lunes, 29 de octubre de 2007

Fernando Díez Villanueva

La web de Fernando Díaz Villanueva (sobre él).

¿Cómo llegué visitarla? Había leído algunos párrafos suyos, un par de cositas de un periodista al que no conocía, y me asombró lo bien que insultaba –sin complejos, y lo pobre de sus argumentos. El subconsciente me traicionó y aparecí en google escribiendo su nombre, segundos después estaba accediendo en su web al enlace “sobre mí”, decía literalmente así:
“He dispuesto está sección en mi página pensando en cotillas como usted. Para no defraudarle… … le diré algo sobre mí, aunque, créame, no hay mucho que contar.”

No dudaba que tuviera poco que contar; sonreí y creí que este tipo me iba a hacer pasar un buen rato. Pensé inmediatamente en las personas asiduas a visitar su espacio, su carta de presentación o espejo al público, y que debían de estar encantadas al saberse definidas como cotillas (según La R.A.E. persona amiga de chismes y cuentos). No me ofendió, al contrario, pues yo era en esos momentos uno de sus ciber-huéspedes, agradecí la sinceridad al saber lo que allí iba a encontrar: cuentos y chismes. ¿no es precisamente eso lo que buscaban los cotillas, como yo? Lógicamente un tipo que no tiene mucho contar de sí mismo y sabe insultar a las visitas a las que ofrece fábulas e invenciones, no podía sino empezar (y acabar) en Libertad Digital.

Seguí leyendo su segundo párrafo:

“Tengo 32 años y soy natural de Madrid, al igual que mi padre, mi abuelo, mi bisabuelo, mi tatarabuelo... hasta ahí llevo la cuenta. Es decir, que si en lugar de haber nacido en el foro, lo hubiese hecho en Azcoitia me hubieran concedido el carné honorario del PNV, por aquello de la pureza genealógica. Aunque, claro, eso aquí, afortunadamente, no se lleva. En los madriles a nadie se le pregunta de dónde es, porque ser madrileño consiste, básicamente, en vivir en Madrid. Eso es lo que hace grande a esta ciudad, rompeolas de todas las Españas…”.

¡Qué estás hablando sobre ti Fernando, que es tu presentación, qué son tus primeras palabras! Tanta obsesión buena no es. En cualquier caso y sin dudas, continuaba así:

"¡Madrid, Madrid; qué bien tu nombre suena, rompeolas de todas las Españas! La tierra se desgarra, el cielo truena, sonríes con plomo en las entrañas"

.. y acojonado pulse Alt + F4 .

No hay comentarios: