lunes, 31 de diciembre de 2007

Año 2007.

Año 2007


Poco queda de un 2007 que languidece dejándonos unas últimas horas frías y nerviosas. Es el año en que nos dejó Amatxu, es por lo tanto un año que nunca podré olvidar, si es que he llegado a olvidar alguno, éste de una manera muy especial.

Entenderéis quienes hasta aquí habéis llegado que el hueco vacío que deja una madre al marcharse es demasiado grande para ser llenado de palabras, aún. Y que no abrí este blog para contar penas, siquiera alegrías. Pretendía mostrar mí realidad, o la realidad a través de mis sentidos, hoy heridos.

Así que no me cabe sino desear auténtica Paz y verdadera Felicidad a todos los seres del planeta y sobre todo a la especie humana para que aprenda a amar también a la Madre Tierra, sin quien, desde luego, no somos nada.

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