto lo digo yo, porque no tiene los reaños que hay que tener para denunciar el chantaje al que le tienen sometida los cuatro chulitos de barrio abertzales, incluido Setién” no se trata de un argumento sino de “una injuria intolerable e inaceptable”. Demuestre usted, le pediría, que la sociedad vasca es miserable, cobarde, y está sometida a cuatro chulos de barrio, por favor, o al menos intente convencerme de ello de manera inteligente.
Luego, como sucedió durante su paso por Antena 3, hay quien la preesenta como experta en temas relacionados con el País Vasco, así sin más, y sus ideas se convierten en dogmas de fe.

Visto lo cual deduzco, y he aprendido, que pierde más las formas quien pretende imponer una idea que quien pretende defender un “razonamiento que se emplea para probar o demostrar una proposición, o bien para convencer a alguien de aquello que se afirma o se niega” (R.A.E.).

Como fin del presente post invito a analizar las ideas y argumentos (si es que encuentran alguno) que descubrí, a raíz de lo comentado, en un blog sin desperdicio de un tal Aquiles y que, sin saberlo, ha inspirado estas líneas. Comprenderán enseguida que lo de Aquiles son formas y dogmas. Es para copiar-pegar y después enseñar en las facultades del Cuarto Poder:
http://aquiles.blogsome.com/2007/11/09/calleja-mi-se-ra-ble/

P.D.: qué estará pasando, cuando José María Calleja y un servidor, estamos de acuerdo en algo.

martes, 27 de noviembre de 2007

Ideas absurdas sobre la paz mundial.

Este post es una coña. Una coña en plenitud, en sus dos acepciones: guasa, burla disimulada (1) y una cosa molesta (2). Siempre según la R.A.E.

Sin embargo, tal vez haya quien crea que no lo es.

Ayer discutía, perdón dialogaba, con un compañero de trabajo sobre la paz mundial; o lo que políticamente se denomina terrorismo internacional. Éste, firme defensor de la ley y el orden, decía vivir amenazado por países como Corea del Norte o Irán, más aún por sus máximos dirigentes Kim Jong y Mahmud Ahmadineyad, que no son sino dos dictadores nucleares y peligrosos, en su opinión.
Lo complicado del asunto era negar la evidencia; pero como dos no discuten si uno no quiere quise tomarle un poco el pelo, del mucho que aún le queda, sin duda también por la envidia que me provocaba que desempeñando ambos el mismo trabajo, él con dos lustros más de experiencia y vida, tuviese la mitad de canas. Así que me erigí en abogado defensor no tanto de los personajes en cuestión como del miedo real de los ciudadanos y residentes en dichos países, y otros muchos, que para tanto fue dando la controversia que por coloquiable, extensa e incalificable omito.

La base de mi alegato, así en plan perito de la defensa, fue recurrir al empirismo: “lo único demostrable es que, al menos durante los últimos 35 años (que pocos más llevo vividos), quienes más civiles y militares extranjeros, así como conciudadanos han asesinado, han sido los Estados Unidos de América; basándome en ese dato afirmo que quien más peligro supone para la paz mundial, actualmente, es George W. Bush".

Y me quedé tan pancho. Él me preguntó si hablaba en serio o era una coña, a ver si al final Bush tenía también la culpa de “lo de las Torres Gemelas”.

Se me pasaron entonces por la cabeza ideas raras como que la representante de la principal asociación de víctimas del 11-S resultó ser una impostora, que no se ha juzgado ni detenido –excepción de un loco- a ningún coautor (intelectual o no), que los USA si de algo saben es de daños colaterales –ningún ejército ha asesinado a tantos conciudadanos como el yanki, que el dolor de las víctimas en la zona cero se había convertido en el negocio del dolar (centros comerciales, sedes de empresas mirando al cielo, etc.), que las popularidades de los presidentes americanos crecen el mismo día en que declaran cualquier guerra, que el concepto de paz mundial es relativo (pregúntense a un ciudadano iraquí, por ejemplo), que las responsabilidades públicas se deben exigir igual por acción que por omisión...

Tienes razón, era una coña, zanjé.

martes, 20 de noviembre de 2007

Título horrible para un homenaje. LA TELE-BASURA.

Leo sin sorpresa la siguiente noticia: ”El presunto asesino de la mujer apuñalada en Alicante quiso volver con ella en el Diario de Patricia. Ella le rechazó en el mismo programa, el pasado miércoles. Cinco días después, ella fue apuñalada y él fue detenido”.

Siendo benévolo he supuesto que los medios no habrán engordado la noticia en demasía como suele ser costumbre puesto que casos como éste resultan ya de por sí de lo más escabroso, así he sabido que el presunto homicida había sido denunciado cuatro veces por su víctima con anterioridad, siempre por malos tratos (no por sisar de las vueltas de la compra), así como otras tantas veces por el mismo motivo por una pareja anterior.

No he llegado a tener claro, dado lo confuso y contradictorio de algunas informaciones, si ésta disponía de una orden de alejamiento. En el supuesto de que así fuese, el desarrollo posterior de los acontecimientos lindaría por igual lo esperpéntico y lo criminal.

Al parecer la víctima había roto toda relación con su homicida un mes antes de los hechos. Imagino el calvario de la joven madre Svetlana durante ese mes.

Bien es cierto que habrá personas que se hayan sentido ayudadas y reconfortadas tras su paso por este programa (cuyo nombre evitaré citar) o por cualquier otro idéntico de da igual qué cadena; tal es el caso de reencuentros familiares que al parecer propician.

En aras de la buena voluntad supondremos que los protagonistas de ese tipo de historias de llantos y reconciliaciones asumen formar parte del espectáculo como un mal menor, dado el resultado final. Loable. Incluso puedo comprender que éstos no se hayan sentido utilizados, nunca. No son ellos, en cualquier caso, los que debieran de saber donde se encuentra la raya que separa lo decente de lo inmoral, el espectáculo de lo humano o lo legal de lo criminal. Los responsables son en definitiva empresarios adinerados y, en su justa medida, cualquier profesional que se preste a formar parte de semejantes dislates. Para los primeros no hay atenuante posible, para los segundos digamos que sí, si su alternativa es el paro.

Eximentes, ninguna. Basta ya de que el fin justifique los medios. Y el fin es forrarse.

Y ahí estaba Svetlana negándose públicamente a aceptar el anillo que su maltratador quería imponerle con la complicidad ingenua del público y la ayuda de Antena 3 y Patricia Gaztañaga. Se escudarán en la libertad de prensa y en la individual de cada invitado, pese a la encerrona, como siempre. Denuncio que las consecuencias no eran imprevisibles y que ayer fue Svetlana pero que bien serán y habrán sido otras muchas.

De niños intuímos rápido que los padres, por norma, son más generosos con la paga delante de los amigos que en la soledad de la cocina. Así pronto aprendemos a coaccionar aunque sea a la misma madre que parió a uno. Eso de niños. Según crecemos vamos comprendiendo sin mucho esfuerzo el cabreo de nuestros progenitores que no tratan sino de enseñarnos un poquito de ética y de respeto.

Respeto y ética que algunas cadenas se pasan por el arco del beneficio: no cabe la menor duda de que en su inmoralidad, esos viles adinerados, carecen de conciencia.

Así es que suplico en recuerdo de Svetlana, que la próxima vez que consigamos ganar la casera batalla por apoderarnos del mando de la tele, en vez de sentirnos en la gloria y antes de apretar cualquier botón, examinemos también nuestra propia conciencia.

miércoles, 14 de noviembre de 2007

Hoy me quedo en casa viendo llover.

Si hay algún lector de este blog, si quiera por error, habrá podido ver que pretende aportar la visión propia de los acontecimientos de índole político del día a día. Si hay algo que uno agradece de este tipo de blogs es que presentan con veracidad la palabra de cada cual. Los políticos usan el “nos” mayestático cuando se refieren a los que ellos creen o piensan: “Lo que queremos los catalanes…”, “los vascos hemos decidido…”, “a los españoles no nos importa...”; son 3 frases cogidas al azar de tres políticos de corte radicalmente distinto que quieren servir de ejemplo. Los blogs son el vivo ejemplo de que al usar ese lenguaje van pasados de largo, salvo electoralmente hablando.

No pretendo ponerme a su altura hasta el punto de usar su propio lenguaje, aunque sí espero mantener las formas de seriedad aparente que dan estos párrafos y huir de la txirigota y la fiesta. Para ello ya hay magníficos blogs de todo tipo de colores y humores, que usted seguro conoce y que recomiendo siga visitando.

Tampoco estoy al día. Surge la noticia (hechos), se reboza en huevo (se informa de) y después se unta vuelta y vuelta en pan rallado (se opina sobre). Es entonces cuando lo frío en la sartén. Dadas mis cualidades culinarias este proceso tarda días y así llegan los post como pasados de moda. No me importa porque en un blog que nadie lee ¿qué importa el tiempo? Normalmente me puedo enfriar para evitar escribir en caliente; así, si Jaime Mayor Oreja reconoce su admiración por épocas franquistas de extraordinaria placidez, espero una semana antes de escribir sobre ello. Con perspectiva. Así llegó el post de ayer.

Al hilo, puedo prometer y prometo que es mi intención dejar pasar los últimos acontecimientos en torno a la casa real unos días, antes de incluir algún post al respecto; parece además que los problemas se les acumulan y que cada vez hay que dar más pasitos atrás para ver bien “todo el conjunto”. En esas estoy.

Y aunque hoy me ha ofendido La Sentencia contra los humoristas de El Jueves, voy a ser fiel a mí mismo y esperar unos días para escribir al respecto, si acaso me pudiera servir de desahogo. Haré pues pagar a alguien mis platos rotos: te lo has ganado, Pablo Sebastián.

Y te toca, porque tu artículo de hoy en tu Estrella Digital sirve como ejemplo palpable de servilismo y sumisión hacia un igual; se percibe que no tienes la misma consideración hacia ti como ser humano que hacia el borbón, será porque él jamás ha jurado la constitución como juró en su día los principios fundamentales del movimiento, o porque nos lo trajeron de la mano dios y Franco. Esto último aunque es verdad, hoy por hoy, es una coña.

Están los ánimos encrespados…” dices. Y argumentas –quito comillas y abrevio: el desafío de Ibarretxe o del AVE de Barcelona, la caricatura de los Príncipes de Asturias, la quema de sus fotos por nacionalistas radicales, la petición de abdicación de la COPE, impertinencia de Aguirre pidiendo trato humano al locutor demencial, la noticia de la separación de los duques de Lugo. Así… “Se entiende que, ante este cúmulo de adversidades, el monarca no pudiera soportar ninguna más, y menos en boca de un mandatario político que estaba insultando a España y a los españoles”. Punto. ¿Insultaba Ortega a los españoles mientras "repartía" contra una multinacional por muy española que ésta fuera? O no insultaba, o no soy español.
O ambas cosas.

Sigo. "Se entiende que" usted está justificando lo obrado por el español que más riquezas acumula, al menos sin haber arriesgado un euro propio, con argumentos que no nos sirven a los mortales comunes. Así espero igualmente que mi jefe entienda que no he podido aguantar más ante el cúmulo de adversidades por las que estoy pasando en la actualidad y que me he quedado en casa esta mañana viendo llover, y más hoy que mi vecino me ha insultado en la escalera.

Su obligación era estar sentado y callado, como los demás. Y escuchando. Quien quisiera ponerse en evidencia, mostrar su mala educación o dormirse libre era. Pero usted no, oiga, que representa a España. O sí. Es igual: haga lo que haga el borbón, para su siervo y mayestático pueblo español, siempre estará bien.

Es cierto que entre el pueblo llano existen, han existido y existirán siervos leales a la corona (aunque en la casa real vivan como dioses y muchos otros subsistan como diablillos) pero cuando uno se viste de periodista y va a trabajar con su cúmulo de adversidades personales a cuestas, no debe ser tan servil. Tampoco mayestático.
Argumentos así hacen que periodista y servil parezcan más sinónimos que simples adjetivos; viendo la deriva que tomáis algunos en los medios creo que en un lustro lo propondré a la Real Academia. Igual entonces, por evidente, dan por buena la acepción: periodista y servil, sinónimos.

martes, 13 de noviembre de 2007

El franquista Jaime Mayor Oreja


Señalado con el dedo de Aznar para llevar la libertad al País Vasco, este político easonense (o de San Sebastián) ha tenido patente de corso en todos los medios de prensa españoles durante unos cuantos años e imagino que seguirá teniéndola. También la tuvo del PSOE, no ya digamos del PSE-EE de Nico el hijo del de la naval, que quería llevarle de la mano hasta Ajuria Enea. La fusión ideológica entre ambos, en aras de la libertad en el País Vasco, convenció por igual al País que al Mundo, a la COPE que a la Ser, a dios y al diablo.

Allá por el 2001, el Gobierno de Aznar, totalitario, había convertido el terrorismo etarra en el centro de la vida pública y política. Así su mensaje sencillo y directo calaba en las teledirigidas masas, en los tertulianos y hasta en –algunos- intelectuales. Estableció las líneas de lo políticamente correcto centradas en dos ideas: los nacionalistas vascos y ETA tienen el mismo fin luego son lo mismo; y, el que no esté con nosotros que somos la libertad, la dignidad y la justicia es que está con ellos. Al carro acabó subiéndose hasta el propio ZP y surgió el tan alabado Pacto por las Libertades que, vuelta a la lógica, descansa hoy en algún polvoriento cajón.

La degeneración democrática que se dio durante aquellas fechas fue mayor incluso que la que la propia ETA suponía para la vida pública: la paz, la libertad, la prosperidad y la democracia debían de ser reinstauradas en Euskadi pues Ibarretxe, poco menos, era el Hitler vasco.

Sí, sí, sí… ese tipo de calificativos desayunábamos, comíamos y cenábamos. Cuando no había otra cosa, valían también de aperitivo. Al hilo: imagino que ahora serán muchos los que si escucharan nuevamente sus propias palabras reconocerán el engaño al que fueron sometidos.

Así, por ejemplo, podían leerse (y aplaudirse) titulares como en El Mundo, el 28 de abril de 2001 (pre-campaña) que decían así: “Redondo compara a Ibarretxe con Pétain por permitir el fascismo”…” por entregar el Estatuto a ETA”. Y el monarca ni mú, oiga.

Javier Rojo (hoy presidente del senado), en una entrevista también en El Mundo a dos semanas de las elecciones: “ yo responsabilizo políticamente al Gobierno del señor Ibarretxe de los 29 asesinatos que ha habido en estos dos años, porque él es el responsable de haber pactado con ETA y con HB”; “Antes de perder el poder, sacará el programa soberanista, el programa que dice que construirán una nación de la mano de ETA si hace falta”; también dijo:”: El 13 de mayo ganaremos por higiene democrática”.

Por higiene democrática, precisamente, perdieron. Se había ilusionado tanto a la gente que en la noche electoral los programas especiales se anunciaban ya con anterioridad, tipo Antena 3: “Este domingo especial noche electoral: llega la libertad al País Vasco”; habrá pucherazó, pensaba por entonces. Recuerdo bien como según se fue escuchando la voz del pueblo, el vasco, empezó a cundir el desánimo, comenzaron a verse rostros desencajados (y no me refiero a los de ciertos políticos) y cundió la desilusión hasta el punto de que ningún Especial de los emitidos por cualesquiera televisión estatal cumplió el horario; así las diferentes cadenas adelantaron los cierres y reprogramaron al unísolo películas de serie B. Nunca dedicaron tan poco tiempo a un recuento electoral, nunca un producto generó tan pingües beneficios. Porque no nos engañemos: el círculo mediático montado alrededor del terrorismo vil de ETA, no era sino una coartada electoral, el cabeza de cartel era Jaime Mayor Oreja y el fin engordar la masa de votantes del PP. Aznar, caudillo, tranquilizó pronto a sus electores afirmando sin complejos democráticos que la sociedad vasca no estaba preparada.

Y tenía razón. La sociedad vasca no estaba ni estará nunca preparada para ser gobernada por un friky político capaz de afirmar: "¿Por qué voy a tener que condenar yo el franquismo si hubo muchas familias que lo vivieron con naturalidad y normalidad?”, y que considera que por entonces se vivía en Euskadi “…una situación de extraordinaria placidez". Y eso lo afirma quien aglutinó en su persona todas las candidaturas del PP posibles como cabeza de cartel: en las Autonómicas -a Lehendakari por Araba, en las Generales -a diputado en las cortes por Bizkaia y en las Municipales –a la alcaldía de San Sebastián.

Sinceramente, ¿se imagina alguien un Lehendakari realizando tales afirmaciones, siquiera pensando así?

Todavía hay hoy quien afirma que el compromiso democrático de este desecho político es incuestionable. Y quien defiende que entre la terna de sucesores, debió ser el elegido. Otros muchos callan queriendo olvidar que se pasaron años aplaudiendo y aupando a un franquista al que agasajaban sobre sus rojas alfombras. Bien pudiera ser que al personaje sólo le conociéramos al norte del Ebro porque aquel golazo que estuvo a punto de colar Aznar a todo un PSOE de tradición de izquierdas y antifranquista, lo detuvo una tal sociedad vasca que vive la realidad, no se la cuentan y que era quien jugaba aquel partido.



P.D.: Extraído del blog de Eduardo Madina, a quien admiro, Molinos de Papel: “Lo más grave de todo no es que diga esto, sino que en España se permita que alguien que dice esto esté habilitado para la democracia y la política, haya sido Ministro de Interior y en la actualidad sea Diputado del PP en el Parlamento Europeo. El único país de Europa en el que alguien se atreve a pensar y decir algo así tras haber sufrido una dictadura fascista y asesina de 40 años. El único país de todo Europa en el que alguien que dice algo así no es obligado por su propio partido a dimitir y marcharse a su casa lleno de vergüenza.”

Y añado: lo grave fue que la plana mayor del socialismo, a quienes seguramente más de una vez diste tu voto, no solo estuvo dispuesta, sino que hizo lo posible por encumbrar a este tipo a la Lehendakaritza .

Pero lo grave de verdad, Eduardo, es que unos terrorista fascistas y totalitarios, intentaron arrancarte la vida.

jueves, 8 de noviembre de 2007

Sentenciados.

Hay en España dos partidos mayoritarios con voluntad de lucro y ciertos medios que pululan a su alrededor superándoles en notoriedad y ánimo. Reconforta saber, en cualquier caso, que no toda la vida política es pública y que aunque minoritarios hay otros partidos con menos hipotecas y los mismos deberes.

Tenemos una sentencia penal cuyo fin es hacer justicia y resarcir lo posible el dolor de las víctimas y sus familias conforme está establecido, que afirma literalmente que no existe ningún indicio de participación de ETA en los atentados del 11-M; así se ha visto obligado a reflejarlo el Juez en tanto dicha relación ha sido utilizada como argumento de algunos letrados… ¿defensores? No dice nada, por ejemplo, de si el IRA o la asociación de amigos de las moscas tuvieron algún tipo de implicación. ¿Alguien puede demostrar que no fue así?

Los dirigentes del Partido Popular, con honrosas excepciones, se pasaron tres días y tres noches afirmando con rotundidad, y sin dejar resquicio a otras posibilidades, que había sido la ETA, como no podía ser de otra forma, la autora de la masacre. Mientras tanto la Policía caminaba en la correcta dirección según lo expuesto en la sentencia.

Los dirigentes del PSOE no podían creerse que el PP con tanta mentira, que cada segundo que pasaba resultaba más evidente, se lo estuviera poniendo tan fácil, electoralmente hablando.

La guerra de Iraq le habría costado al PP según sus propias encuestas (y las de terceros) la pérdida de mayoría absoluta; siendo un riesgo asumido no le habría hecho perder el gobierno. El factor determinante fue la mentira. O el error, si así hubieran querido reconocerlo.

Los populares y sus pululantes una vez pasada la resaca electoral podrían haber pedido excusas por haber “equivocado” la primera línea de investigación durante unos días tan trágicos y con tantos frentes abiertos, e incluso tratar de convencernos de que obviamente no habían actuado en clave electoral visto el resultado. Un par de semanas de silencio y dejar que actuara la justicia es cuanto necesitaba el PP para zanjar la crisis de principios que les acababa de costar un Gobierno.

No lo hicieron y tres años después la primera sentencia vuelve a dejarles solos y hace tambalear al mismo Rajoy, cada vez más cuestionado, dicen, entre los suyos.

Como partido político sometido al electorado arrastra aún el error de aquellos días. Independientemente de que alguno de sus dirigentes, si quiera todos, siguieran creyendo en ETA como autora más o menos directa de la masacre, el PP ya conoce las consecuencias electorales de dicha estrategia lo que hace más incomprensible aún su huida hacia adelante.

Los socialistas, a golpe de vídeo, no han necesitado gastar en guionistas. No es tarea complicada contrastar intervenciones de aquellos días, por ejemplo de Acebes, a saber: “El Gobierno no tiene ninguna duda de que ha sido ETA”, “Todas las pistas apuntan a ETA” o “La principal línea de investigación sigue siendo ETA” (tres días después del atentado) con la sentencia. Obviamente aquellas palabras eran una auténtica falsedad: si hubiera habido una sola pista, un solo indicio, más cayendo la que estaba cayendo, habría aparecido en el juicio.

Pero los dioses no yerran y el ex-presidente menos, así que en vez de pedir con honra honrado perdón, decidieron usar el apoyo mediático del que habían dispuesto como Gobierno y huir hacia adelante sin medir demasiado las consecuencias.

Va surgiendo así la ultra conocida teoría de la conspiración (carro al que ahora parece que algunos mundanos nunca subieron), la única alternativa planeada hasta la fecha. Este cuarto poder, a cuyo control se someten los partidos políticos para llegar al ciudadano y cuyo compromiso con la verdad disminuye en la misma proporción en que aumentan sus ingresos sin que los consejos de administración se tambaleen sino al contrario, fue dibujando una teoría que empezó a crecer como bola de nieve monte nevado abajo y que acabó lindando el delirio: durante el Gobierno del PP (¡de control y mayoría absoluta!) su servicio secreto, su Guardia Civil y su Policía Nacional –que sólo se dedicaba a detener etarras por entonces, el Juzgado de Instrucción de Guardia de la Audiencia Nacional, y ante los mismísimos bigotes de Aznar, conspiraron junto con la ETA, algún asturiano pero cabrón y unos moros traficantes de hachish para dar un golpe de Estado. ¡Increíble! Insinuarlo sobre doscientos cadáveres y mil quinientos heridos es un atentado contra la más mínima decencia democrática, pero según para quienes todo vale.

Queriendo demostrar tales barbaridades se ha tirado de estupideces como la del ácido bórico o argumentos vomitivos –no hay otro calificativo, como las insinuaciones sobre los hechos de Leganés según las cuales la muerte de un GEO fue un “daño colateral”, en el supuesto más suave.

La derecha política, en su afán autodestructivo, se sube ahora al carro de la búsqueda del autor intelectual. Espero que no se bajen de él, al menos, hasta que lo encuentren. ¿ A qué lo han pillado?

martes, 6 de noviembre de 2007

Sobre el uso del Euskera

Leo en un panfleto digital que se dice liberal, que el Wall Street Journal denuncia la imposición del idioma vasco. El artículo lo firma un tal Keith Jonson, corresponsal. He buscado información, en España y en español, de éste. Lo más cercano: una referencia de Antonio Burgos en El Mundo, allá por 2001, elogiaba un artículo suyo en el que cuestionaba el trato que dan los medios americanos a ETA. Lo más que he encontrado son referencias a un artista de igual nombre. Después de lo del 2001, nada; y no crea el lector que no existir para el Google sea descrédito alguno, en algunas ocasiones casi al contrario, al menos que escribas para el WSJ. En cualquier caso es un Don Nadie, o un Don que nadie conoce, lo que tampoco da ni quita razones.

En el artículo se quieren destacar dos ideas (suponemos que propias) sobre el euskera: “su carácter de vehículo para la imposición de una cosmovisión nacionalista” y “su origen antiguo y campestre, alejado del desarrollo que han tenido otras lenguas, y forzado desde su re-creación, a importar palabras que jamás tuvieron cabida en el idioma vasco, como por ejemplo "independencia" o "democracia".”

En los párrafos siguientes, al menos en los que cita el panfleto, el artículo se convierte en una retahíla de inexactitudes y verdades a cuartos que pretenden convencer de que el euskera está siendo impuesto a sangre y fuego por la Santa Inquisición, la vasca. Disertar sobre ello es una tarea que tengo pendiente y que evito, de momento. Pero permítaseme un apunte antes de continuar: Art 3.1 Contitución Española: “…Todos los españoles tienen el deber de conocerla…” (la lengua catellana).

Lo que intento denunciar con estas líneas es la prepotencia, la ruindad y la incultura de quien para arremeter contra una aspiración legítima como es independencia de tal o cual territorio, comete la estupidez de intentar ridiculizar una lengua por antigua y campestre o porque deba de importar nuevas palabras. Supongo que pronto en el inglés de D. Nadie o en el castellano del panfleto aparecerán vocablos propios para palabras como televisión e internet, o ¡democracia! y que las novelas de más de, por ejemplo, cien años dejarán de leerse por estar redactadas en lenguajes antiguos.

A quienes pretenden erigirse en adalides del nacionalismo español (frente al euskera o lo vasco), les sugiero la lectura del artículo 3.1 de su propia Constitución: “La riqueza de las distintas modalidades lingüísticas de España es un patrimonio cultural que será objeto de especial respeto y protección”. Respeto y protección que, hoy por hoy, brillan por su ausencia.

Para finalizar: a quienes creen que el Euskera se impone en el País Vasco les copio-pego el Artículo 8 del denostado Plan Ibarretxe para que lo comparen con la obligatoriedad ("Todos los españoles tienen el deber dé") que impone la Constitución y se hagan una idea de por donde van, realmente, los tiros:

Artículo 8.- Euskera
1. El euskera, lengua propia del Pueblo Vasco tendrá, como el castellano,
carácter de lengua oficial en Euskadi, y todos sus habitantes tienen el derecho a conocer y usar ambas lenguas.
2. Las Instituciones vascas, teniendo en cuenta la diversidad socio-lingüística, garantizarán el uso de ambas lenguas, regulando su carácter oficial, y arbitrarán y regularán las medidas y medios necesarios para asegurar su conocimiento.
3. Nadie podrá ser discriminado por razón de la lengua.

Cada cual que extraiga sus propias conclusiones.

martes, 30 de octubre de 2007

Menos mal que ya no hay mucha gente así, ¿o sí?

Leo en un artículo de Luis del Pino (¿quién me mandará a mí?) sobre la futura sentencia del 11-M su visión sobre la forma en que la misma debiera juzgarse: “…lo que verdaderamente importa de la sentencia de mañana es la valoración que los jueces hagan de las distintas pruebas practicadas” y no los años de sentencia que pueden generar más o menos espectacularidad, continua, como si una cosa no tuviera nada que ver con la otra. Así durante los primeros párrafos pretende dar una lección, lo más parecido a objetiva posible (hay que sembrar), sobre la Justicia con mayúsculas y lo importante y complicado que resulta su administración. Me parecía algo tan obvio que incluso resultaba sorprendente tanta objetividad siendo Luis del Pino el firmante de tales disertaciones. ¿Y si me he equivocado de Luis, o con Luis?, pensé.

Pero… seguí leyendo y encontré que lo que en las primeras líneas era “…lo que verdaderamente importa...”, se convertía en “Lo que verdaderamente me importa...”; el artículo, por tendencioso empezaba a retratar a tan insigne personaje, no me había equivocado de Luis. Y no era que simplemente convirtiera en importante lo que a él le diera la gana, ni que sentenciase a “todas y cada una de esas falsas pruebas”, sino que me tomara por tonto al querer hacerme creer que existe alguien capaz de “… construir la patraña con la que tender un manto de olvido y de silencio sobre la masacre del 11-M”.

Uno no sabe si echarse a temblar cuando a estas alturas del curso, en pleno siglo XXI y con plena libertad informativa, al menos aparente, se sugiere que el mayor atentado de la historia de España puede alguien hacerlo olvidar o silenciarlo. Es de necios. Siquiera insinuarlo es creer que es posible lo que resulta aún más aterrador, semejantes planteamientos (¡hacer olvidar y callar a un pueblo!) son siempre ocurrencias de personajes rancios , caducados, acaudillados y totalitarios.

Aznar, al menos, sólo quiso engañar.

lunes, 29 de octubre de 2007

Fernando Díez Villanueva

La web de Fernando Díaz Villanueva (sobre él).

¿Cómo llegué visitarla? Había leído algunos párrafos suyos, un par de cositas de un periodista al que no conocía, y me asombró lo bien que insultaba –sin complejos, y lo pobre de sus argumentos. El subconsciente me traicionó y aparecí en google escribiendo su nombre, segundos después estaba accediendo en su web al enlace “sobre mí”, decía literalmente así:
“He dispuesto está sección en mi página pensando en cotillas como usted. Para no defraudarle… … le diré algo sobre mí, aunque, créame, no hay mucho que contar.”

No dudaba que tuviera poco que contar; sonreí y creí que este tipo me iba a hacer pasar un buen rato. Pensé inmediatamente en las personas asiduas a visitar su espacio, su carta de presentación o espejo al público, y que debían de estar encantadas al saberse definidas como cotillas (según La R.A.E. persona amiga de chismes y cuentos). No me ofendió, al contrario, pues yo era en esos momentos uno de sus ciber-huéspedes, agradecí la sinceridad al saber lo que allí iba a encontrar: cuentos y chismes. ¿no es precisamente eso lo que buscaban los cotillas, como yo? Lógicamente un tipo que no tiene mucho contar de sí mismo y sabe insultar a las visitas a las que ofrece fábulas e invenciones, no podía sino empezar (y acabar) en Libertad Digital.

Seguí leyendo su segundo párrafo:

“Tengo 32 años y soy natural de Madrid, al igual que mi padre, mi abuelo, mi bisabuelo, mi tatarabuelo... hasta ahí llevo la cuenta. Es decir, que si en lugar de haber nacido en el foro, lo hubiese hecho en Azcoitia me hubieran concedido el carné honorario del PNV, por aquello de la pureza genealógica. Aunque, claro, eso aquí, afortunadamente, no se lleva. En los madriles a nadie se le pregunta de dónde es, porque ser madrileño consiste, básicamente, en vivir en Madrid. Eso es lo que hace grande a esta ciudad, rompeolas de todas las Españas…”.

¡Qué estás hablando sobre ti Fernando, que es tu presentación, qué son tus primeras palabras! Tanta obsesión buena no es. En cualquier caso y sin dudas, continuaba así:

"¡Madrid, Madrid; qué bien tu nombre suena, rompeolas de todas las Españas! La tierra se desgarra, el cielo truena, sonríes con plomo en las entrañas"

.. y acojonado pulse Alt + F4 .

lunes, 15 de octubre de 2007

El cáncer de España.

Soy un consumista, lo reconozco. Consumo lo mismo de los medios de la derecha que de la izquierda, liberales o progresistas –que se autoproclaman; lo mismo en televisión, que en prensa digital o radio. Soy un ser político y políticamente odio las injusticias y repugno a las personas que carecen de la más mínima capacidad de identificarse con alguien y compartir sus sentimientos.

Da la sensación de que, incómodos a parte, en España mandan los políticos y los periodistas, que en ambos casos es como decir que los que cortan el bacalao son los generadores de opinión y los falsificadores de la historia del cada día, cuando yo pensaba que los que realmente movían los hilos económicos y sociales del país eran los capos de la banca, unos miles de roquefelers y los sangreazules. Ciertamente Spain is diferent.

Hoy me refiero a los primeros –políticos y opinantes que, sin apenas excepciones al menos entre sus primeros espadas, carecen de la más mínima capacidad de empatía y realizan proclamas de sentimiento individual e individualista como si fuesen verdades absolutas atribuibles a un colectivo a veces tan amplio como un Estado entero, y siempre, siempre, creyéndose demócratas. No es necesario practicar la democracia sino lo que cada cual entienda por tal, así basta con empezar cualquier discurso refiriéndose a nosotros los demócratas para situarse sobre aquellos que creen realmente en una doctrina política favorable a la intervención del pueblo en el gobierno, o en el predominio del pueblo en el gobierno político de un Estado si se prefiere, o sobre quienes abogan por sistemas políticos distintos.

Los unos y los otros de la gente común, humilde y trabajadora, pasan. Vale más la pseudo-ideología personal de cada uno impuesta sobre la del adversario que intentar si quiera identificarse con los ciudadanos. El rival ideológico es un enemigo que si quiera a su pesar puede ser confundido como representante de un sentimiento o de una ideología común de un colectivo y como tal merecer respeto. El respeto para los unos y los otros no existe, ni vota, ni vende.

Son el cáncer de España y en ellos pienso cuando escucho aquello de así va el país.

martes, 2 de octubre de 2007

La pescadilla que se muerde la cola

A raíz de la última, que no será la ídem, propuesta de Ibarretxe se escucha de todo, básicamente porque para defender España y la Constitución todo vale, así que los ciudadanos medios nos vemos obligados a filtrar los comentarios, a saber: entre inteligentes, necios, demagogos, según su procedencia y un sinfín más de calificativos, que para tanto da el tema, hasta formarse cada cual su propia opinión del asunto.

Es triste y habitual que los argumentos de ciertos políticos no estén a la altura. Es habitual que los argumentos de ciertos opinantes tampoco lo estén. He leído comentarios en diversos ciber-foros, a favor y en contra, con bastante más sentido común que los de éstos, algo que no sorprende.

Uno de ellos realizado por un tal “Curioso” y que por ser precisamente público copio y pego, dice así: “En la medida en que la Comunidad Autónoma no tiene ninguna competencia en materia de soberanía, no tiene facultad para efectuar tal consulta.” Creo que esta frase resume de forma educada y directa muchos de los argumentos en contra de la propuesta realizada por el Lehendakari.

Estoy de acuerdo en que legalmente carece de legitimidad jurídica, suponiendo que lo propuesto por el Lehendakari fuese un referéndum y tuviese intención de convertirlo en vinculante.

Ante una reclamación de soberanía se argumenta que no se puede reclamar porque no se tiene soberanía para hacerlo. ¡coño, si precisamente por eso reclamo! ¿Me siguen?. Kafkiano, cuanto menos.

Es en ese callejón sin salida donde se encuentra Ibarretxe que cumpliendo la ley acudió hace dos años a Madrid con una propuesta legítima, mayoritaria y emanada de allí donde reside la soberanía de los ciudadanos españoles por definición en el País Vasco, es decir, del Parlamento Vasco, entidad cien por cien constitucional. Jurídicamente, si en esos términos debemos movernos, los ciudadanos que votaron a los partidos políticos firmantes de la propuesta eran, son, tan españoles como cualquier otro. Allí, en Madrid, negaron cualquier posibilidad de debatir una propuesta legítima. El Lehendakari ya manifestó entonces desde el púlpito (con luz y taquígrafos) que si se negaba siquiera el debate daría la voz al pueblo (¡gran pecado en democracia!).

Y en esas estamos, con la soberanía mordiéndose la cola.





P.d: el presidente de la asociación de vecinos del barrio acudió al ayuntamiento reclamando que alumbrasen sus calles con 300 nuevas farolas. Como era aquél uno sólo, le despacharon en diez minutos entre risas diciéndole que no iban a alumbrar las calles, con lo que cuesta, porque él lo pidiese; le dijeron también que si quería tener luces se metiera a concejal. Días después cientos de vecinos acudieron al ayuntamiento reclamando las farolas para el barrio y, aunque no consiguieron las 300, se volvieron con 100 y algunas promesas…

viernes, 28 de septiembre de 2007

Ya no hay veracidad informativa

Como es públicamente conocido el pasado día 26 de septiembre salió a los kioskos (y a la red) un nuevo diario. De izquierdas, dicen y bendecido por ZP. Desde que la información quedó relegada a la opinión (se informa según se opina), la lucha por el control de los medios ha sido feroz hasta llegar a la situación actual en la que se sabe muy bien qué medios están con quien, quienes apoyan, aplauden y hacen propaganda de las diferentes reformas, leyes y medidas que se promulgan desde el Gobierno y quienes, desde las ondas, el papel o un monitor de ordenador ejercen de auténtica oposición, hasta el punto de que, en ambos casos, vale más lo publicado que la palabra de un político.

Existen ya medios que se presentan sin ánimo de engaño, lo que es justo significar, como “Noticias y opinión en la red”. La negrita, vaya por delante, no es mía sino de ellos. En su página principal de la edición de hoy hay 9 enlaces a diferentes noticias, 2 editoriales y 14 artículos de opinión. Ello, siendo llamativo, no necesariamente debiera constituir motivo alguno de crítica. Un par de editoriales pueden muy bien sensibilizar diferentes formas de entender un mismo hecho noticiable y catorce opinadotes ser un síntoma de pluralidad y veracidad informativa; un argumento fantástico para que lectores de cualquier ideología hiciesen click diariamente sobre el enlace que les llevase al paraíso… ¿informativo?

La realidad es que las noticias, pocas, se redactan desde una única visión, sesgada ideológicamente, enfatizando frases sacadas de contexto u ofreciendo argumentos en contra del hecho en sí; no es necesario ojear una de las editoriales para saber muy bien qué se está leyendo. Los firmantes de los 14 artículos de opinión son presentados como ciudadanos ejemplares, como apóstoles serviles que entonan (desafinando para muchos) la misma cantinela.

Sirva este significativo ejemplo para entender el momento en que se encuentra la información en el estado español. No se sabe si las distintas empresas de comunicación montan tanto circo por el afán nada escrupuloso de ganar dinero –en la televisión lo friky y el escándalo apolítico venden más que la calidad, tampoco se sabe si son controladas por los partidos políticos como parte de su aparato propagandístico (que no publicitario, no confundir publicidad con propaganda), ni se sabe, lo que de ser cierto sería infinitamente peor, si son ellas las que controlan a los partidos y a sus políticos.

En cualquier caso se echan de menos auténticos medios comprometidos con la noticia y surgen, no digo que sea el caso del nuevo diario (habrá que darles 100 días), medios generadores de opinión e incluso de ideología. Triste panorama en un lugar donde algunos dicen que viven en auténtica democracia.

martes, 18 de septiembre de 2007

¡ Hipócrita !

Según la Real Academia de la Lengua, hipócrita es aquel “que actúa con hipocresía”, que según la propia RAE no es sino el “fingimiento de cualidades o sentimientos contrarios a los que verdaderamente se tienen o experimentan”. Sinónimos que figuran en distintos diccionarios (incluido el del procesador con el que redacto estas líneas) son: mentiroso, embaucador, malicioso, farsante y otros muchos. De todo lo cual deduzco que un hipócrita actúa siempre con conocimiento de causa; de que su causa es más bien maliciosa o falsa.

Leo en un medio opinante (“Que opina” según la RAE) que no informante, literalmente lo siguiente: El ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, consideró este lunes difícil que se cumpla la Ley de Banderas. Según dijo, la ausencia de la enseña nacional en instituciones del País Vasco, Navarra y Cataluña "ocurre ahora, ha ocurrido antes y va a ocurrir" en el futuro. Desde el PP, Ángel Acebes calificó de "enorme gravedad" las declaraciones del ministro en las que, a su juicio, "renuncia" a cumplir la ley en un clima donde el "desafío nacionalista es importante".

Soy ciudadano vasco (sentimental y residencialmente hablando) por lo que espero del lector que me presuponga cierto conocimiento de primera mano de la vida social –que no política, no aspiro a tanto, de Euskadi; y no puedo sino afirmar, esta vez sin entrecomillado, que la ausencia de la bandera española en edificios oficiales ocurre ahora, ha ocurrido antes y va a ocurrir en el futuro. Motivo: simple y llanamente porque así lo desean los representantes políticos de esta sociedad, la vasca, que no reclama, salvo minoritariamente, que tal o cual bandera ondee en tal o cual edificio, y menos aún si la tela es rojo y gualda (RAE: Amarillo, del color de la flor de la gualda.).

¡Viva la democracia!

Acebes tacha de “enorme gravedad” unos hechos a los él desde su ministerio de interior y desde un gobierno de 8 años no prestó la más mínima atención y si lo hizo fue en búsqueda de réditos electorales –como en la actualidad- y no con la finalidad de atajar ese grave problema que tiene su España (que digo yo que debe ser gravísimo que en el ayuntamiento de Larrabasterra, por poner un ejemplo, no ondee la bandera nacional). Él lo sabe y ha realizado sus acusaciones, incluida petición de dimisión, contra el ministro con auténtico conocimiento de causa (recuérdese el primer párrafo del presente artículo). El ministro, el actual, dando una impresión de una inteligencia infinitamente superior, primero no ha ocultado la realidad al pueblo (“ocurre, ha ocurrido y va a ocurrir”) guste o no guste; y segundo, le ha respondido finamente: "¿Pero cómo va a pedir Angelito mi dimisión si somos paisanos?", que traducida la ironía viene a significar que si Acebes no presentó su dimisión después de que durante sus años de gobierno en cientos de edificios oficiales vascos se ignorase la enseña nacional española, tampoco lo va a hacer él.

P.D.: Me llama poderosamente la atención la existencia de debates estériles que, como el suscrito, no hacen sino desviar la atención sobre el que es el auténtico problema, de marcado carácter político y social, que tiene el Estado español que cuenta entre sus ciudadanos a una minoría de millones de ciudadanos que no se sienten partícipes de la unidad patria y que aspiran a tener su propio estado soberano (sí, léase bien: millones, que no son sino la suma de cientos de miles de vascos, catalanes, gallegos y otros miles). Esa es la real naturaleza del problema y aún espero, llevo esperando 25 años, que políticos maduros renuncien al lastre del electoralismo y cojan el toro por los cuernos, metáfora muy española que bien viene al caso.

lunes, 17 de septiembre de 2007

guerra de banderas

Valga por delante que soy poco amigo de los símbolos, sobre todo de aquellos que se hacen más importantes que las propias personas; quiero decir que, si la necesidad apremiase, no dudaría en usar como papel higiénico la propia constitución o una tela de cualesquiera colores abanderados, algo que sin duda para muchos es un sacrilegio. En este siglo XXI en el que los estados (nación o plurinacionales) están por encima del individuo, digan lo que digan, y en el que la ética y la moral se dictan cada día más desde los mundos mediáticos y no desde las universidades (por algo cada día somos más tontos) parece que una bandera lo es todo. Sobre todo si es la nacional, de cada uno, imagino.
Recientemente y cada cual que explique las causas que llevaron a esta situación como mejor convenga, en un pueblo de esos sitos en la Euskadi profunda, una mujer española ha sido elegida alcaldesa de un pueblo vasco de 600 habitantes. No está nada mal para 27 votos que obtuvo la electa. Pero: ¿cuál es el sentir abrumadoramente mayoritario de los ciudadanos del citado pueblo? Es evidente que muy españoles que digamos no se sienten y aunque se les pueda obligar a serlo (españoles, se entiende) lo que jamás se podrá hacer es obligarles a sentirlo.
Imaginemos que a los ultrasur del Real Madrid se les cuela un presidente de los Boixos Nois, todo ello de forma y manera completamente legal. Y a este catalán, que como no puede ser de otra manera ama hasta la última gota de su sangre fanática al club blaugrana a la par que daría su vida por él, se le ocurre exhibir una enseña del barça en uno de los fondos del Bernabeu entre, digamos, unos 600 hinchas del Madrid. Sabemos, y hasta entendemos, los insultos y la amenazas que recibiría y los que jamás recibirá de haberse abstenido, cuanto menos, de exhibir la banderita de marrás. Seguro que a muchos madridistas no les costaba llevar hasta la crucifixión –verbal, se entiende, al hincha catalán. O viceversa, si damos la vuelta al caso.
Según recoge el País en un artículo de Vera Gutiérrez y que como muchos otros no me creo, la alcaldesa, en referencia al Gobierno Vasco, ha manifestado que “para ellos soy una gente que crispa”, igual que el abanderado catalán en medio del Bernabeu, pienso yo.
Se llevan más de 25 años de constitución en los que en una mayoría abrumadora de los pueblos de Euskadi no se exhibe la bandera española o se limita su exhibición únicamente a momentos puntuales y protocolarios (Aste Nagusia). Los ayuntamientos que sí la exhiben corresponden a aquellos cuyos alcaldes son bien del PSOE (los más) o bien del PP (los casicero), que son cuantitativamente minoritarios (en el caso de Euskadi no más de 15 localidades). Esa es la realidad de los Ayuntamiento vascos, le pese al demócrata que le pese, siendo duro tener que expresarse así.
Pero como en política vale todo y más si cualquier tontada viene avalada por uno de esos medios opinativos, y como en el fútbol también, hete aquí que el boixo es el héroe y los 600 aficionados merengues unos malnacidos, tal y como reflejarán las hordas mediáticas catalanas que querrán convencernos de que la actitud de éste, encima, es de una ética incuestionable.
En Euskadi el verano ha transcurrido con cierta apariencia de tranquilidad . Aparente porque cuando una banda de asesinos anda suelta, independientemente de la excusa que utilicen para cometer sus viles crímenes, el sosiego sólo es eso, aparente.

Menos mal que llegó la alcaldesa y nos sacó del letargo ¡Cómo se echan de menos aquellos tiempos en que si una bandera no ondeaba en tal o cual ayuntamiento vasco, llegaba el Sr Aznar con su ejército y la izaba más alta y más grande! Él y los suyos sí que entienden de guerras.

sobre los antidemócratas

Suele ocurrir, así tengo subjetivamente por constatado, que cuanto más antidemócrata es uno, más se autoproclama demócrata; no es de extrañar por ello que muchos políticos u opinadores –de ahí no pasan-, comiencen sus proclamas con palabras mágicas como: “nosotros, los demócratas…” (dime de qué presumes y te diré de qué careces).
Leyendo cada mañana cierta prensa que se auto-proclama liberal –siempre desde su propia definición del ser liberal aunque del contenido de sus proclamas se muestren en muchos casos a años luz de la mismísima Pepa-, estoy empezando a conocer, por sus palabras que no por sus hechos, a un tal Álvaro Vermoet quien no sólo es articulista sino, además o a pesar de, presidente nacional de la UDE (Unión Democrática de Estudiantes que se autoproclama en su página web “principal organización de estudiantes de España”, ¿?). Cabe citar, en este punto, que en dicha web los tres primeros enlaces apuntan a páginas del diario libertad digital, incluyendo el de una entrevista que, supuestamente, Federico de España y España realizó al ínclito Alvarito (que dicho así suena mejor). Este tipo de entrevistas, que debe proporcionarles a ambos la misma satisfacción que a dos personas del mismo sexo una masturbación mutua, no son sino muestras de las arenas movedizas en las que algunos se mueven.
Pero volvamos con Alvarito - evitaré lllamarte Tito para no darle nuevos argumentos pro-valcanización-, en su último exabrupto, así como en la propia web de estudiantes, se manifiesta claramente a favor de una enseñanza común de Historia, Literatura y Geografía en todos los centros educativos repartidos por la piel de toro. Quiero pensar que para asegurar un correcto adictronamiento, las asignaturas serán impartidas por ordenadores personales debidamente programados con la única verdad y la única realidad histórica, esa que sólo ellos conocen: el pensamiento único.
Va más allá en uno de sus últimos artículos y sin despeinarse (suponemos que dada su veteranía y experiencia tiene muchas lecciones que dar) arremete contra un idem llamado Sanz, presidente del Gobierno navarro a pesar de muchos, al que muestra el camino de cómo combatir al nacionalismo periférico (curioso adjetivo si el todo es España): “Se le responde con la idea de España, una Nación que no se basa ni en etnias, ni en razas, ni en territorios, ni en lenguas, ni en tribus, sino en la suma de las voluntades de todos los españoles, libres e iguales; un espacio de libertades sin ningún proyecto colectivista, sin la pretensión de construir nada por encima de las personas”.
Resulta cuando menos curioso simplemente suponer que en la idea de España, en su origen y gestación y se mire por donde se mire – o cuente la historia quien la cuente-, no tienen nada que ver la raza, ni los territorios (ni los conquistados, ni los reconquistados. ¿Acaso España está alojada en internet?), ni siquiera las lenguas (¿la española tampoco?). No, resulta que ahora la patria es la suma de voluntades de individuos libres “sin ningún proyecto colectivista” (debemos entonces suponer que España es un proyecto privado, al muy estilo liberal) y “sin la pretensión de construir nada por encima de las personas”. Me pregunto si la propia España está construida o no por encima de las personas aunque estás sean un par de pares de millones. Me pregunto si por personas se refiere a ciudadanos o a un ente más abstracto. Me pregunto si la Constitución está por encima de las personas. Me pregunto por encima de cuántas personas es legítimo construir un Estado. Me pregunto si la nación sabe de las voluntades de sus ciudadanos, si acaso se les ha preguntado, libres, si quieren formar parte de ella.
Los antidemócratas, a parte de querer imponer su idea de España como proyecto colectivista, no están dispuestos a escuchar, libres los unos y los otros, a sus ciudadanos, pueblo a pueblo y respetar lo que decidan. Propietarios y predicadores del pensamiento único (cuando todo el mundo piensa igual es que nadie piensa mucho) imponen desde sus púlpitos la idea de una única España, una única forma de entenderla, una única forma de verla, incluso de quererla, imposición que, dictan sentencia, la avalan los casi 10 millones de votantes del PP (de un total de 44 millones de ciudadanos, por cierto) y sin ningún respeto sino más bien con desprecio y burlas –ingenuidad para muchos, doctrina practicante para otros (lo de las burlas)-, arremeten contra los otros muchos españoles con propias y legítimas ideas y pensamientos libres de qué es y cómo debe ser España.
A los que no nos consideramos españoles, incluso a aquellos que pensamos que España es rica y hermosa, que sus gentes merecen mucho la pena y mucho respeto piensen como piensen y que entendemos que un español esté bien orgulloso de serlo y de arroparse con su bandera si así lo desea, nos vendían la idea de que grande era aquel estado que permite la existencia de partidos políticos independentistas; llegan a más algunos, los más osados, afirmando que ello es ejemplo de auténtica democracia porque esa gran permisividad (habrá que dar las gracias) es suficiente para que todos nos sintamos cómodos en España; a partir de ahí oídos sordos porque no quieren hablar más del asunto. Y a no quejarse.
Otros, al contrario, consideran que formamos parte de “la suma de voluntades de todos los españoles, libres e iguales”, por real definición. Y si a alguno de esos españoles, representante democrático de una parte de estos, se le ocurre siquiera dar la palabra al pueblo –o el voto, que es lo que se da- para que se pronuncie al respecto, se le envía directamente a la cárcel.
Colorario: a los unos hay que darles gracias por dejarnos existir; de los otros habrá de cuidarnos el mismo dios que cuidó de Franco y de su patria.