Cuando abrí el blog no sabía a donde me iba a llevar. Realmente tampoco sabía que hubiera una meta que alcanzar; no tenía ni idea de que en unos meses iba a sucumbir. Porque hoy leo más palabras anónimas que nunca.
Es bien sabido que la mentira quedá escrita en el periódico de mañana (no lo digo yo, lo dice una canción y con eso debiera bastar en este mediático mundo). En serio, la frase es cierta. Cuando una editorial se escribe, o un articulista alucina, siempre es sobre hechos consumados. O casi siempre. ¡Cómo va a ser noticia algo que no ha pasado!, habrá quien piense así. Pero es que cuando está por producirse, fabulan sobre lo que no saben: si tienen el dónde y el cómo, el cuándo se lo inventan, lo moldean a su antojo. Porque hay una ideología (línea editorial) previa que decide trazos y colores a aplicar. Es así como dicen saber más de mí que yo mismo.
Esa prensa que sabe interpretar pensamientos ajenos recuerda a esos estafadores de las cartas que son capaces de decirle a él como será la vida futura de ella (o viceversa), sin conocerla absolutamente de nada, sin haberla visto, sin que siquiera ella echara sus cartas. Así de magos son.
Quien les compra, o simplemente les lee, sabe de sobra el retrato que hallará en según qué páginas o editoriales; sabe la mentira que busca, sobre todo aquellos que gustan de que otros piensen por ellos. Esa elección es sinónimo de libertad, y no criticaré, ni interpretaré, deseos privados.
Me centraré despues de escalar ramas arriba y correr el riesgo de perderme. ¡Pero es que el árbol es tan frondoso, tiene tanto de qué avergonzarse!. Otro día seguiré dando litera-cera a la prensa, articulistas, tertulianos y demás; todos santos de mi devoción, porque dan un juego... (entiéndase la ironía).
Lo que deseo subrayar es mi sorpresa ante esta nueva forma de enfrentarse al mundo político: sin pedrojotas o enrics, sin fedes ni césares, sin francinos ni iñakis, en este mundo mágico de arañitas que no cesamos de tejer la misma red, cada cual a su gusto. La unión hace la fuerza ¿no dicen que internet une?
Y así es. Y con la suma se gana perspectiva, te ahorras tener que escuchar, de boca de quienes algo se creen, barbaridades de una realidad manipulada; ante las burradas propias redactadas en un blog, sin embargo, caben siempre el comentario y el debate, de igual a igual. No vivimos de ello. Ni para ello. No hay hipoteca más allá de la conciencia de uno mismo al escribir.
Direis que también entre nosotros, muchos consumimos información sesgada, que elegimos la fuente que nos cuenta las cosas como las queremos oir. Tal vez, pero cuando uno enciende el ordenador y se encuentra contigo, con él, con unos y otros, se da cuenta de que no necesita de lúnaticos que le hagan un mal dibujo de la realidad y de que tiene ante sí decenas de escenas diferentes que forman toda una.
Es bien sabido que la mentira quedá escrita en el periódico de mañana (no lo digo yo, lo dice una canción y con eso debiera bastar en este mediático mundo). En serio, la frase es cierta. Cuando una editorial se escribe, o un articulista alucina, siempre es sobre hechos consumados. O casi siempre. ¡Cómo va a ser noticia algo que no ha pasado!, habrá quien piense así. Pero es que cuando está por producirse, fabulan sobre lo que no saben: si tienen el dónde y el cómo, el cuándo se lo inventan, lo moldean a su antojo. Porque hay una ideología (línea editorial) previa que decide trazos y colores a aplicar. Es así como dicen saber más de mí que yo mismo.
Esa prensa que sabe interpretar pensamientos ajenos recuerda a esos estafadores de las cartas que son capaces de decirle a él como será la vida futura de ella (o viceversa), sin conocerla absolutamente de nada, sin haberla visto, sin que siquiera ella echara sus cartas. Así de magos son.
Quien les compra, o simplemente les lee, sabe de sobra el retrato que hallará en según qué páginas o editoriales; sabe la mentira que busca, sobre todo aquellos que gustan de que otros piensen por ellos. Esa elección es sinónimo de libertad, y no criticaré, ni interpretaré, deseos privados.
Me centraré despues de escalar ramas arriba y correr el riesgo de perderme. ¡Pero es que el árbol es tan frondoso, tiene tanto de qué avergonzarse!. Otro día seguiré dando litera-cera a la prensa, articulistas, tertulianos y demás; todos santos de mi devoción, porque dan un juego... (entiéndase la ironía).
Lo que deseo subrayar es mi sorpresa ante esta nueva forma de enfrentarse al mundo político: sin pedrojotas o enrics, sin fedes ni césares, sin francinos ni iñakis, en este mundo mágico de arañitas que no cesamos de tejer la misma red, cada cual a su gusto. La unión hace la fuerza ¿no dicen que internet une?
Y así es. Y con la suma se gana perspectiva, te ahorras tener que escuchar, de boca de quienes algo se creen, barbaridades de una realidad manipulada; ante las burradas propias redactadas en un blog, sin embargo, caben siempre el comentario y el debate, de igual a igual. No vivimos de ello. Ni para ello. No hay hipoteca más allá de la conciencia de uno mismo al escribir.
Direis que también entre nosotros, muchos consumimos información sesgada, que elegimos la fuente que nos cuenta las cosas como las queremos oir. Tal vez, pero cuando uno enciende el ordenador y se encuentra contigo, con él, con unos y otros, se da cuenta de que no necesita de lúnaticos que le hagan un mal dibujo de la realidad y de que tiene ante sí decenas de escenas diferentes que forman toda una.