jueves, 27 de marzo de 2008

sexo e ideología y sexo

Si no quieres perder el tiempo, no sigas leyendo.
Pongamos una pareja de afiliados a un partido de izquierdas y laico, hombre y mujer (si bien pudiera ser también una pareja de personas del mismo sexo) e imaginemos, mucho es, su amor y su relación sexual.

Pensemos ahora en una pareja de afiliados a un partido de derechas y católico e imaginemos, mucho es, su amor y su relación sexual.

¿Hemos imaginado el mismo amor y la misma relación en ambos casos? Yo no. He imaginado, sencillamente, algo distinto de cada pareja porque imagino personas distintas en cada caso, con circunstancias distintas.

Añadamos algún dato: ambas parejas están casadas e involucradas en diversas tareas, igual de imprescindibles que de poco gratificantes, dentro del partido al que entregan gratis parte de su tiempo desde que tenían 16 años, todos. En ambos casos su afiliación es por motivos puramente ideológicos, ni formales, ni interesados. Son los clásicos afiliados por convicción. Cada cual a su partido.

Las cuatro personas que forman estas dos parejas son, por ejemplo, ellas géminis y ellos capricornios, habiendo nacido todos el mismo año. Trabajan en la misma multinacional, en departamentos distintos, ganan los mismos sueldos. No tienen hijos en ninguno de ambos casos.

Pensaréis que estoy mal de la cabeza por insinuar semejantes sandeces. Tal vez sí, o tal vez no: seguramente lo mío viene ya de atrás; descubriré ahora el misterio pero antes volvamos a imaginar a ambas parejas, su amor y su relación sexual.

Recordemos el sexo que nos gusta y en cómo nos gusta.

Jornada electoral. La parejita de izquierdas acude como interventora al mismo colegio electoral, y mismas mesas, que la parejita de derechas. Sería raro que para la ocasión ambas parejas eligieran una misma vestimenta. El resultado electoral es empate técnico. Conducen ellos camino a sus domicilios, en el mismo barrio. Ni se habían visto, ni se conocían.

Esa noche, cada pareja a su manera, hace el amor (mantiene relaciones sexuales).

Recordemos el sexo que nos gusta y en cómo nos gusta, otra vez. Elijamos de qué pareja nos gustaría formar parte en aras de un mayor goce y disfrute, exclusivo, de nuestros cuerpos y nuestras mentes.

Elijamos la laica de izquierdas o la católica de derechas (no hay más opciones en este caso).

Elijamos.

A estas alturas sólo caben dos posibilidades: haber sido capaces de elegir o no.

Los que hemos sido capaces de elegir –lo confieso, hemos presumido distintos comportamientos sexuales en función de la ideología Sigmund Freud debiera tal vez resolver el misterio pero si es cierto que hay una relación entre la forma de concebir el sexo compartido y la ideología ¿qué fue primero el huevo o la gallina? ¿El instinto o el partido? Tal vez todo ello en su conjunto no sean más que planteamientos de vida distintos.

Os preguntareis a qué ha venido todo esto: sencillamente he leído una estadística según la cual las personas apolíticas y/o cercanas a posicionamientos de extrema izquierda son las que tienen menos quejas de la calidad de sus relaciones. Y hasta casi le he encontrado un porqué, de hecho hice mi elección.

Pero por otro lado quiero estar convencido de que muchos de vosotros, inteligentemente, habéis llegado hasta aquí sin tomar una decisión, unos por considerar la pregunta del todo ilógica y otros sencillamente por no saber posicionarse: a todos, entendiendo la cuestión como completamente absurda, que lo es tal vez, diré que les comprendo, porque esta historia baladí es fruto de una paranoia mal planteada sin duda y que lucro con mis propias palabras; éstas que, para aquellos que entienden que no debiera haber diferencias sexuales por motivos ideológicos, no pueden sino dibujar un final de sexo compartido entre ambas parejitas.

¡Qué mejor manera de pactar para resolver el empate técnico!

miércoles, 26 de marzo de 2008

boicot, or not.

China es una República Popular, como su auténtico nombre indica. Tiene además su propia constitución de 1982, gracias a la cual su Jefe de Estado es Hu Jintao, después de que entre 1969 y 1983 el país subsistiese sin que nadie ocupara dicho cargo.

China está habitada por algo más de 1.300 millones de personas y, aunque existe una mayoritaria, están reconocidas un total de 56 etnias distintas.

Varias veces he argumentado, a modo aristotélico, que lo importante no es tanto el sistema de gobierno como que quien gobierne lo haga realmente en favor del pueblo.

Los afortunados que vivimos en este primer mundo vestimos prendas manofacturadas en, relojes fabricados en, compramos juguetes a nuestros hijos producidos en y consumimos tecnología “made in”, China.

El pueblo chino sufre, tanto menos o más que otros pueblos. Las diferencias sociales entre las clases dirigentes y el pueblo las imagino, no sé si benévolamente, idénticas a las que existen entre los jeques saudís, tan amigos de la monarquía española, y sus sirvientes, por ejemplo.

Dicho lo cual no debiera de litigar con especial dureza contra China, más aún cuando los chinos no me han hecho nada, o al contrario, me lo hacen todo igual de bueno, igual de bonito y más barato, al parecer.

Tampoco haré pedagogía demagógica de medidas tales como la prohibición de engendrar y dar vida a más de un hijo por pareja en las zonas urbanas, o a dos en el las zonas rurales si la primogénita es precisamente mujer. No más allá de la prohibición vaticana del uso del preservativo incluso allí donde el sida y otras enfermedades de transmisión sexual mutilan poblaciones pobres y ruines, ruines y pobres. Ambas situaciones provocan sufrimiento, dolor y muerte de personas, grandes o pequeñas, tan humanas como usted o como yo.

Como tampoco sería justo subir la voz cuando hablamos de las condiciones de trabajo del proletariado (hombres, mujeres y niños) chinos, más allá del volumen con el que criticamos la explotación vía prostitución de éstos mismos gracias al turismo del primer mundo en otras zonas del planeta, o más allá de la propia experiencia, histórica y relativamente reciente.

Tampoco quiero referirme a las violentas represiones contra los nepalís porque de reprimir con violencia bien saben los gobiernos del primer mundo que, aprendidas las lecciones que da la historia, acostumbran a desahogarse últimamente con ciudadanos ajenos, bien sean europeos, asiáticos, americanos o africanos los sometidos.

Con todo ello no quiero decir que no haya que publicitar y denunciar cuanto allí sucede.

A quien sí critico, hoy directamente, es al Comité Olímpico Internacional por hacerme pasar por esta tesitura: boicot (aunque el de este humilde no pudiera ser más que televisivo), o no boicot, como el “to be or not to be…” de mi conciencia.

mi propio sonrojo

He recibido últimamente dos noticias agradables y un encargo (aunque siga sin entender muy bien los memes).


Las noticias agradables me han llegado de Adnama y su "Como no sabían que era imposible lo hicieron" y de El Duende y su "Travesía en el desierto", a quienes agradezco el detallazo de haberse acordado de uno y a quienes "tan bien" maldigo (guiño) por partida doble: ahora debo repartir premios (con lo mal que hago de jurado) y por no poder enviárselos en viceversa pues han sido galardonados con anterioridad.
Este es el premio recibido de El Duende, del cual deseo hacer también merecedores a:
Quienes deberían otorgar el premio a otros tantos blogs.

Este es el premio recibido de Adnama y del cual deseo hacer también merecedores a:

Quienes también deberían otorgar el premio a otros tantos blogs.

Ahora paso a hacer los deberes de forma rápida y tardía: el meme (que sigo sin entender muy bien).

Todo viene de aquí Cambiaré palabras "raras" por palabras feas y añadiré otras palabras "bonitas" que se pueden leer en este blog:

Feas y raras: política - políticos - medios - partidos - democracia

Bellas: paz - sexo - vida - convivencia - amor

En la cuarta línea de la página 18 del libro que tengo a mano dice: "Si vives en el domicilio cambia la cerradura".

Y sobre los tres blogs que me influyeron a la hora de crear el mío, seré honesto: Javier Ortiz, Wyoming y Javier Marías.

Y bueno... como han tenido la osadía de darme un premio paso el testigo del meme a Adnama y a El Duende.
Gracias a todos y un abrazo.

martes, 18 de marzo de 2008

Recuerdos de 156 diputados

Sirva este post de punto y final del to be continued… al menos hasta dentro de cien días, los que solían concederse de beneplácito al nuevo gobierno y a la nueva oposición.

Concretaré más el título: si yo fuera Rajoy recordaría un gobierno con 156 diputados. Y dice así...

Si yo fuera Rajoy recordaría que Aznar antes de llegar a la Moncloa criticaba el chantaje que sufría el PSOE con la exigencia catalana de cesión del 15% del I.R.P.F para luego pactar, cuando obtuvo 156 diputados, una cesión del 30% con CiU.

Si yo fuera Rajoy recordaría los guiños entre Arzallus y Aznar durante su primera legislatura presidencial, con 156 diputados, y los recibimientos a éste en las escalinatas de Moncloa.

Si yo fuera Rajoy recordaría que Aznar también negoció (autorizó contactos), se ponga como se ponga, con el Movimiento Vasco de Liberación, con 156 diputados.

Si yo fuera Rajoy recordaría que la mesa nacional de Herri Batasuna había sido condenada a 7 años de cárcel que al final quedaron en uno sólo, cuando los 156 diputados.

Si yo fuera Rajoy recordaría los acercamientos de presos, cuando los 156 diputados, y los reajustes de penas, por ejemplo de De Juana Chaos, y la puesta el libertad de terroristas –gracias a unas condiciones de reducción de condenas que hoy no se aplican, y que pocas o ninguna crítica fueron hechas, menos de sus colectivos de víctimas, aunque alguno de éstos volviera a asesinar.

Si yo fuera Rajoy recordaría que aquella primera legislatura aznarí, y pese a todo, tuvo de crispación bien poco, pese a haber contado con un gobierno necesitado de constantes apoyos, de 156 diputados.

Si yo fuera Rajoy recordaría que por ahí se consiguió la mayoría absoluta que dejó atrás los tiempos de los 156 diputados.

Si yo fuera Rajoy recordaría que Aznar inició una época de deslealtad para con sus ex-socios y una deriva hacia su pensamiento único cuando constató que el rival político vivía una lucha interna encarnizada (Almunia, Borrell, Bono…), que las encuestas a favor abrumaban y que ya no tenía solo 156 diputados.

Si yo fuera Rajoy recordaría que Aznar pasó de hablar catalán en la intimidad a no escuchar al enano de Pujol aunque éste hablara en castellano.

Si yo fuera Rajoy recordaría que el intento de imposición del pensamiento único (más en Euskadi) pasaba por idolatrar con todos los medios a quienes no tenían nada que reprochar de la dictadura franquista (Mayor Oreja & Cía), por convertir en delincuentes a quienes con 156 diputados le habían apoyado y que aquella aventura acabó en desastre.
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Si yo fuera Rajoy recordaría que 150 toneladas de crudo diarios no son hilillos de plastilina.

Si yo fuera Rajoy recordaría que si el pueblo no quiere la guerra no se va a la guerra y punto, en democracia y aunque se tengan muchos más de 156 diputados.

Si yo fuera Rajoy recodaría que aquellos que eran amigos y aliados cuando los 156 diputados, aquella época en la que el pacto era esencial, hoy no quieren nada con él ni con su partido.

Si yo fuera Rajoy recordaría que no existe una única visión de su España y que España también era la de los 156 diputados.

Si yo fuera Rajoy habría visto como Zapatero aprendió la lección, la de los 156 diputados, y recordaría que jamás ha gobernado con tan pocos.

Si yo fuera Rajoy después de recordar tampoco me hubiera ido. De haberlo hecho el ruido de sables en la calle Génova sería enorme: su partido correría grave riesgo de involución por una lucha interna que hoy adivinamos pero que gracias a su decisión solo podemos imaginar (se mire por donde se mire trasmitir una imagen de tranquilidad interna, aunque sea aparente, es lo mejor para un partido que aspira a gobernar).

Si yo fuera Rajoy en el próximo congreso enseñaría la lección de los 156 diputados a todos aquellos que o no la aprendieron bien o la olvidaron pronto

Si yo fuera Rajoy, en el 2011 con todo en orden y sin su España rota, dejaría paso a una cara nueva, que careciera de hipotecas políticas del pasado y recitara de memoria la lección de los 156 diputados.

Pero yo no soy, gracias a Dios, Mariano Rajoy.

domingo, 16 de marzo de 2008

A dónde vamos, de dónde venimos

"La desconsideración de esta chiquilla con su padre, al día siguiente de su muerte, se podría resumir diciendo aquello de "sarna con gusto, no pica". Repito lo ya dicho, mientras se maten entre ellos, no tengo nada que objetar, porque todos quedan contentos: los asesinos, los familiares y, ¡ quién sabe !, tal vez el propio muerto."
Z.P. Nunca Mais Miércoles, 12 Marzo 2008 22:56



Esta es una respuesta de reafirmación y apoyo (lo que es más grave) a un putrefacto artículo que he leído en relación al vil asesinato de Isaías; su autor, persona adulta y con derecho a voto, se describe a sí mismo. Cansado como estoy de tanta ruindad no sostendré que el problema mental de este individuo sea extrapolable a una masa importante de la sociedad; intuyo en cualquier caso que cada día son más los que actúan como el citado personaje desconociendo la diferencia entre la libertad y el libertinaje.

Me agradaría sobremanera saber que entre los que llegáis, ni sé cómo, a estas líneas nadie estará de acuerdo con semejante sandez, sobre todo para evitar tener que leer respuestas como la citada arriba, acongojado como estoy viendo que en algunos blogs se ha llegado a decir que nos encontramos a las puertas de la II Guerra Civil, así en mayúsculas.

¿Es sano esto?

Algunos pensáis, estoy seguro, que todo es coyuntural y que sólo son unos pocos. Ojalá tengáis razón, si bien lo fácil que es encontrar opinantes obtusos en los medios y en la red invita a pensar con cierto pesimismo hasta a los más optimistas.

Me pregunto qué se puede hacer al respecto esperando y deseando que realizar tales afirmaciones hoy por hoy no sea gratuito; si éstas pueden ampararse en la libertad de expresión, por favor que paren el mundo que me quiero bajar.



Opino que surgen estos sujetos como consecuencia de la bipolarización de la vida política y porque la mecha se ha encendido, para más inri, desde algunos medios pasando por encima de los aparatos de los propios partidos políticos, donde claro que hay exaltados y hooligans, y donde éstos, por estúpidos, debieran ser minoría arrinconada en vez de personajes rentables electoral y económicamente.

¿Por qué descargo las culpas sobre el bipartidismo? Porque el mundo político y político-mediático se encuentra cada vez más enfrentado ahora que los contrincantes son prácticamente y en exclusiva, dos, así la deriva radical que comienza a enquistarse en parte de la sociedad no es sino un reflejo de ello, siendo éste, creo, el motivo principal de muchas de las cosas que se leen y se escuchan últimamente en ámbitos igual de privados que públicos.

Lo más grave es la ausencia de remordimientos, la carencia de principios y la falta de argumentos sometida a la primacía de la idea como gen político.

Alguna responsabilidad habrá que exigir a aquellos que se dedican profesionalmente a la política y a ciertas personas de los medios en todo lo que está pasando: la empatía ha desaparecido, por completo, en este mundo de confrontación de ideales. Y es que no se hace el mínimo esfuerzo por entender las cosas de otra manera, no digo ya de la manera del adversario electoral, sino de cualesquiera otra. Los más incultos, torpes y maleantes quieren anteponer su razón frente a la del enemigo y jamás contrastan sus opiniones con un mínimo de sentido común y miras más amplias; así en sus débiles mentes existen únicamente dos realidades completamente antagónicas y la suya es la única verdad. Anteponen su blanco al negro y olvidan el millón de matices que hay entre ambos en forma de infinitos colores.

La sociedad española, justo es significarlo, está sometida a un bombardeo constante de informaciones a través de empresas malditas que rara vez evitan sesgar y posicionarse. Pocos hacen/hacemos el esfuerzo de separar el polvo de la paja, bastante difícil es el día a día, así tragamos con lo que nos echan y lo aguantamos todo. Creí vislumbrar un halo de esperanza con la aparición de las nuevas tecnologías que permiten por ejemplo estas palabras, que no quieren sino mostrar que la realidad queda huérfana si se retratan únicamente las dos caras de una misma moneda, pero éstas también son utilizadas por aquellos que engangrenan nuestras vidas, aquellos que disponen de mayores posibilidades, o dinero, siempre.

No seré yo quien defienda una asignatura como Educación para la Ciudadanía en la búsqueda de una solución a éste que sin duda es un grave problema, menos aún sin conocer los contenidos didácticos de ésta y viendo con qué odio se emplean algunos en su contra; ahora bien, no me cabe la menor duda de por la educación debiera comenzarse a atajar el problema, como tampoco dudo de que sin la desaparición de algunas caras y voces por todos conocidas continuará la guerra desleal y el llamamiento constante a filas.

Tampoco estaría mal que aquellos que en aras a una mayor cuota de pantalla invitan al debate a los sectores más radicales de los medios se den cuenta de que el ejemplo debe ser el encuentro entre distintos, no el enfrentamiento constante por mucho que este venda.

Corolario: ¡con qué sosiego y respeto se viviría si Zapatero y Rajoy, adversarios políticos, fueran compañeros de mus!

O de pádel.

sábado, 15 de marzo de 2008

La mediática política, ejercicio de hipocresía constante.

Hace mucho, allá por mis comienzos en este blog titulé un artículo de la siguiente manera: ¡Hipócrita! Transcurrido medio año (meses que han sido sin duda alguna trascendentalmente duros e inolvidables) y unas elecciones generales de por medio, puedo afirmar rotundamente que debía haber incluido entonces a unos cuantos tertulianos y pseudo-informantes tras el epíteto que dedicaba al Sr. Acebes. No quiero decir con ello que me arrepienta de aquellas palabras, al contrario insisto: es un hipócrita. Y añado: lo sabe y/pero vive de ello.

En pleno periodo post-resaca electoral y tal vez porque pasé en exceso de atender los desvanes de la campaña sin desgastarme en prestar demasiada atención, vuelvo a leer y releer diariamente. A unos y a otros. Hasta hago el masoquista ejercicio de escuchar tertulias y entrevistas, normalmente a través de las webs oficiales y por las noches, cuando menos ruido hay.

Entre los que han perdido las elecciones, e incluyo entre estos no sólo al partido político sino también a las empresas mediáticas que sin rubor les han apoyado y hasta atosigado, insisten con dos afirmaciones que como es costumbre manejan como dogmas de fe; quiero decir con ello que afirmar, en este mundo político, no es sinónimo de veracidad. Lo que sucede es que los acólitos, dejémoslo ahí, lo van a asumir y justificar sí o sí. Y los no acólitos, los profesionales que viven de ellos lo saben.

Es evidente que a la hora de interpretar los resultados electorales cara a la galería se sigue manifestando lo que se debe, aunque sea imposible entender las motivaciones que llevan a miles de personas a votar en un sentido y de que los sociólogos independientes jamás se mojen en estos asuntos.

La primera mediática afirmación de la que hablaba es la idea de que los populares han subido por el centro y los socialistas por el extremo, izquierdo. Sostienen que como no hay nada a su derecha sólo es posible haber crecido por el centro. Salvo que lo que haya aumentado sea la derecha, extrema, digo yo; visto el atosigamiento que ha sufrido don maricomplejín, ya me entienden, tampoco sería descartable una radicalización de la derecha, la guiada mediáticamente por quienes todos sabemos y que aún hoy piden echar más leña al fuego (y dejo que cada cual interprete esta última aseveración como guste).

Insistiendo en la idea argumentan que los rojos han recibido los votos de los más radicales, por ejemplo, de ERC. De ahí concluyen, realizando una pirueta inverosímil, que el futuro presidente tendrá que pagar peaje por unos votos que no son suyos. Basta ver los números para darse cuenta de que ERC ha perdido cinco veces más votos de los que ha subido el PSC, así que no sé qué pueden deberles a éstos, menos aún después de haber conseguido una estabilidad parlamentaria que para sí hubieran querido los 156 diputados populares del primer gobierno Aznarí, cuando se hablaba catalán en la intimidad, era elogiado por Arzallus u osaba tender puentes con el movimiento vasco de liberación. Todo tenía un porqué hasta que Pujol se volvió enano y tuvo que hablar en castellano.

La segunda mediática afirmación o idea es aún más atroz: que el contrario ha utilizado los medios públicos como propagandísticos. Atroz porque quienes así lo suponen critican al partido perdedor por no haber sabido disponer en el pasado del control de los medios y asegurárselo hasta este presente. ¡Qué ruindad¡

Pero he aquí que los ganadores, e incluyo entre éstos a las empresas mediáticas que también sin rubor les han apoyado, cuando han de justificar su fracaso en Madrid, por ejemplo, utilizan los mismos argumentos: que la derecha ha crecido por su extremo y que el uso partidista de los medios públicos madrileños es vergonzoso.

La victoria tampoco da razones. Ni las quita.

Visto todo lo cual espero y deseo haberme explicado lo suficiente para poder afirmar que la política, la partidista y la mediática, se ha convertido en un canto de sirenas y sirenos imposible, donde la verdad interesa menos que un ideario de autoconsumo. Así no es de extrañar que entre los vividores públicos de ambos grandes partidos abunden los hipócritas; el resto: o están tragándose tanta vileza en aras de lo que honradamente estiman que es el bien común, o son los imbéciles que hacen cierta la frase “cuando todo el mundo piensa igual es que nadie piensa mucho”.

Y por si tengo algo de razón, no desesperen, siempre quedará el consuelo del “y tú más”.

lunes, 10 de marzo de 2008

... lo bien que lo pasé, aunque perdí.

Aquellos a los que di mi voto han sacado un cero patatero. Así es que consideraré que formo, también, parte de los vencidos.

Vaya por delante.Aún así ayer me reí un rato.

Debería ser suficiente el resultado electoral para pasar la página de una legislatura marcada por el papel de la oposición más que el del propio gobierno. Éstos que ciegos o cegados no quieren ver más allá de sus narices y se siguen creyendo portadores de la verdad absoluta y de la única idea de España; los mismos que acto seguido continúan machaconamente diciendo que representan a medio país, o nación o patria.

Hay que recordarles a quien representan: lo más, al cuarenta por ciento… de los que han votado, que esa es otra; que “en frente” está el otro sesenta por cierto a veinte puntos de diferencia. No gastaré palabras en subrayar las lindezas que han dedicado a ese sesenta por ciento del electorado algunos famosos tertulianos, de esos de extrema derecha: se lo pueden imaginar o lo habrán oído ya. Indigno. Parece que tras los votos ajenos no hay personas, ni como usted, ni como yo.

Sigamos; pronto se olvidará pero en estas elecciones lo que estaba en juego era, precisamente, España. Porque ZP estaba acabando con la grandeza patria y era, es todavía hoy, el mayor desastre, el mayor embustero o el vendido a los terroristas nacionalistas, el bobo solemne, el que traiciona a las víctimas, todo ello siendo explícitamente benévolos. Desde los medios afines a la derecha ya aventuran la mayor de las catástrofes, sin esperar siquiera cien horas. El resultado electoral no lo ven, son como el conductor que circula en sentido contrario..., así difícil ejercer una autocrítica; más si quien debe ejercerla aspiraba a la victoria y se ha quedado muy lejos de ésta. Nada peor podría hacer el pp a sí mismo que ofrecernos cuatro años de lo mismo. Cabría pedirles un ejercicio de democracia y solicitarles, con educación, que acatasen el resultando electoral pero mucho me temo que no harán caso y seguirán con su erre que erre.

Les digo entonces que abran los ojos porque su españa no es España: porque siempre reniegan de quienes no piensan como ellos aunque éstos sean mayoría. La prueba la tuvieron en el 2001 con Mayor Oreja en el País Vasco y la han vuelto a tener ayer: cada vez que intentan imponer su grande y libre ideario político (crecidos por las reminiscencias de la mayoría absoluta del 2000, sin reconocer que desde áquella, cuando enseñaron su auténtica cara, no han vuelto a levantar cabeza) las misteriosas fuerzas vivas del país se aúnan en torno al enemigo de su españa, que no de España. El Frente Popular, a modo de insulto espetaban ayer desde la cope; da igual que sean amplia mayoría: el electorado está equivocado y ellos, cabeza mediática de la derecha, siempre tienen razón. Con análisis como ese no llegarán a la Moncloa; que sigan por ahí, en el enfrentamiento constante por no aceptar la palabra del pueblo, en su democracia constitucional.

Alguien debería explicarles, por ejemplo (es que ayer me reí un rato, como esperaba) que si los primeros resultados con poco porcentaje escrutado favorecen más a los rojos no es porque los votantes rojigualdas (o azules) madruguen más y sus votos estén en el fondo de la urna y por ello se cuenten después (argumento ayer repetido por el chiquito Los Santos, ese es su conocimiento de la democracia), porque los resultados, cuando llegan, es una vez contados y recontados los votos de la urna completa, no hay otra forma de firmar un acta de recuento. O por ejemplo, recordarles que el señor ministro tiene poca mano en la forma en que llegan los datos y se ofrecen al público: a la vez. Decían que Rubalcaba estaba haciendo trampas, primero. Luego que si hacía trampas las hacía mal porque su partido el pp, iba subiendo a lo largo de la noche y el psoe bajando; finalmente concluían que hacía trampas seguro pero que como además de embustero era tonto pues no sabía hacerlas bien. ¡Toma ideario y argumentario político!. Ven la culpa ajena donde no la hay y se retratan escasos conocedores del sistema electoral porque no creen en la democracia ni en los votos, salvo cuando ellos ganan.

Lo del chiquitín y que los del PP madrugaban más y que por ello sus votos se contaban después es cierto y recierto. Lo subrayo por si alguien lo duda. Es de risa; imitando: ¿sí? o ¿sí?

Hay quienes, continuando con los chistes que con tanto entusiasmo escuché ayer, están contentos por el resultado porque, dicen, le tocará al psoe afrontar esta crisis tan brutal que se avecina y eso será su desastre: habrá más paro, más inflación y los españoles (sobre todo los votantes rojos, insistían) lo pasarán peor. Eso es saber perder con masoquismo: me alegra la derrota porque así irán las cosas a peor. Es decir, los españoles son tontos y ciegos, no ven que pintan bastos y por eso no nos votan. Pero ya pintarán bastos, ya... Una vez más vuelve a ser cierto el dicho de que quien no se consuela es porque no quiere.

Y en política el consuelo vale de bien poco.

Para acabar haré una reseña sobre otro medio. Ayer, muerto de risa (otra vez de verdad), viendo a los contertulios de la televisión del grupo inter-economía, la gocé con algunos personajes; por ejemplo con Carlos Dávila que tenía el rostro tan desencajado que hasta pensé por su forma de hablar que había bebido. Hubo un momento mágico cuando a un contertulio (pena no recordar su nombre) se le ocurrió ejercer algo de autocrítica (¿qué es eso? Se estarán preguntando muchos por la derecha) y decir que, por ejemplo, la excusa de la utilización de los medios no era para tanto. Iba el pobre a empezar a recitar la lista de medios afines y no afines cuando sus propios compañeros de tertulia, voz en grito y al unísono, le quitaron las palabras de la boca una y otra vez: ¡pero si hablamos de Andalucía!, ¡pero si la cosa ha sido en Cataluña!, ¡pero es que hay que ver también los canales autonómicos y locales (los de millones de audiencia pensaba yo)! El pobrecito dice “pues anda que Telemadrid…” y el resto ¿Telemadrid, qué pasa con telemadrid? Al final no le dejaron, obviamente, enumerar: mundo, razón, abc, Vocento (el correo español), contra país y público, o cope, ondacero, punto radio contra la ser, y si acaso la tristilla rne.

Si algo existe hoy es una pluralidad en los medios que casi asusta, hasta el punto de que un perdedor no debería utilizarlos de excusa. En este caso, como llegó a afirmar el que parecía bebido –por su habla, la culpa era del PP por no dominarlos él, los medios. ¡Toma otra lección de democracia!

No hay más ciego que el que no quiere ver, ni más sordo que el que no quiere oir; no seré quien les compre ni gafas ni sonotones.

Otro argumento que me pareció de lo más irrisorio, de entre los perdedores, aquellos que seguían buscando el mal de la victoria en vez del de la derrota. "¿A ver con quién pactan ahora si el grupo mixto ha quedado reducido a la nada y está formado por un batiburrillo ideológico imposible? ¡Lo tienen jodido!" No sé mucho de política pero entiendo que se está mejor a siete votos de la mayoría absoluta que a doce, conclusión: ahora lo tienen mucho más fácil que antes. No sólo eso sino que el psoe, con este resultado, ha ganado mayor autonomía a la hora de conseguir esos apoyos. Por dos motivos (y sin darles, por seguros los dos del bng en cuyo caso bastarían con sumar cinco pírricos escaños más): el primero que necesita mucho menos votos, tal es así que bastarían por ejemplo con los 6 del pnv y el de nafarroa bai –que son lo mismo; o sólo los de Ciu; y segundo porque aunque no consiguieran más que esos apoyos y ninguno de los del grupo mixto también es evidente que el pp hoy por hoy, no puede contar con esos votos ni volviendo a parlar catalán en la intimidad. Y esto último es culpa exclusiva de los populares.

En resumen: España ha validado la opción de Zapatero y su gestión. Mal que le pese a la derecha y nos pese, por motivos distintos, a otros.

Espero paciente ver qué rumbo toma ahora el reelegido presidente.

viernes, 7 de marzo de 2008

Debo escribir los versos más tristes esta noche.

Tristes por el asesinato vil que nos ha desgarrado el alma, a todos.
Tristes por la familia destrozada.
Tristes por una sociedad que cada vez menos perdona, pero aún.
Tristes por la vergüenza de que utilicen mi nombre quienes no son mis hermanos ni saben escucharme.
Tristes por los huérfanos de hoy.
Tristes por la sangre inocente.
Tristes por el olvido que llegará pronto, a todos.
Tristes por los imbéciles que seguirán los pasos de la sinrazón y sinsentido, sin cerebro.
Tristes por tener que gritar: “¡Qué hijos de puta sois!”.
Tristes por las lágrimas de hoy por una vida.
Tristes por los que seguirán buscando réditos a costa de la sangre ajena derramada.
Tristes por las oportunidades perdidas.
Tristes por los que hoy otorgan callando y que sólo alzan el puño cuando caminan en manada.
Tristes por la ignorancia que nos inunda, a todos.
Tristes por los políticos que no lo son y por los periodistas que ni lo parecen.
Tristes por los que no quieren ver ni saber nada, todos.
Tristes por la violencia que en su expresión máxima, nunca compensa.
Tristes por una viuda, más.
Tristes por esta tierra mía en la que habitan los mayores ciegos de ignorancia.
Tristes por las veces que me digo “no entiendo nada”.

Sin Isaías, el de hoy ha sido un día triste sí, pero para no olvidar.

jueves, 6 de marzo de 2008

Jetas (y resacas).

Algunos anuncian inhabilitaciones para aquellos que cedan la palabra al pueblo ¡en democracia!, aunque ésta no tenga ningún carácter vinculante ¿¡en democracia!? Otros, que deben ser muy amigos de “la eta”, tanto es así que saben lo que quieren (ya no sé si los de la eta o ellos mismos), afirman con rotundidad que votar rojo es votar lo que ellos –los de la eta, desean. Asusta por partida doble que sean tan amigos, o dependientes, unos de otros y que utilicen un argumento tan zafio en búsqueda de un voto, azul. ¡Cómo si no hubiera más colores, oiga! To be continued…

Hoy me inspira la resaca, otra vez; no la de ayer que no hay por qué, ni la de los famosos debates a dos. Me inspira la del lunes que viene, fecha que se caracterizará por el olvido temprano de la mayoría de las sandeces dichas y / o escuchadas por todos. La resaca de verdad.

Me gustaría entonces que pudiéramos contemplar los rostros de los protagonistas de estos últimos días, digo semanas, digo meses y puestos ya, años también, cuatro; los de los políticos sí, y también los de los supuestos periodistas, generadores de la opinión más vil y sesgada, en el mismo momento de conocerse el resultado final. Antes de que lo maquillen con ideas sin argumentos, dogmas de fe, como los que vienen soltando a diario, antes de que se les ocurra si quiera la primera sandez. ¿Se imaginan qué gozada contemplar esos caretos desencajados?

Pero pase lo que pase habrá excepciones; por ejemplo: uno de éstos que recientemente ha inaugurado blog, que afirma que el de azul, tras los debates que ganó por goleada según su sesgado entender, es “más líder de media España”. Aún a estas alturas del curso no sé cómo se ha de interpretar la afirmación: un político debería aspirar a serlo del todo y por el todo, no de una parte. ¿cómo se puede ganar sólo con media España? ¿Estaría anunciando una derrota? Gracias a dios no lo sabe él ni lo sabemos los demás, por más que algunos se empeñen en dar el partido, su partido, por ganado. Sigo leyendo el artículo y salgo de dudas: parece que la otra media es imbécil y no le va a votar. Lo entiendo todo, ahora: las dos españas, el negocio que no cesa. Éste no pierde nunca y no le va a cambiar la cara si no le cambia con ello el bolsillo. O gana o gana. Y así no se puede. Son casos únicos y haberlos, los hay.

Pero hay otros, bastantes, a los que sí les van a cambiar y mucho la jeta y el bolsillo. Porque no todos saben perder (no hablo hoy de ganadores y la prudencia obliga: no sé quien perderá). Son aquellos que han seguido los dictados fanáticos del pensamiento único e impuesto, desde Ferraz o cercanías, desde Génova y más arriba, y que quedarán por unas horas huérfanos. Son ese sinfín de periodistas que si de algo debieran presumir es de dibujar una realidad ficticia, ajena al sentir de su otra media España, esa que debe ser imbécil sí o sí. Son los de la paja en el ojo ajeno, siempre.

Son tan rojos o tan azules que dejaron de ser sí mismos; se han implicado de tal manera que el domingo por más que quieran permanecer como dando un paso atrás, también juegan: ganan o pierden.

Por eso, cuando pierdan los que pierdan, querría contemplar sus rostros, desencajados; justo antes de que se dieran cuenta de que en el fondo, y tan en el fondo, su papel periodístico era de mero observador, de simple narrador si cabe de la realidad política de, ahora sí, la España entera. Jugando a ser informadores disimularan pero sólo un poco.

Cabe la posibilidad, no la descarto: que todos ganen. Unos a votos, otros a escaños ¡así es esta democracia! Situación también divertida y que nos regalaría otro tipo de rostros aún más sorprendentes si cabe: los de las victorias que no valen para nada, más aún después de sembrar odios, y los de la derrotas que se maquillan con unos buenos aliados. En ambos supuestos ver como sacan pecho los aún no destetados (que seguirán chupando de la teta madre) me suele procurar momentos de bastante regocijo. No tanto como los que me provocarían la única posibilidad que descarto: que pierdan todos, de verdad (me asaltan recuerdos del día en que se les quedó cara de tontos, a todos, un trece de mayo. Entonces la sociedad no estaba preparada.).

Suposición final: que ganen unos mucho y otros lo pierdan todo por mayoría, absoluta. En ese caso apago la tele; el decaimiento de unos se equilibra con el peloteo desenfrenado de los otros.

lunes, 3 de marzo de 2008

nosotros, los culpables.

Esta noche he quedado. Iré a terapia, a eso de las diez, junto al mar. Ya sabéis porqué. Presumo que aumentará la audiencia, presumo que hay tantos fanáticos de uno y otro, entre la prensa mejor ni hablar, que está todo decidido de antemano. Presumo que quien tiene decidido el voto no lo va a cambiar. Presumo que para muchos es más la desgana por uno que la gana por el otro. Así va el país.

Uno, político, que no es muy listo (es político ya quedó dicho) y olvida que por ejemplo internet existe, además del bonobús, responde que su trabajo consiste en desanimar al ciudadano que no les vota. Su misión, como en las guerras, desanimar al soldado enemigo. Tristemente, si lo consiguen sería tan legítimo… en esta democracia de tan baja catadura…

Los otros entonces a gastar, perdón propagar, por partida doble: para que les voten y para que voten; presumen que con ello animan a los propios, los otros tocaron techo según propia confesión. Igual de triste e igual de lícito, en esta democracia de tan baja catadura… de tan y tan y tan… To be continued…

Como es mi moda la que yo sigo, propongo que cada palo aguante su vela. La iglesia de la pecadora por histórica excelencia curia vaticana, los partidos políticos y los sindicatos algunos –éstos también lo son, en ocasiones muchas: las grandes empresas y los actuales medios de in-comunicación: sin todos ellos viviríamos mucho mejor, nosotros.

Porque son la oligarquía económica, lo primero. Porque no queda mucha parcela de poder sin repartir: del noventa por ciento son dueños ellos. Porque no importa el cómo lo han conseguido sino lo que ello supone. Porque entre todos, cuanto más nos dan más nos quitan. Por que juegan con ilusiones ajenas y deseos propios. Porque se ocupan del débil sólo para aumentar sus pesadas arcas de oro. Porque juegan a su antojo con la ley. Porque saben que sin ellos no hay luz, ni pan, ni agua. Porque ponen, quitan y mandan. Porque no hay forma de justificar su egoísmo que tanto odio genera, y muerte. Porque carecen de conciencia.

Porque todos ellos son y serán personas, no entes abstractos, les aborrezco; porque saben muy bien qué somos: un medio para su fin, y nos maltratan. Porque no me creo nada de sus avariciosas bocas capaces de vender cualquier necesidad innecesaria, y almas por millones, siempre ajenas.

Porque descubrieron que pensamos y nos regalaron la ideología: porque conocen como nadie la miseria inherente al ser humano. Pero sobre todo, porque nosotros somos tantos que es imposible estar de acuerdo.
Y lo saben.