viernes, 17 de junio de 2011

Mi indignación

Me he tomado la molestia dejar dos mensajes en el blog de un político que dice se va a manifestar a favor del sistema; responden a sus palabras; las considero extensivas a toda la clase política, así que como un indignado más y aunque dije que daba el blog por cerrado, no puedo evitar compartirlas:

txantxangorri

A) “El sistema” está podrido. Los p0líticos que no tienen que dar cuenta más que a sí mismos NO tienen intención de cambiarlo. Es más, los políticos hacen la ley y hacen la trampa: presentate a la elecciones, gánalas y luego cambia el sistema te dicen. Ellos forrados de pasta pública controlando TODOS los medios de comunicación (unos de un lado y otros de otro, pero siempre de un lado “partidista”), otorgando licencias, decidiendo obras, gastos, subidas de impuestos, etc. etc. etc… Y felices, claro. Se jubilan con 8 añitos de no trabajar y de calentar un asiento en un parlamento, cuando van.

B) al ciudadano le dicen que las cosas se arreglan votando. Claro, a ellos: los políticos.

C) El sistema se protege a sí mismo. La Ertzaintza, por ejemplo, en vez de cuidar los barrios, las casas y los comercios de los ciudadanos, pasa las noches ante la Casa del Pueblo, la sede del PP o el Batzoki de turno. Y es que hay que proteger “la democracia” que no debe ser otra cosa que los partidos políticos. (añado: por cierto, entidades privadas subvencionadas con el dinero de todos. Con mucho dinero. Y a los que los bancos y cajas, acostumbran ¿será casualidad? a condonar créditos).

D)No conozco régimen político que se haya destruido a sí mismo. Ni siquiera la transcición me vale. De aquellos lodos… hoy juzgamos a Pinochet pero a Franco ni me lo toquen oiga. ¡Vergüenza que Chilenos y Argentinos hayan sabido superar “las leyes de punto final o amnistía” propias y juzgan a sus dictadores y aquí se presuma de transición!

E) Quienes tomaron la Bastilla infringieron todas las leyes y normas de entonces. Cambiaron el sistema, guillotinaron a un rey… Hoy son “Los Héroes de la Bastilla”.

Y ahora entre nosotros, amigo (si se me permite): ¿de verdad cree usted que los diputados y senadores que bien conoce, merecen el cargo solo por ser presentados en listas cerradas y haber recibido un puñado de votos, sin más aval? Así tenemos un Lehendakari NI-NI (NI HA ESTUDIADO NI HA TRABAJADO) y no pasa nada. Ahora bien, un funcionario sin título universitario no asciende. (añado: y un universitario diplomado o licenciado con suerte gana mil euros).

Y es más: ¿crees tú, como sentenció el T.C. firmemente sentando doctrina (con jueces nombrados a dedo por los políticos) que allí donde la Constitución dice que los poderes públicos deberán favorecer los cauces de participación ciudadana en asuntos políticos quería decir que con que los políticos te llamen a las urnas cada 4 años ya está cumplido dicho precepto constitucional? Es una auténtica aberración antidemocrática en toda su extensión, es sí: se lo pone a los políticos a huevo, de ahí no les mueve nadie.

Sinceramente, le creía más cercano al pueblo y menos aposentado en una poltrona.

¡Qué lejos viven de la realidad que sólo saben contabilizarla en votos!

Por cierto… que anuncia una convocatoria de manifestación “contra una parte muy importante del pueblo”. Recuerde que según el CIS, ustedes son el tercer problema para los ciudadanos, y le diré más, en la última encuesta sociológica, y eso que la encargan los partidos políticos, el que toque, el 51% de los ciudananos abogaban por un cambio de sistema porque éste, de verdad, que defrauda.

Si dentro de poco habrá que pedir permiso al concejal de turno, no ya para poner tejas verdes en el tejado de mi casa, que ya hay que hacerlo, sino hasta para mear.

Un saludo.

p.d.: perdón si hay fallos de redacción u ortografía, no tengo tiempo de repasar… me salió desde lo más profundo de mi “indignación”.


Y otro después, tras leerle que donde había que manifestarse no era ante el parlamento, sino ante la casa de Botín. ¡con dos cojones bien puestos! como si ellos no tuvieran responsabilidad alguna. Así que le dejo otras letras:

txantxangorri

Me permito recordarte que Botín tiene el poder que tiene porque ustedes se lo han “legislado” en el Parlamento.

Lo que simplemente sucede es que ha ido pasando el tiempo y los ciudadanos han aprendido que tanto los que van de socialistas obreros como los que no esconden su viva españa piensan más en sí mismos que en resolver sus problemas.

Y es que ustedes en eso están: en ocuparse de no perder el poder o en alcanzarlo. Lo del control de los medios es brutal; ahí cada oveja con su pareja.

Y tiene razón cuando afirma que muchos de los indignados no estarían ahí si tuvieran un futuro resulto y buenas perspectivas a la vista. La tiene toda. Pero olvida también que esas perspectivas se cuecen en el dichoso parlamento con las decisiones que llevan tomando 30 años. Y no me vuelva ahora con que vaya a casa de Botín. Porque si lo de este personaje es amoral los que con la ley debieran de evitarlo lo que han hecho es lo contrario: ponerle una alfombra roja bajo los pies. ¡Y ahora tienen la cara de escharle la culpa a él! ¿Es que los representantes del pueblo mandan menos que él? ¿Que leyes hacen ustedes que eso es posible?¿Por qué nadie tiene huevos de quitarles tanto “poder” con leyes realmente soberanas?¿Por qué si quiebra un banco nos vamos todos a la ruina?¿Qué han hecho ustedes todo este tiempo? (Pedirles también dinero a ellos y recibir suculentas condonaciones de deudas. Y eso no debiera haber pasado ni una sola vez).

Pero viene de puñetera madre porque ahora decimos que donde hay que manifestarse es ante su casa. La de Botín.

No, amigo, no. Ustedes son los que como representantes del pueblo tenían que haber devuelto al pueblo lo que es del pueblo y quitárselo a Botín.

Pero vaya y manifiéstese a favor del sistema, que estará dejando de lado a todos aquellos indignados, cuyas razones son de peso, pero que están atados porque ven que no pueden hacer nada por que esto cambie.

Bueno sí, recibir palos; y penas, que para eso está la ley... y la policía: para servir al pueblo. Da más la sensación de que para servirles a ustedes.

Me despido, como ve bastante indignado. Espero entienda que le toca, por que le toca. Es decir: porque es político y lleva viviendo de ello un carro enorme de años, por cierto. ¿cómo le ha ido la vida? ¿Mal verdad? Si en el parlamento hubiera ciudadanos de verdad y con problemas la historia sería bien distinta. Estas letras valen para todos: los malos y los buenos (que no dudo que los haya, pero son los menos y hablan bajito, que no salen en la foto).

Me gustaría que simplemente entendiera que hay más que motivos para, con lo que un ciudadano puede saber, exista indignación hacia la clase política, que no es ni más ni menos lo que está sucediendo. Y que muchos pensemos, como canta Ariel Rot: “Las manos que no quiero estrechar, son las que firman las leyes que no puedo obedecer”

Como siempre, un saludo.


miércoles, 11 de febrero de 2009

CERRADO por TEDIO

El que me provoca la clase política y mediática.

En cualquiera de sus tres acepciones:

1. m. Aburrimiento extremo o estado de ánimo del que soporta algo o a alguien que no le interesa.
2. m. Fuerte rechazo o desagrado que se siente por algo.
3. m. desus. Gran pesar.



No merecen ni un segundo de mi tiempo.

martes, 9 de septiembre de 2008

el padre que los parió


Aclaro: reniego de patrias y de banderas. No de la ideología (la mía), ni del concepto de democracia como sistema libre de organización o gobierno que no por definición ha de ser el único sistema, ni el mejor. Existen quienes se definen como “nosotros los demócratas” mientras erguidos sobre sus patas traseras practican en contra de la separación, la integración de unos poderes en otros. No me incluyo entre aquellos que se apropian de tal condición (dime de qué presumes y te diré de qué careces) y continúo, si acaso dando las gracias por mi político existir. No por ser yo, obviamente, sí porque durante estas líneas sigo siéndolo, constatado que en este estado constitucional que se dice de derecho y democrático, el PSOE y el PP se han convertido en el propio sistema que protegen con la ley creyéndose garantes de unos principios que, por lo que a mí respecta, pueden comerse con patatas, por más que los publiciten y propaguen de la mano del cuarto poder. O por más que comulgar con ciertos dogmas sea lo políticamente correcto; aunque éticamente lamentable.

Porque muchos de sus propios principios “para” el Estado les alejan de una concepción democrática del propio Estado, sin que nadie se apure lo más mínimo. Qué triste. Aprovecho la ocasión para enviar un saludo a los nuevos miembros del Consejo General del Poder Judicial, antes políticos que juristas.

Existen otros principios más particulares y partidistas: los del PP, por ejemplo, que detesto (ese liberalismo económico y social que en aras de una supuesta libertad individual permite forrarse a costa del prójimo, da igual que éste tenga hambre, importando más bien nada que acaparar libremente produzca unos desajustes sociales de escándalo; todo ello aderezado con un catolicismo arcaico, atroz, irracional, cruel e injusto, convirtiéndose el todo en un auténtico esperpento, como diría Jesucristo si levantara la cabeza y se viera viajando en lo ideológico con semejantes compañeros), o los del PSOE que no puedo detestar porque los desconozco.

El PP ni engaña ni sorprende, aunque en ocasiones prefiera otorgar callando ante lo poco popular –digo electoral, de su auténtico sentir, o de lo mucho que se divorcian sus dirigentes. Ello les honra; lástima que crean tanto en el poder del dinero. O sólo en las personas con poder y dinero, que es lo mismo.

Me desconcierta sobre manera este PSOE, a la siniestra de los populares.

Recuerdo el pasado reciente, mientras hombres y mujeres socialistas corrían frente a los grises, pancarta en mano, luchando por avances democráticos como “la república”, “la amnistía”, “la autodeterminación”, “la igualdad” o “la libertad”, sus clases dirigentes pactaban lo contrario con franquistas, cardenales y militares, olvidando sus principios irrenunciables y legitimando su sistema.

Buscando documentación sobre el socialismo, por ejemplo, si uno accede a su página web descubre que sus “ideas y valores” son las resoluciones políticas de su 37 y último congreso. Y es que los principios ideológicos del PSOE del siglo XXI se reducen a una sencilla lista de demandas más o menos sociales. Y más o menos justas. Y hasta ahí puedo leer. La libertad, la democracia, la autodeterminación, la igualdad y la justicia, o la República, hace tiempo que son palabras vacías en el PSOE, no sé si también en el socialismo español. No sirve de excusa la tan alabada transición, por pactada. El pacto exige renuncia. Ahora que tanto se suspira por la Memoria Histórica podría alguien recordar a los políticos socialistas que pactar no es renegar de por vida de los principios por más que en el primer intento no se reflejaran en la norma acordada. O en el segundo, o en el tercero… Se puede pactar una monarquía parlamentaria en función de las circunstancias, admitamos pulpo como animal de compañía, pero no por ello renunciar ni dejar en el fondo de un polvoriento cajón, junto al ideal de una democracia más justa, la histórica demanda socialista de la República. Hoy al contrario, se mantiene aupada de por vida, por ley y por encima del ideal de igualdad socialista, a cierta familia que mientras tanto se enriquece.

Porque el socialismo era, en origen, algo distinto: una ilusión por la igualdad jurídico y política de todos los entes sociales, por el reparto de la riqueza, por evitar que pocos acaparen mucho, por cuidar de la clase obrera y del más débil, era regular las huelgas y combatir contra las consecuencias sociales tan desastrosas que suponía entregar el poder al capital. Y sobre todo el socialismo lo que nunca fue es conservadurismo, acatamiento y sometimiento de los propios ideales.

Hoy en día el capital tiene el poder y el mundo es aún más injusto (hay más ricos y más pobres); a la par la ideología socialista dormita cómodamente sin pelea cuando más sentido debiera tener. Han renunciado al estado socialista, o más socialista al menos, y se han abrazado a “la ley y al capital” por encima de las personas y la igualdad. Eso es lo que gestiona el PSOE del siglo XXI.

En el terreno económico suben un pelo los impuestos y promueven, tal vez, más gasto social, pero son más de lo mismo no dudando en someterse al intervencionismo capitalista proveniente de la vieja Europa, donde al contrario que otros partidos socialistas europeos que se posicionaron en contra por principios, hasta conseguir detener al menos por el momento la articulación de una Europa de/en manos del capital, los socialistas del PSOE apoyaron el proyecto no por socialista sino como ley garante del sistema, importando poco los principios a los que renunciaran (posiblemente porque están ya olvidados).

Siguen sin acordarse del 0,7% del PIB que iban a destinar a ayudar a los más desfavorecidos del planeta.

Esperpéntico fue también que un socialista quisiera aupar a un franquista a la Lehendakaritza. Se mire por donde se mire, no tiene socialista justificación, menos en aras de una mentira.

Más se manifiesta el vacío de contenido puramente socialista dentro del partido, tras constatar que en su seno se podían defender principios e ideologías profundamente contrarias. Así los mismos Redondo Terreros, Gotzone Mora y Rosa Díez, socialistas de reconocido prestigio que fueron aupados y aplaudidos por sus propios compañeros, hoy son loados por la extrema derecha sin necesidad de haber renunciado a nada y sin que, ante la evidencia, en su día fueran expulsados del partido que los mantuvo única y sencillamente por propio interés partidista-electoral.

Es un partido en el que la férrea disciplina impuesta obliga a sus federaciones a actuar en contra de sus propios principios y a renunciar a su propia independencia. Caso fragrante en Navarra, actuando en exclusiva clave de poder cuado el socialismo debiera guiarse por la ideología y los principios.

Se venden exactamente igual que un político de derechas. Diría que hasta más baratos.

Siendo del PSOE, además, se puede admirar a ex-capitanes generales condenados por terrorismo y torturas, amén de a otro tipo de delincuentes de estado, acudir a visitarles a las cárceles o recibirles con vítores a su salida, como hace Rodríguez Ibarra, todo un barón.

Se puede renunciar también a la paz e integrarse en la OTAN, incumpliendo nuevamente la palabra y comiéndose los principios, éstos que van quedándose por el camino: no existe otra manera de construir el mundo a imagen y semejanza del capital. No es de extrañar que uno no sepa hoy qué es ser socialista, ni para qué sirve enrolarse en el PSOE sino es como oposición a quienes se enrolan en el PP.
También se puede jurar un cargo ante el dios católico, por devoción ..., y organizar actos de estado de manos de todo un monseñor, por muy laicistas que sean los principios del que jura y del gobierno; sin otra necesidad aparente que la mera estética, ya se sabe que si se trata de aparentar, si hay que tragar se traga.

Esta falta de ideología en el partido socialista ha sido sustituida, como dije, por la defensa de ciertos reconocimientos sociales y punto. No hay más socialismo porque haya más matrimonios entre personas del mismo sexo. Ahora sé (y es un descubrimiento que comparto) porque su lema favorito es “El Cambio”, y es que lo han hecho tanto que ya no les reconoce ni el padre que los parió.

viernes, 5 de septiembre de 2008

se lo merecían

Cuando la tengo entre manos gusto de disfrutarla, poder recrear la vista, al relax de maritxu, tirado en el sofá. Casi oler sus olores. Y me encanta, porque siempre-siempre me mantiene la sonrisa dibujada en el rostro e incluso me provoca con sus mejores gracias alguna risotada. Y aunque pueda parecer un ideal de mujer se llama El Jueves.

Inspiradora constante en asuntos concernientes a la real familia o políticos, y víctima de la represión propia de un Estado de Derecho. Ahí está el secuestro legal que sufrió hace algo más de un año por una portada que encandiló a media España, y parte del extranjero.

Seguro como estoy de que los culpables de semejante tropelía descienden, línea genética pura, de aquellos primeros trogloditas que hacían arte en las paredes de sus cavernas, no cabe otra explicación a poseer tan en forma el gen del ingenio, propongo sean nominados para el próximo Cervantes atendiendo también, y cómo no, a la cantidad de usos y manejos que hacen del castellano los protagonistas de sus historietas, la calidad de sus expresiones y la buena grafía que acostumbran, lección básica de caligrafía (¿cuántos de los nominados podrían presumir de una obra hecha a mano y con mejor letra?).

Puestos a inventar y aunque mis ídolos de hoy no puedan presumir de hacerlo tan bien como los políticos, o a soñar, término que los anteriores desconocen, se hace justicia y les es otorgado tan insigne gallardón. Perdón, galardón. El día del mes del año de turno, en el lugar correspondiente, Manel (un ideólogo) y Guillermo (un brazo ejecutor), debidamente trajeados con bañadores pirata rojos y gualdas, reciben de manos de quien corresponda la tira enrolladita que se otorga en tan insigne momento. El respetable interrumpe con un aplauso atronador. Los premiados ante tanto halago deciden darse la vuelta, quitarse el sombrero, bajarse los bañadores y mostrar sus calvas al respetable, que responde con vítores y demás pedorretas.

Al día siguiente, miércoles, la portada de El Jueves se inspira en el momento que se vivió a continuación (recuerde que estamos soñando): el juancar, el felipe y sus mujeres, demás prole real y jetas adjuntos (por abreviar), una tira enrolladita, Manel y Guillermo, sus calvos y el respetable aclamando “¡Queremos ver, un calvo Real. Queremos ver, un calvo Real!”.

¿Genial?

Lástima que al despertar continúe la pesadilla: de un país monárquico por imperativo de una manada de políticos de izquierdas que para asegurarse la poltrona besaron la mano real, renunciando a uno de sus principios básicos, La República, amén de a la auténtica democracia; de un estado entre cuyos tres poderes los poderosos han tejido tal cantidad de puentes que si cada uno fuera una isla no podría verse una gota de océano entre ellas desde el espacio. Gotas de océano sinónimo de libertad social ahí abajo y sin luz, mientras asidas al hormigón de esos puentes se instalan enormes hélices marinas para encauzar debidamente la corriente oceánica, desnaturalizando el fondo y creando nuevas islas subterráneas contra viento y mareas. Como el islote subterráneo y antinatura que significa hoy la monarquía.

Luchando entre el hedor de esas corrientes conocí El Jueves.

No me queda sino pedir tres hurras por quienes tienen la culpa satírica de sus contenidos, inspirados sin duda en una vida… tan Real!.

martes, 2 de septiembre de 2008

sobre el imperio de la ley

German Yanke, editor de EstrellaDigital, con su título de ayer “Nacionalismos e imperio de la ley”, nos ilustra sobre las ridículas pataletas nacionalistas vasco-catalanas y reparte contra el PSC e Ibarretxe, por supuesto. Como corolario La Ley, mientras entona el “no pasareis” y refiere a ciertos totalitarismos pasados; paradójico.

Estoy tan inspirado por sus cavilaciones que no puedo sino objetar, provocado y en mayúsculas: La Ley es una mierda, por mortal y cambiante. Y me da igual qué ley sea la que él refiera, que entiendo que es siempre la máxima, la que de ser ideal debiera contar con la aprobación mayoritaria del sujeto político que la sufre (lo que no siempre sucede ni en democracia). Me ha gustado sobremanera el argumento democrático del “ante la ley no hay queja ni pataleta”.

Sobre el acatamiento de las leyes, por el que tanto suspira el editor, mucho podría decirse, aunque intuyo que lo que a German le gustaría es que la acataran vascos y catalanes, convencido como está de que no lo hacen, y punto. Mientras, cabe objetar de una asignatura como educación para la ciudadanía colocándose por encina de, también, la ley. Seguro que el lector conoce de ejemplos similares según la norma la crearan unos y haya de aplicarse donde gobiernan los otros. El argumento pues de que los nacionalismos, siempre periféricos, tienen que acatar la ley se prostituye cuando proviene de unos entes políticos que no son capaces de predicar con el ejemplo: ahí está lo que queda del Estatuto de Gernika, ridiculizado e ignorado como jamás pensé que se haría con ninguna ley española, si exceptuamos la ley antitabaco.

Resulta más falaz el argumento si uno se toma la molestia de buscar, ante tanta evidencia, un momento o lugar en que La Ley española haya sido prostituida en el País Vasco. ¿Cuántas sentencias ha recibido el Gobierno Vasco por incumplimientos de la santa y sacra Constitución? Hasta hoy ninguna. Aclaro por si alguno no se había dado cuenta, no siendo de extrañar que ante tanto amarillismo parte de la ciudadanía tome falacias como verdades. Así llevamos, ni se sabe los años, escuchando que en Euskadi no se cumple la ley. Y los tanques aún sin salir de los cuarteles.

No voy a negar la evidencia de ciertas normas recurridas por unos u otros gobiernos autonómicos en los que los tribunales, hasta europeos, han ido dando la razón indistintamente a unos un otros, como tampoco negaré la evidencia, me guste o no, de la labor del Tribunal Constitucional en cuanto a garante del discurrir autonómico. Pero es que llegar hasta el Tribunal Constitucional es legal. Y democrático. En el caso de la tan denostada ley de consulta vasca, se mire por donde se mire, aún no se ha cometido delito. Si se prohíbe y se celebra cabría hablar entonces de un primer supuesto, mientras para algunos es el “enésimo ejemplo” de la actitud ilegítima de Ibarretxe. En fin.

Recordar la presunción de inocencia, tampoco está de más, hasta para una ley.

Esta distinta vara de medir, según se critique una legítima ansia más o menos españolita, es más evidente si recuperamos el tan recurrido argumento de la alternancia, tan necesaria en Euskadi y Catalunya para librar a los ciudadanos españoles, y catalanes y vascos, del legislar con alma nacionalista de dichos Gobiernos Autonómicos. No debiera ser necesario recordar que esos gobiernos son tan legítimos como el que legisla desde Los Jerónimos, pero hay que hacerlo por desgracia ante la deriva que toman los gestores de este periodismo ideológico, parece que constructor de la verdad democrática. Recuerdo, por ejemplo, que en el Gobierno Vasco ha habido consejeros del PNV, sí, pero de EA, de IU y del PSOE también, amén de EE (absorbidos por el PSE en su día), como que jamás un único partido ha gobernado el País Vasco en solitario. En Castilla La Mancha, o Extremadura, por ejemplo, desde casi los tiempos del Caudillo, sólo ha habido consejeros socialistas. Extraña que a D. Rodríguez Ibarra, defensor a ultranza de aquellos delincuentes del Gal que el Tribunal Supremo enchironó previos generosos y malolientes indultos gubernamentales sellados por un Borbón, nadie le recordara con la misma insistencia lo ideal de la alternancia política en los gobiernos. O a Bono. O en Murcia, o en Castilla León. O en Andalucía. Y es que la democracia no implica por propia definición alternancia, si acaso ésta puede ser una consecuencia si así lo estiman los ciudadanos votantes, aburridos del legislador de turno. Sin alternancia pues, también hay democracia.

Visto que mis palabras, quisieran ser debidamente argumentadas, viajan viento en popa toda vela, no puedo sino entrecomillar un extraído directo del texto al que refiero: “Lo que ocurre es que ese argumento es la ley, y el imperio de la ley es, en definitiva, lo que sostiene la seguridad jurídica y el Estado de Derecho que da carta de naturaleza a nuestros derechos y libertades” Y tiene razón: la ley sirve para eso. Pero se equivoca gravemente, sino engaña, presentando a ciertos vascos y catalanes como enemigos de la ley, cual trogloditas. Creía que un editor de tanto renombre sabría distinguir entre un anarquista independentista y un demócrata; señor Yanke, los nacionalistas vascos y catalanes no reniegan del imperio de la ley, simplemente abogan por cambiarla. No buscan Estados independientes cual repúblicas bananeras, sino nuevas estrellas legales en la bandera de la UE. Cualquier otra sugerencia es falaz. Guste o no. Devenir político que recuerda la lucha de un pequeño David sin onda, contra un Goliat tramposo y poderoso, por cierto.

Es triste escuchar argumentos tan insípidos en boca de quienes se creen no sólo demócratas, sino garantes de la democracia desde su cuarto poder, sin entender si quiera que en su esencia ésta permite despreciar la ley, si se acata, criticarla e incluso intentar cambiarla. ¡Es que es legal hasta prometer acatarla por propio imperativo legal!... como han hecho ya casi un centenar de diputados en los últimos 30 años. El Señor Ibarretxe, hasta ahora y que se sepa, no ha cometido ningún delito, ni ha declarado la Independencia unilateral del todo o parte del territorio vasco. Lo que intenta hacer, en cambio y en democracia, es luchar por su estrella con lo poco que le queda: la palabra y el parlamento vasco. Con la sociedad, está visto, no le quieren dejar… ¿en democracia?. Ese es su delito.

Este amarillismo ideológico y editorial con el tema de ciertos nacionalismos, que permite mentir hasta la saciedad y negar la evidencia las veces que fuera necesario, ha conseguido que para muchos ciudadanos Ibarretxe sea visto antes como un delincuente separatista y enemigo que como un mal político, si quiera. Que puede serlo. Mientras tanto los jueces aún no han dicho ni mu.

Para relajar el final, y porque se lo merece tan insigne editor, he aquí un claro ejemplo, publicado el mismo día, del periodismo que se estila por sus lides digitales:

“-No sé si votar a la derecha, que se equivoca entregando los restos de las víctimas del Yakolev a quienes no son sus familiares, o a la izquierda, que se confunde y entrega las cenizas de los muertos del Spanair a familias distintas de los fallecidos.”

Es el texto con el que “ilustra” martinmorales su última viñeta (¿humorística?) y que titula “Todos nos confunden” comparando el engaño, la estafa y la ruindad para con las familias del Yakolev, con un descuido entre dos ataúdes de un funcionario funerario. Eso es amarillismo político, también, amén de humanamente intolerable con la tragedia aún tan cercana. O es eso, o la obra de un gilipollas. Ya se sabe como las gastan hoy en día los departamentos de personal de ciertos medios.