martes, 9 de septiembre de 2008

el padre que los parió


Aclaro: reniego de patrias y de banderas. No de la ideología (la mía), ni del concepto de democracia como sistema libre de organización o gobierno que no por definición ha de ser el único sistema, ni el mejor. Existen quienes se definen como “nosotros los demócratas” mientras erguidos sobre sus patas traseras practican en contra de la separación, la integración de unos poderes en otros. No me incluyo entre aquellos que se apropian de tal condición (dime de qué presumes y te diré de qué careces) y continúo, si acaso dando las gracias por mi político existir. No por ser yo, obviamente, sí porque durante estas líneas sigo siéndolo, constatado que en este estado constitucional que se dice de derecho y democrático, el PSOE y el PP se han convertido en el propio sistema que protegen con la ley creyéndose garantes de unos principios que, por lo que a mí respecta, pueden comerse con patatas, por más que los publiciten y propaguen de la mano del cuarto poder. O por más que comulgar con ciertos dogmas sea lo políticamente correcto; aunque éticamente lamentable.

Porque muchos de sus propios principios “para” el Estado les alejan de una concepción democrática del propio Estado, sin que nadie se apure lo más mínimo. Qué triste. Aprovecho la ocasión para enviar un saludo a los nuevos miembros del Consejo General del Poder Judicial, antes políticos que juristas.

Existen otros principios más particulares y partidistas: los del PP, por ejemplo, que detesto (ese liberalismo económico y social que en aras de una supuesta libertad individual permite forrarse a costa del prójimo, da igual que éste tenga hambre, importando más bien nada que acaparar libremente produzca unos desajustes sociales de escándalo; todo ello aderezado con un catolicismo arcaico, atroz, irracional, cruel e injusto, convirtiéndose el todo en un auténtico esperpento, como diría Jesucristo si levantara la cabeza y se viera viajando en lo ideológico con semejantes compañeros), o los del PSOE que no puedo detestar porque los desconozco.

El PP ni engaña ni sorprende, aunque en ocasiones prefiera otorgar callando ante lo poco popular –digo electoral, de su auténtico sentir, o de lo mucho que se divorcian sus dirigentes. Ello les honra; lástima que crean tanto en el poder del dinero. O sólo en las personas con poder y dinero, que es lo mismo.

Me desconcierta sobre manera este PSOE, a la siniestra de los populares.

Recuerdo el pasado reciente, mientras hombres y mujeres socialistas corrían frente a los grises, pancarta en mano, luchando por avances democráticos como “la república”, “la amnistía”, “la autodeterminación”, “la igualdad” o “la libertad”, sus clases dirigentes pactaban lo contrario con franquistas, cardenales y militares, olvidando sus principios irrenunciables y legitimando su sistema.

Buscando documentación sobre el socialismo, por ejemplo, si uno accede a su página web descubre que sus “ideas y valores” son las resoluciones políticas de su 37 y último congreso. Y es que los principios ideológicos del PSOE del siglo XXI se reducen a una sencilla lista de demandas más o menos sociales. Y más o menos justas. Y hasta ahí puedo leer. La libertad, la democracia, la autodeterminación, la igualdad y la justicia, o la República, hace tiempo que son palabras vacías en el PSOE, no sé si también en el socialismo español. No sirve de excusa la tan alabada transición, por pactada. El pacto exige renuncia. Ahora que tanto se suspira por la Memoria Histórica podría alguien recordar a los políticos socialistas que pactar no es renegar de por vida de los principios por más que en el primer intento no se reflejaran en la norma acordada. O en el segundo, o en el tercero… Se puede pactar una monarquía parlamentaria en función de las circunstancias, admitamos pulpo como animal de compañía, pero no por ello renunciar ni dejar en el fondo de un polvoriento cajón, junto al ideal de una democracia más justa, la histórica demanda socialista de la República. Hoy al contrario, se mantiene aupada de por vida, por ley y por encima del ideal de igualdad socialista, a cierta familia que mientras tanto se enriquece.

Porque el socialismo era, en origen, algo distinto: una ilusión por la igualdad jurídico y política de todos los entes sociales, por el reparto de la riqueza, por evitar que pocos acaparen mucho, por cuidar de la clase obrera y del más débil, era regular las huelgas y combatir contra las consecuencias sociales tan desastrosas que suponía entregar el poder al capital. Y sobre todo el socialismo lo que nunca fue es conservadurismo, acatamiento y sometimiento de los propios ideales.

Hoy en día el capital tiene el poder y el mundo es aún más injusto (hay más ricos y más pobres); a la par la ideología socialista dormita cómodamente sin pelea cuando más sentido debiera tener. Han renunciado al estado socialista, o más socialista al menos, y se han abrazado a “la ley y al capital” por encima de las personas y la igualdad. Eso es lo que gestiona el PSOE del siglo XXI.

En el terreno económico suben un pelo los impuestos y promueven, tal vez, más gasto social, pero son más de lo mismo no dudando en someterse al intervencionismo capitalista proveniente de la vieja Europa, donde al contrario que otros partidos socialistas europeos que se posicionaron en contra por principios, hasta conseguir detener al menos por el momento la articulación de una Europa de/en manos del capital, los socialistas del PSOE apoyaron el proyecto no por socialista sino como ley garante del sistema, importando poco los principios a los que renunciaran (posiblemente porque están ya olvidados).

Siguen sin acordarse del 0,7% del PIB que iban a destinar a ayudar a los más desfavorecidos del planeta.

Esperpéntico fue también que un socialista quisiera aupar a un franquista a la Lehendakaritza. Se mire por donde se mire, no tiene socialista justificación, menos en aras de una mentira.

Más se manifiesta el vacío de contenido puramente socialista dentro del partido, tras constatar que en su seno se podían defender principios e ideologías profundamente contrarias. Así los mismos Redondo Terreros, Gotzone Mora y Rosa Díez, socialistas de reconocido prestigio que fueron aupados y aplaudidos por sus propios compañeros, hoy son loados por la extrema derecha sin necesidad de haber renunciado a nada y sin que, ante la evidencia, en su día fueran expulsados del partido que los mantuvo única y sencillamente por propio interés partidista-electoral.

Es un partido en el que la férrea disciplina impuesta obliga a sus federaciones a actuar en contra de sus propios principios y a renunciar a su propia independencia. Caso fragrante en Navarra, actuando en exclusiva clave de poder cuado el socialismo debiera guiarse por la ideología y los principios.

Se venden exactamente igual que un político de derechas. Diría que hasta más baratos.

Siendo del PSOE, además, se puede admirar a ex-capitanes generales condenados por terrorismo y torturas, amén de a otro tipo de delincuentes de estado, acudir a visitarles a las cárceles o recibirles con vítores a su salida, como hace Rodríguez Ibarra, todo un barón.

Se puede renunciar también a la paz e integrarse en la OTAN, incumpliendo nuevamente la palabra y comiéndose los principios, éstos que van quedándose por el camino: no existe otra manera de construir el mundo a imagen y semejanza del capital. No es de extrañar que uno no sepa hoy qué es ser socialista, ni para qué sirve enrolarse en el PSOE sino es como oposición a quienes se enrolan en el PP.
También se puede jurar un cargo ante el dios católico, por devoción ..., y organizar actos de estado de manos de todo un monseñor, por muy laicistas que sean los principios del que jura y del gobierno; sin otra necesidad aparente que la mera estética, ya se sabe que si se trata de aparentar, si hay que tragar se traga.

Esta falta de ideología en el partido socialista ha sido sustituida, como dije, por la defensa de ciertos reconocimientos sociales y punto. No hay más socialismo porque haya más matrimonios entre personas del mismo sexo. Ahora sé (y es un descubrimiento que comparto) porque su lema favorito es “El Cambio”, y es que lo han hecho tanto que ya no les reconoce ni el padre que los parió.

viernes, 5 de septiembre de 2008

se lo merecían

Cuando la tengo entre manos gusto de disfrutarla, poder recrear la vista, al relax de maritxu, tirado en el sofá. Casi oler sus olores. Y me encanta, porque siempre-siempre me mantiene la sonrisa dibujada en el rostro e incluso me provoca con sus mejores gracias alguna risotada. Y aunque pueda parecer un ideal de mujer se llama El Jueves.

Inspiradora constante en asuntos concernientes a la real familia o políticos, y víctima de la represión propia de un Estado de Derecho. Ahí está el secuestro legal que sufrió hace algo más de un año por una portada que encandiló a media España, y parte del extranjero.

Seguro como estoy de que los culpables de semejante tropelía descienden, línea genética pura, de aquellos primeros trogloditas que hacían arte en las paredes de sus cavernas, no cabe otra explicación a poseer tan en forma el gen del ingenio, propongo sean nominados para el próximo Cervantes atendiendo también, y cómo no, a la cantidad de usos y manejos que hacen del castellano los protagonistas de sus historietas, la calidad de sus expresiones y la buena grafía que acostumbran, lección básica de caligrafía (¿cuántos de los nominados podrían presumir de una obra hecha a mano y con mejor letra?).

Puestos a inventar y aunque mis ídolos de hoy no puedan presumir de hacerlo tan bien como los políticos, o a soñar, término que los anteriores desconocen, se hace justicia y les es otorgado tan insigne gallardón. Perdón, galardón. El día del mes del año de turno, en el lugar correspondiente, Manel (un ideólogo) y Guillermo (un brazo ejecutor), debidamente trajeados con bañadores pirata rojos y gualdas, reciben de manos de quien corresponda la tira enrolladita que se otorga en tan insigne momento. El respetable interrumpe con un aplauso atronador. Los premiados ante tanto halago deciden darse la vuelta, quitarse el sombrero, bajarse los bañadores y mostrar sus calvas al respetable, que responde con vítores y demás pedorretas.

Al día siguiente, miércoles, la portada de El Jueves se inspira en el momento que se vivió a continuación (recuerde que estamos soñando): el juancar, el felipe y sus mujeres, demás prole real y jetas adjuntos (por abreviar), una tira enrolladita, Manel y Guillermo, sus calvos y el respetable aclamando “¡Queremos ver, un calvo Real. Queremos ver, un calvo Real!”.

¿Genial?

Lástima que al despertar continúe la pesadilla: de un país monárquico por imperativo de una manada de políticos de izquierdas que para asegurarse la poltrona besaron la mano real, renunciando a uno de sus principios básicos, La República, amén de a la auténtica democracia; de un estado entre cuyos tres poderes los poderosos han tejido tal cantidad de puentes que si cada uno fuera una isla no podría verse una gota de océano entre ellas desde el espacio. Gotas de océano sinónimo de libertad social ahí abajo y sin luz, mientras asidas al hormigón de esos puentes se instalan enormes hélices marinas para encauzar debidamente la corriente oceánica, desnaturalizando el fondo y creando nuevas islas subterráneas contra viento y mareas. Como el islote subterráneo y antinatura que significa hoy la monarquía.

Luchando entre el hedor de esas corrientes conocí El Jueves.

No me queda sino pedir tres hurras por quienes tienen la culpa satírica de sus contenidos, inspirados sin duda en una vida… tan Real!.

martes, 2 de septiembre de 2008

sobre el imperio de la ley

German Yanke, editor de EstrellaDigital, con su título de ayer “Nacionalismos e imperio de la ley”, nos ilustra sobre las ridículas pataletas nacionalistas vasco-catalanas y reparte contra el PSC e Ibarretxe, por supuesto. Como corolario La Ley, mientras entona el “no pasareis” y refiere a ciertos totalitarismos pasados; paradójico.

Estoy tan inspirado por sus cavilaciones que no puedo sino objetar, provocado y en mayúsculas: La Ley es una mierda, por mortal y cambiante. Y me da igual qué ley sea la que él refiera, que entiendo que es siempre la máxima, la que de ser ideal debiera contar con la aprobación mayoritaria del sujeto político que la sufre (lo que no siempre sucede ni en democracia). Me ha gustado sobremanera el argumento democrático del “ante la ley no hay queja ni pataleta”.

Sobre el acatamiento de las leyes, por el que tanto suspira el editor, mucho podría decirse, aunque intuyo que lo que a German le gustaría es que la acataran vascos y catalanes, convencido como está de que no lo hacen, y punto. Mientras, cabe objetar de una asignatura como educación para la ciudadanía colocándose por encina de, también, la ley. Seguro que el lector conoce de ejemplos similares según la norma la crearan unos y haya de aplicarse donde gobiernan los otros. El argumento pues de que los nacionalismos, siempre periféricos, tienen que acatar la ley se prostituye cuando proviene de unos entes políticos que no son capaces de predicar con el ejemplo: ahí está lo que queda del Estatuto de Gernika, ridiculizado e ignorado como jamás pensé que se haría con ninguna ley española, si exceptuamos la ley antitabaco.

Resulta más falaz el argumento si uno se toma la molestia de buscar, ante tanta evidencia, un momento o lugar en que La Ley española haya sido prostituida en el País Vasco. ¿Cuántas sentencias ha recibido el Gobierno Vasco por incumplimientos de la santa y sacra Constitución? Hasta hoy ninguna. Aclaro por si alguno no se había dado cuenta, no siendo de extrañar que ante tanto amarillismo parte de la ciudadanía tome falacias como verdades. Así llevamos, ni se sabe los años, escuchando que en Euskadi no se cumple la ley. Y los tanques aún sin salir de los cuarteles.

No voy a negar la evidencia de ciertas normas recurridas por unos u otros gobiernos autonómicos en los que los tribunales, hasta europeos, han ido dando la razón indistintamente a unos un otros, como tampoco negaré la evidencia, me guste o no, de la labor del Tribunal Constitucional en cuanto a garante del discurrir autonómico. Pero es que llegar hasta el Tribunal Constitucional es legal. Y democrático. En el caso de la tan denostada ley de consulta vasca, se mire por donde se mire, aún no se ha cometido delito. Si se prohíbe y se celebra cabría hablar entonces de un primer supuesto, mientras para algunos es el “enésimo ejemplo” de la actitud ilegítima de Ibarretxe. En fin.

Recordar la presunción de inocencia, tampoco está de más, hasta para una ley.

Esta distinta vara de medir, según se critique una legítima ansia más o menos españolita, es más evidente si recuperamos el tan recurrido argumento de la alternancia, tan necesaria en Euskadi y Catalunya para librar a los ciudadanos españoles, y catalanes y vascos, del legislar con alma nacionalista de dichos Gobiernos Autonómicos. No debiera ser necesario recordar que esos gobiernos son tan legítimos como el que legisla desde Los Jerónimos, pero hay que hacerlo por desgracia ante la deriva que toman los gestores de este periodismo ideológico, parece que constructor de la verdad democrática. Recuerdo, por ejemplo, que en el Gobierno Vasco ha habido consejeros del PNV, sí, pero de EA, de IU y del PSOE también, amén de EE (absorbidos por el PSE en su día), como que jamás un único partido ha gobernado el País Vasco en solitario. En Castilla La Mancha, o Extremadura, por ejemplo, desde casi los tiempos del Caudillo, sólo ha habido consejeros socialistas. Extraña que a D. Rodríguez Ibarra, defensor a ultranza de aquellos delincuentes del Gal que el Tribunal Supremo enchironó previos generosos y malolientes indultos gubernamentales sellados por un Borbón, nadie le recordara con la misma insistencia lo ideal de la alternancia política en los gobiernos. O a Bono. O en Murcia, o en Castilla León. O en Andalucía. Y es que la democracia no implica por propia definición alternancia, si acaso ésta puede ser una consecuencia si así lo estiman los ciudadanos votantes, aburridos del legislador de turno. Sin alternancia pues, también hay democracia.

Visto que mis palabras, quisieran ser debidamente argumentadas, viajan viento en popa toda vela, no puedo sino entrecomillar un extraído directo del texto al que refiero: “Lo que ocurre es que ese argumento es la ley, y el imperio de la ley es, en definitiva, lo que sostiene la seguridad jurídica y el Estado de Derecho que da carta de naturaleza a nuestros derechos y libertades” Y tiene razón: la ley sirve para eso. Pero se equivoca gravemente, sino engaña, presentando a ciertos vascos y catalanes como enemigos de la ley, cual trogloditas. Creía que un editor de tanto renombre sabría distinguir entre un anarquista independentista y un demócrata; señor Yanke, los nacionalistas vascos y catalanes no reniegan del imperio de la ley, simplemente abogan por cambiarla. No buscan Estados independientes cual repúblicas bananeras, sino nuevas estrellas legales en la bandera de la UE. Cualquier otra sugerencia es falaz. Guste o no. Devenir político que recuerda la lucha de un pequeño David sin onda, contra un Goliat tramposo y poderoso, por cierto.

Es triste escuchar argumentos tan insípidos en boca de quienes se creen no sólo demócratas, sino garantes de la democracia desde su cuarto poder, sin entender si quiera que en su esencia ésta permite despreciar la ley, si se acata, criticarla e incluso intentar cambiarla. ¡Es que es legal hasta prometer acatarla por propio imperativo legal!... como han hecho ya casi un centenar de diputados en los últimos 30 años. El Señor Ibarretxe, hasta ahora y que se sepa, no ha cometido ningún delito, ni ha declarado la Independencia unilateral del todo o parte del territorio vasco. Lo que intenta hacer, en cambio y en democracia, es luchar por su estrella con lo poco que le queda: la palabra y el parlamento vasco. Con la sociedad, está visto, no le quieren dejar… ¿en democracia?. Ese es su delito.

Este amarillismo ideológico y editorial con el tema de ciertos nacionalismos, que permite mentir hasta la saciedad y negar la evidencia las veces que fuera necesario, ha conseguido que para muchos ciudadanos Ibarretxe sea visto antes como un delincuente separatista y enemigo que como un mal político, si quiera. Que puede serlo. Mientras tanto los jueces aún no han dicho ni mu.

Para relajar el final, y porque se lo merece tan insigne editor, he aquí un claro ejemplo, publicado el mismo día, del periodismo que se estila por sus lides digitales:

“-No sé si votar a la derecha, que se equivoca entregando los restos de las víctimas del Yakolev a quienes no son sus familiares, o a la izquierda, que se confunde y entrega las cenizas de los muertos del Spanair a familias distintas de los fallecidos.”

Es el texto con el que “ilustra” martinmorales su última viñeta (¿humorística?) y que titula “Todos nos confunden” comparando el engaño, la estafa y la ruindad para con las familias del Yakolev, con un descuido entre dos ataúdes de un funcionario funerario. Eso es amarillismo político, también, amén de humanamente intolerable con la tragedia aún tan cercana. O es eso, o la obra de un gilipollas. Ya se sabe como las gastan hoy en día los departamentos de personal de ciertos medios.

sábado, 23 de agosto de 2008

vuelve, jesucristo

Si no fuera por la realidad, supondría que tras siglos de evolución de las conciencias ciertos dogmas y otras tantas inmoralidades debieran ya de haberse extinguido de la mente humana. Obraré con fe, de la buena, y pensaré (en cuestiones de cierta fe, ya se sabe que el pensamiento sí delinque) que ello no es una utopía y que cada vez más personas estamos a favor de caminar hacia la igualdad social de todos nuestros semejantes. De todos sin exclusión.

No quiero abrazar con mis palabras cierta demagogia; no sugiero que en el desarrollo normal de nuestras actividades humanas debamos tener, como Damocles, una espada sobre la conciencia. No deben llegar al extremo de la lógica argumentos como el que convierte en inhumano el simple hecho de asesinar una cucaracha, con dolo o sin él. Aún.

Estamos donde estamos y asimilamos las consecuencias de la eterna evolución de la concienciación social sin apenas inmutarnos. Igual lo bueno, que lo malo; todo proceso de cambio social, a mejor, acarrea sus desajustes, hablando en fino. Otros resultan sencillamente fatales para la inmensa mayoría.

Una de estas anomalías, a mi juicio: el mal uso que se da al concepto de libertad. Hasta el punto de que se puede ser cristiano y defender cierto liberalismo económico y el libre comercio, por ejemplo. Dudo mucho de que Aquél que expulsó a los fariseos del templo aplaudiera esos conceptos, menos aún si, como hoy por hoy resulta evidente, con ello se condena a la miseria a infinitos semejantes. Medidas las consecuencias de nuestros actos, el sentido común sugiere que algunos debieran ser constitutivos de…, de pecado.

Porque los que en principio pudieran tratarse de sanos conceptos se han convertido en una justificación de facto de políticas que permiten, bajo la escusa de la libertad individual y el derecho a la propiedad privada sin límites, el hambre, la pobreza, la desatención, a más de guerras y conflictos en los que los seres humanos vulgares, los que pisan la tierra, dejan su sangre cada día.

Los Gobiernos, perdón, los gobernantes occidentales, se supone, sirven al pueblo llano del que forman parte. Así legislan en sus democracias pseudo-demócratas en función, entre otros factores, da las demandas sociales, escribiendo sin saber en las páginas de la historia la evolución de la concienciación humana y todos sabemos lo que dictará nuestra historia.

El problema, para quien lo quiera ver que esa es otra (de ahí las inmoralidades que siguen vigentes), tal vez resida en los conceptos. La evolución no es revolución y estas últimas son de otra época; bastante se ocupan los actuales gobernantes en mantener a toda consta las actuales (de hoy y de hace un siglo) estructuras políticas. Bastaría preguntar a todos los habitantes del planeta al respecto de su idoneidad para saber si son justas, para saber si la evolución hacia el libertinaje llamado libertad es justo, para saber hacia qué sistemas debieran de guiarse las diversas legislaciones. Como dije que no quería ser un demagogo, confesaré que sería bastante con que se nos preguntara a los habitantes de “occidente”.

Pero he aquí que en este nuestro primer mundo surge una tremenda paradoja: la mayor parte de la sociedad estaría dispuesta a derrocar, con nombre y apellidos, a los poseedores de las mayores fortunas del planeta, aquéllas que acaparan un porcentaje de riquezas desorbitados, mientras permite que los gobernantes, excusa ideológica de la libertad en mano, no hagan nada porque cese la voracidad económica de esos pocos, reitero, con nombre y apellidos.

¿Quién o qué puede liberal a millones de hambrientos de semejantes golosos, amantes de la gula privada?

Entiendo que las siempre evolutivas conciencias pueden comunicarse entre sí hoy más que nunca (y siempre menos que mañana) y sé también que los seres humanos necesitamos de un líder para ponernos en marcha. No sé si el líder que pudiera obrar el milagro de acabar con la pobreza real surgirá en el siglo XXI, o si éste será una máquina de inteligencia artificial huyendo hacia la lógica tras procesar debidamente el resultado de las políticas occidentales, lo que intuyo es que el mundo necesita, cada vez más, de un nuevo Jesucristo que por una vez no pudiera ser manipulado.

viernes, 15 de agosto de 2008

¿realidad?

Tengo ante mi un folio blanco, propiedad del jubilado americano Guillermo Puertas, en el que retratar mi realidad; aquella que por muy sana y justa que sugiera, no deja de ser una versión sesgada a propósito (no dejaré jamás que otros piensen por mí). No dude nunca usted que cuanto prosigue puede perfectamente no ser parte de su verdad. Pero…

¿es por ello una mentira?

Recordaba recientemente Adnama en su fantástico “Como no sabía que era imposible lo hicieron” nuestra fantástica dualidad: el yin y el yang. Yendo más allá: no basta con aplicarnos el cuento, como personas, esa dualidad puede aplicarse perfectamente a la realidad física de cada día. Así una misma realidad pueden ser dos verdades completamente distintas según el yin o el yang con que se contemplen y de quien lo contemple.

Argumento que de por sí resulta suficiente para aprender a perdonar.

Y que dicta también la existencia de más de una verdad de lo mismo. Verdades que algunos ya han alcanzado, ahora falta saber como llegamos a ellas, a conclusiones, el resto. Ora a través de la simple contemplación y análisis subjetivos de la objetiva realidad, ora de la mano del ser superior que nos muestra el camino: un político, un tertuliano, un padre, etc.

Y no nos damos cuenta que dando pasos, esos pasos, perfilamos el dibujo del quien parecemos; también somos quien parecemos ser.

Después está la inteligencia, de cada cual. Pero eso es otra cosa.

Así pues concluyo que es legítimo pensar distinto y que si cree lo contrario también tiene razón.

Lo que no es legítimo es mentir y seguir mintiendo, como hace la clase política día sí, día también. ¿No es eso lo que parece, en general percepción? ¿No creen que en la realidad política uno es el yin y el contrario siempre el yang (cuando son lo mismo)? Otros, cantos de moneda o de sirena.

viernes, 8 de agosto de 2008

es ocho del ocho del ocho y todo es igual

Han comenzado los Juegos Olímpicos de Pekín. Hoy es ocho del ocho del ocho y como bien se ha repetido se eligió el día por ser el ocho el número de la suerte para los chinos, antiguamente conocidos como chinitos, imagino que por eso del tamaño. Pero hoy ya no: China es una superpotencia, la más poblada de largo, que ha de consumir mucho más cada día que pasa (petróleo, por ejemplo). China, en definitiva es ya desde hace algún tiempo, y sobre todas las cosas, un negocio. Un enorme negocio.

Sólo así se entiende tanto agasajo y… tanto silencio.

Cierto es que vivimos acostumbrados a que el tal Juan Carlos y su esposa Sofía (multimillonarios) reciban y/o sean recibidos a/por los mandatarios de los Gobiernos más crueles y déspotas con sus ciudadanos, como los Jeques Saudís, por ejemplo. Es tal ya la costumbre que, más allá de mirar y buscar el auténtico significado de dichos encuentros (para y por dinero, normalmente privado), callamos y otorgamos. No digo ya los monárquicos que permitieron casar la sangre azul de un príncipe con la roja de una roja divorciada. Me encanta esto de que las monarquías se adapten a los tiempos: a ver cuando desaparecen.

En cualquier caso, el mundo, por desgracia, funciona así. Y así llegamos a China. A la China comunista cada vez más consumista. Me hubiera gustado saber qué hubiera sido de estos juegos de haberse celebrado hace dos décadas o tres. En este caso las correspondientes autoridades olímpicas (autorizados para vivir bien, debe ser) supieron elegir el momento adecuado y decidieron cuando vieron que era posible tomar esa decisión, o cuando no les quedaba otra, apostar por Pekín 2008.

No piense usted, y más si es conciudadano olímpico, que tengo algo en contra del Gobierno chino; bueno sí, lo tengo, pero no más de lo que proporcionalmente pueda tener en contra del Gobierno español, francés o ruso. Apuntaré, puestos a hablar de miedos, y como ya sostuve hace tiempo, que, recurriendo al empirismo, quienes me acojonan de verdad son los estadounidenses, su manía imperialista y su negocio perpetuo de exportar la violencia en forma de guerras. Ellos si que asesinan en primera persona, algo que no han dejado de hacer desde que al menos uno recuerde.

Se preguntará usted entonces hacía donde voy. O conociéndome, si me conoce, cuál es hoy la denuncia. La concreta denuncia. Está bien: hoy quiero denunciar la hipocresía. La que “rodea” a estos juegos y con ellos a medio mundo y que se practica, en su grado máximo, en montañas no muy lejanas, no en las montañas chinas.

Juegos olímpicos y política, política y juegos olímpicos: primos hermanos desde el mismo momento en que se convocan los concursos para las sedes futuras. Después no digamos. Sería fácil hablar de Munich, de México y el “Black Power” (con dos cojones, añadiré si se me permite), los boicots a Los Angeles y Moscú (y viceversa), o a Hitler presidiendo las ceremonias olímpicas mientras sus aviones practicaban el como asesinar más y mejor a inocentes, desde los aires españoles y no tan españoles.

Tan fácil como es leer los diversos titulares de los medios (generadores) de opinión privados: “Pekín abre los juegos más politizados” titula ahora mismo un importante diario en internet.

Algunos medios que se atreven a criticar al Gobierno, español, por su condescendencia y falta de denuncia: los mismos que alababan al que servía a Bush. Así no es de extrañar que también en estos juegos la prensa muestre, otra vez más, su increíble (si no fuera porque es cierta) hipocresía. Pero eso es algo normal, es algo a lo que estamos debidamente acostumbrados: la hipocresía del “y tú más”. No me detendré si acaso un segundo en analizar dicho hipócrita fenómeno, contento como quedo de haber repetido el vocablo tres veces en otras tantas líneas. Ya sabrá usted por qué.

A modo de corolario, que es a lo que iba, me detengo en un nuevo concepto: la hipocresía proporcional; es decir: cuanto más grande es el sujeto político más fácil es la denuncia contra él pues sus barbaridades, desmanes e imposiciones lo son ante mayor número de ciudadanos. ¿Acaso en occidente (mirando desde la “República Popular”) no existen ciudadanos oprimidos por motivos ideológicos? ¿Acaso se respetan democráticamente las minorías, o ciertas mayorías? Legislar ad hoc (y en contra) de las justas y pacíficas demandas de ciertos sectores sociales es también proporcionalmente más sencillo. Y políticamente más que proporcionalmente rentable.

Antes de finalizar quiero reconocer que, imagino, ejerceré de buen espectador; valoraré y aplaudiré el esfuerzo y sudor de cada participante; tendré más simpatías por unos que por otros aunque intente evitarlo (soy humano); respetaré la manipulación sociológica del deporte como distracción porque a fin de cuentas es bello ver a la gente sonreír y sentirse feliz por resultados ajenos aunque geográficamente cercanos, por más que ello no aporte sino gasto de unos y más beneficio de otros. Pero lo que más deseo contemplar es el milagro de ver algún deportista chino, al estilo Black Power, apoyando a los suyos. Más aún tras conocer que los deportistas españoles no podrán siquiera con simbólicos gestos, denunciar aquello que parece tan evidente. Y es que está visto que si ejercer la libertad de expresión de la que algunos tanto presumen cuesta dinero, se impone el silencio, y punto.

Son, proporcionalmente, un número insignificante de insignes ciudadanos.

miércoles, 30 de julio de 2008

El rey de reyes y sus bufones

Hay personas que siempre tienen razón: aquéllas que cuando no la tienen, callan. Y aprenden.

Hay otras, personas, que mienten más que hablan; pequeños pinochos (por encontrar una similitud en el cerebro, no en las narices) que faltan a la verdad incluso cuando callan, que más allá de recurrir a la falacia en forma de vocablos, saben también mentir en silencio, usando el lenguaje no verbal, el simbólico. Algunos de estos creen además que pueden disfrazar la falacia con gracietas varias y risotadas esclavas de bufones menores que si algo parecen son clones: no se diferencian en nada del original, el pinocho bufón mayor.

He aquí que en este primer mundo de mierda (ya saben, soy Marxista: “que paren el mundo que me bajo”), en el que la gran mayoría de los gobiernos no son de fiar y la inmensa mayoría de la ciudadanía es vaga, calla, vota y otorga por un plato de lentejas (o de coles de Bruselas que lo mismo da), la distracción y el divertimento, las bufonadas en definitiva, se pagan bien. O muy bien.

Así cuando el rey de los reyes apoyado en un bastón de oro sobre el que presume un crucifijo igual de puro, aquél que coronaba y bendecía monarcas y bajo cuyo yugo se siguen acumulando riquezas aún en el siglo XXI, elige un bufón con el que divertir y distraer a sus fieles, no puede servirse del más gracioso, sino del más rentable. Igual da que el elegido no comulgue o crea vivir en un mundo en el que todo ha de girar conforme su interés personal; si sabe adoctrinar (por más que en cada pirueta esconda un pecado), y llena el palco eclesial, se le sella la itv sin pasar por el taller.

Resulta paradójico que quienes luchan contra el pecado se sirvan del mismo para sus intereses, si bien conociendo la increíble historia de los reyes de reyes, escrita demasiadas veces a sangre y fuego, no resultan tan sorprendente. La humanidad, bien dirigida, es capaz de tragar con todo. Debidamente adoctrinada ni digamos, como aquellos ciudadanos “libres” que compraban el cielo que vendían desde palacio, que creían a pies juntillas en las “increíbles” indulgencias; no podían ser sino estúpidos o haber sido engañados como a humanos, igual que los matadores de toros que justifican el ensañamiento y derramamiento de sangre gratuito con el que someten a sus víctimas.

Retomando el argumento que aquí me trajo, dejando de lado la fiesta… ¿?, recolocó el asunto: el pinocho bufón mayor ya no hace gracia, sus piruetas ya no sirven para camuflar tanta inmoralidad y su comportamiento ególatra asusta; quiere decidir qué nuevo rey ha de ser coronado a la cabeza del gobierno. Su rentabilidad comienza a ponerse en duda, todos sabemos cómo las gastan las multinacionales, no es de extrañar entonces que rumoree el populacho que en palacio buscan un nuevo bufón mayor.

Mientras tanto, y siempre, el rey de reyes como Pilatos, lavándose las manos.

lunes, 14 de julio de 2008

la gula: pecado, no delito

No hace mucho afirmé, sin osadía, no saber qué pasa con los dineros que se pierden en/durante las diferentes huelgas. Hablaba completamente en serio: durante la última del transporte se perdieron 500 millones de euros, dijeron. Quise saber dónde estaban para acercarme a ellos, aunque fuera a oler los billetes, todos juntitos, uhmm… bien ricos.

Esta metáfora de pesadilla - y pese a que el dinero no se pierda, por mucho que insistan: lo más cambia de manos-, confieso, fue inspirada por el tío Gilito, adinerado como pocos, prueba ufana de que la pasta, normalmente, permanece en poder de los mismos durante mucho tiempo: todos personajes de cuento con nombre y apellidos, grandes (¿?) empresarios, ejecutivos agresivos, financieros sin escrúpulos, políticos (que no lo fueron) reciclados, mafiosos (que también y bastantes), etc.

Dudo mucho que alguna de esas marionetas perdiera un céntimo durante los días de la huelga de los transportistas españoles. Y si lo hizo que siquiera lo notará en calidad de vida.

Recuerdo que también insinué que Amancio Ortega tenía la culpa de que sus empresas estuvieran pobladas por miles de trabajadoras y trabajadores mileuristas. Siendo optimistas, porque dudo que ciertas nóminas sean tan altas. Insinué también que si no pagaba más es porque no quería, no porque el Estado no le dejara, ni por estar sometido a algún chantaje. Pienso al contrario, que él somete a sus empleados con unos sueldos de chiste mientras sigue escalando posiciones en la lista Forbes.

Él y otros pocos como él. ¿Ejemplar? No: vomitivo.

Más aún después de escuchar al Gobernador del Banco de España afirmar algo que algunos denunciabamos: “son los beneficios empresariales los causantes, en mayor medida, del aumento del I.P.C, no los salarios”; no se debe sino concluir que mientras unos apilan billetes de quinientos sus empleados sufren para llegar a fin de mes, algunos después de trabajar como esclavos.

¡Cuán escandalosos serán los porcentajes de beneficio para que el propio Gobernador haya llegado a la citada conclusión en pleno periodo de recesión, o crisis! ¿Y acaso en este mundo en crisis, primero y occidental, se ha ido reduciendo el número de multimillonarios?

¿Exagerado? Debo serlo: aquí nadie protesta ni se manifiesta contra los que acaparan fortunas y riquezas, ya sabemos a costa de quienes.

Los beneficios empresariales, denuncio, tienen nombres y apellidos (no precisamente de superhéroes de cómic): los de aquellos que solicitan ayudas legales cada vez que, lágrima batiente, manifiestan que reinvierten sus beneficios (¿todos?) para generar y mantener puestos de trabajo. Sí, por supuesto: puestos de trabajo con los que generar mayor riqueza ¡pero si y sólo si se aseguran un porcentaje alto del nuevo pastel!

Teniendo en cuenta la diferencia entre lo ingresado a fin de mes por los unos y los otros tal vez quepa hablar de nuevos esclavos, con convenio eso sí.

Mientras tanto, en algún etéreo lugar entre el cielo y el infierno: los gobiernos, ninguno de los cuales tose a la cara de estos personajes (o de las multinacionales); al contrario: mientras regulan unos sueldos mínimos de risa con los que éstos puedan seguir forrándose, no ponen ninguna objeción a que el número de dineros que un liberal ricachón pueda acaparar tienda a infinito. Por dos motivos: si aquel cierra el chiringuito para irse con sus millones a follar a otra parte, obliga al Estado a mantener a base de ayudas sociales más parados ex-mileuristas, y porque juntos forman un lobby todopoderoso que pone y quita, no razones, sino personas en los gobiernos que fabrican leyes con las que asegurar la perpetuidad de su especie, aún a costa de otras de genética más pobre.

Bajo el engaño perenne de que son generadores de riqueza (porque lo son también, y más, de pobreza), no es de extrañar que la coaccionada, agasajada y acomodada clase política dé pasos, cada vez mayores, hacia un mundo globalizado donde la posibilidad de intervenir en las políticas económicas locales por los gobernantes locales tiende, al contrario que la riqueza que se genera, a cero.

Si de verdad quisieran erradicar la pobreza, si de verdad los gobiernos creyesen en la igualdad social, sabiendo que por cada millonario hay un millón de hambrientos, ¿no sería más fácil redistribuir riquezas, y si se pudiera mediante una ley universal, no permitiendo esta gula económica de unos pocos?.

Será que el pecado no siempre es delito.

jueves, 10 de julio de 2008

Haciendo historia aprendí...

Lean por favor la siguiente noticia extraída de El Mundo (para evitar suspicacias) de fecha 9 de marzo de 1998 (Gobierno de José María Aznar):

“Un 68% de los votantes de Treviño, a favor de un referéndum para decidir si se unen a Alava

La participación alcanzó el 76,6% de los 919 censados en el Condado

M. VEGA
VITORIA.- Los treviñeses dieron ayer un importante impulso al proceso de desanexión de Burgos al pedir mayoritariamente que se celebre un referéndum sobre esta cuestión. La consulta popular, a pesar de no estar autorizada por el Gobierno, registró una importante participación, Un 76,6% del censo. De los votos válidos emitidos, el 68,14% apostó por la convocatoria de un plebiscito en el que puedan expresar si quieren seguir dependiendo de Burgos o incorporarse a Alava.

El alcalde, el popular Ernesto Argote, dijo sentirse satisfecho con la participación y con el resultado, que hizo suyo. Argote se comprometió una vez más a convocar el pleno en el que se aprobará una moción para reclamar la segregación y que se ponga en marcha la maquinaria legal que la puede hacer posible.

Medio centenar de personas siguieron el escrutinio en la mesa electoral de Treviño. Cuando el presidente leyó los resultados definitivos se desató la euforia, comenzaron los gritos de «Tre, tre tre, Trebiño Araba da» (Treviño es Alava) y los signos de la victoria se elevaron en las manos de los concentrados. Abrazos e incluso lágrimas. «Ya era hora, aquí se ha demostrado que teníamos razón y que la mayoría de los treviñeses queremos que se convoque el referéndum e integrarnos en Alava de una vez», señalaba uno de los portavoces del colectivo Uda, favorable a la desanexión.

Ernesto Argote, más templado, se limitaba a decir que hacía suyos los resultados y que el Ayuntamiento del Condado iniciará el proceso de desanexión.

El otro Ayuntamiento del enclave, Lapuebla de Arganzón, ya aprobó en 1995 y volvió a ratificar el año pasado, la solicitud de integración en Alava.”
...
Fin de la noticia... ¿a qué les recuerda? Me pregunto: ¿quién recurrió entonces al Tribunal Constitucional? ¿Quién amenazó con suspender el Gobierno Municipal?

Lo cierto es que la consulta, ¡convocada por un alcalde del Partido Popular!, tuvo un éxito tal que por un lado desde la Diputación de Burgos y desde la Junta de Castilla León hicieron como que no había pasado nada (¡como permitir la desanexión de un territorio hacia una provincia vasca!) que es como se resuelven los asuntos molestos en política, mientras que tanto el PSE como el PSCL reclaman desde entonces, al calor de los resultados, que se autorice la celebración de un referéndum… vinculante.

Qué cosas, y casos, más curiosos tiene la historia… política. Es más, si tenemos en cuenta que no es la única consulta de este tipo que se ha celebrado en España (si quieren saber de más pidan, o usen el google), no puedo sino concluir que Ibarretxe ha copiado… ¡a un alcalde del Partido Popular!

Pero que no cunda el pánico: en cuanto es el Parlamento Vasco el que propone, todo da un vuelco, se reinterpreta la ley, o se maquilla. Estén tranquilos señoras y señores demócratas porque esto es un referéndum ilegal que no se va a celebrar. ¡Así se construye una patria fuerte y unida!

Es grave que desde el Gobierno de España se afirme con rotundidad (electoral y electoralista) y sacando pecho, sin presunción de inocencia siquiera para la Ley, que la consulta "no se va a celebrar"; les falta añadir "por sus santos cojones", con Zapatero y la Vicepresidenta (¿socialistas?) a la cabeza en cuanto a declaraciones nefastas y con cierto tufillo antidemocrático, a mi parecer.

Más grave y preocupante del estado de salud de la democracia española es que la prensa se haya sumado a la condena previa, sin miramientos: por encima de todo también es su España, la de ellos.

Me reafirmo: Zapatero está haciendo bueno a Aznar, aquel Presidente que recibió a Arzallus en Moncloa, “cedió” un par de transferencias, excarceló a la mesa nacional de HB, acercó presos y habló de movimiento vasco de liberación, al menos durante unos meses. No pensé jamás que un político como el actual presidente tratara "el problema vasco" en clave electoralista.

Es por ello que insisto, hoy de nuevo, condenándose como se van a condenar supuestas intenciones: "persigue la secesión de un territorio de España", dicen, ¡y aunque así fuera!, no siento ninguna simpatía de pertenencia a un país, estado o nación en el que la democracia es un plato caro que se sirve, según las circunstancias, medio lleno o vacío.

Y según a quienes si quiera se sirve.

Desde Saigon, seguiremos informando.

lunes, 7 de julio de 2008

¿Alguien sabe como se para esto? ¡Me quiero bajar!

Que paren España, por favor, definitivamente me bajo. Y no, no es porque esté en contra de la selección española, que no; me alegro por su victoria y más por la alegría de la gente llana, española y aficionada; pero que nadie me pida que salte de contento porque no me sale (y más en democracia, ¿no?). En cualquier caso, no me han traído de vuelta por aquí cuestiones tan pírricas como el fútbol y lo absurdo de que millones de personas boten –de alegría, y se gasten una pasta en celebraciones mientras unos poquitos siguen forrándose y siendo unos auténticos privilegiados (insisto: ¡qué sociedad se crea cuando un futbolista vale y gana más que un médico!). Si me he decidido a salir del escondite es porque me pica y bien me pica la actualidad, política.

Solía entrar al trapo, a menudo. Así que derivé mis escritos hacia aspectos más sociales, buscando cierta generalidad en los planteamientos porque hablar de lo mismo (Euskadi) cansaba y aburría, no sé si a quien pueda leerme pero sí a un servidor, y bastante. Y es que el silencio, dicen, muchas veces también habla. No es el caso de estas líneas, que no buscan charla sino grito y protesta: que paren España, definitivamente me bajo de donde no quiero estar.

Es una cuestión política, mi españolidad (si es que la tenía) dejó de existir definitivamente. Mi amor por los ciudadanos españoles perdurará por siempre, en cambio. No podría decir lo mismo de la clase política; y ahí incluyo también a quienes hacen política desde los medios.

Y voy entrando: ¿alguien es capaz de facilitarme un/el argumento de inconstitucionalidad de la ley de consulta aprobada en el Parlamento Vasco? Parlamento español, por cierto, representante democrático de los españoles que viven en el País Vasco, lo que a menudo se olvida o se justifica: en Euskadi no hay democracia, sus ciudadanos no están preparados… hasta que ganen ellos unas elecciones que sólo entonces lo estarán, sin duda demócrata alguna.
Nadie duda de su ilegalidad. ¡Es ilegal y aún no sabemos por qué! Curioso.

La cuestión, como ven, que aquí me trajo, es la citada ley. ¿La han leído? ¿Entramos en el juego más que semántico de referéndum y consulta? No, me parece que la cuestión va mucho más allá de si esto es crisis, freno o recesión… porque esta ley está escrita y dice lo que dice, no lo que nos dicen que dice. A todos nos han enseñado, no sé si en catalán, gallego o valenciano, que para realizar comentarios de texto antes de nada hay que leerse, el texto ¿o no? Pues bien, tengo la sensación de que si se retiran de los medios las declaraciones de quienes no se han leído la propuesta de ley de marras, nos quedamos sólo con un diez por ciento opiniones merecedoras de ser tomadas en consideración. Y eso que ocupa menos de tres folios.

No puedo entender de otra manera que se hable de inconstitucionalidad tan alegremente, de ilegalidad, de referéndum, de secesión, de cómo se va a impedir la consulta (¡y todavía hay quienes se lo preguntan diciéndose periodistas!), del ejército y de la unidad patria.

Yo me reafirmo: si lo que ha propuesto el Parlamento Vasco es ilegal (y acabará siéndolo), que paren el país, me bajo.

Explicaré mis motivos con un sueño...
... Rodríguez Ibarra, en su época de esplendor tras nosecuantas elecciones ganadas por mayoría absoluta (viva la alternancia tan necesaria en mi tierra y tan olvidada por otros lares) decide consultar a los ciudadanos extremeños sobre si quieren o no, la nueva Central Nuclear que en su Comunidad Autónoma planea construir El Estado; es así como acaba en la cárcel y no me refiero a la de Guadalajara de visitante.
¿Es usted partidario de que un presidente autonómico pueda consultar la opinión de los ciudadanos a los que representa en asuntos como éste? Ciertamente no parece peligroso.
¿Podría afectar el resultado de la consulta a otros españoles que no recibirían luz eléctrica extra? No, porque es una mera consulta.
¿Qué pasaría si el Gobierno insistiera en sus planes de construir la Central constatando directamente a través del voto popular que el 80 por ciento de los ciudadanos de la región no está a favor? Pues estaríamos ante un problema político a resolver, y
¿a qué se dedican los políticos?
Pensar que en este caso soñado el problema es la mera consulta es antidemocrático, fryky y demagogo; y es también la forma de pensar de la clase política: por si la respuesta no es la esperada, o la deseada, se prohíbe consultar y tema democráticamente zanjado. El problema no es consultar, es que si la opinión ciudadana choca contra los intereses "de" los políticos éstos se juegan el puesto.

¿Alguien sabe por qué sería ilegal la consulta soñada?.
¿Qué tiene de inconstitucionalidad?.
La ley de consulta aprobada en el Parlamento Vasco, como la del sueño, no es vinculante (no obliga), es meramente consultiva y por lo tanto jamás afectaría a la entidad jurídica de España.
Dicen que pretende la secesión, sin prueba alguna. Rizando el rizo, si insisten te cuentan que dependiendo del resultado y como consecuencia de éste (argumento muy democrático como se ve) podría favorecerse el inicio de un proceso secesionista y que ello afectaría al resto de los ciudadanos españoles. Ante dichos dogmas (más bien utopías diría yo) espero un argumento judicial: el que asigne intenciones (leyendo debidamente los jueces la mente de los diputados vascos) y las convierta en delito.
He leído también, y unido al decir anterior de supuestas intenciones, que la clave de la ilegalidad está en las preguntas; no sé si en la que es vulgar copia de lo que los diputados sí pueden preguntarse y responder en el parlamento, de Madrid en este caso, o en la interminable segunda. Es ahora cuando busco el decálogo de las preguntas que pueden hacerse en democracia y no lo encuentro. Porque una cosa es que sean absurdas (que lo parecen) y estén sujetas a las razonables críticas políticas y otra que sea ilegal preguntar a la sociedad, en democracia. La realidad es que lo normal, lo democrático, lo sano y lo justo sería que el Parlamento Vasco, como cualquier otro, aprovechara cada jornada electoral para conocer la opinión real de los votantes (más aún en la España de listas cerradas) sobre estos, esos y aquellos temas, sobre todo porque facilitaría mucho el devenir político-legislativo como sucede en las democracia donde sí se estilan las consultas.
Pero vivimos allí donde la democracia es sólo una palabra. Si llegó la transición al fútbol español 35 años después, como dijo el Presidente Zapatero, la transición legal se hizo ciertamente hace tanto, pero la transición a la auténtica democracia está aún en pañales.

Jugando a adivino... apuesto porque buscarán la forma de argumentar que invade las competencias del estado al poder afectar el resultado al ente jurídico-polítco que forman el resto de ciudadanos españoles y por tanto ser sólo el Estado el capaz de convocarlo. Ansío la fórmula mágica porque no encuentro que una consulta no vinculante pueda alterar ente jurídico y político alguno. Qué me expliquen cómo, por favor. En cualquier caso en un mensaje dirigido abiertamente a la prensa libre española, recordaré que decidirá un tribunal elegido por los propios entes demandantes: caso de ejemplar democracia y ejemplo de cátedra sobre la separación de poderes.

Cuestiones verdaderamente políticas y por tanto sujetas a critica, las hay, lo que pasa es que nadie parece estar dispuesto a debatir sobre ello (el momento elegido, la idoneidad de las preguntas...) pero ¿para qué si es ilegal? ¿verdad?
Ilegal, dice el que se apea, debería ser poder referirse a lo aprobado como “Referendum de Secesión” y seguido ir llenando el tanque de combustible… de los tanques, lo que debe unir bastante la ya de por sí Unidad Patria. A un servidor, simplemente le acojona escuchar ese tipo de cosas; han sido muchos y de variados colores los que han mentado al ejército (algunos incluso se confiesan socialistas). Me horroriza más que me tomen por "uno de ellos" cuando con sólo saber leer he podido constatar que en el texto aprobado por el Parlamento Vasco en ningún caso se plantea un referéndum sino una consulta no vinculante: “… aun no siendo jurídicamente vinculante, tiene plena validez política y social para abordar e impulsar el fin definitivo de la violencia, así como para conocer el estado de opinión de la sociedad vasca al objeto de abrir un proceso de resolución definitiva del conflicto político, entre todas las partes implicadas y sin exclusiones”. Siendo éste un primer caso, en el texto se hacen dos menciones más al carácter no vinculante de la consulta. Léalo.
"Conocer el estado de opinión de la sociedad vasca..." ¿a alguien le importa?

Pero en esta España vuestra da igual lo que se diga o escriba, en este caso el viento se lleva más que las voces, también los textos: es un referéndum, es ilegal e independentista. Es inconstitucional y anticonstitucional. Un político sugiriendo una consulta popular, en democracia, nos dicen, es eso. Y además divide a la sociedad. Como siempre, entre los liberales y los rojos, entre los del Atletic, el Alavés y la Real, entre los que ven Telecino o prefieren Cuatro, entre nacionalistas vascos, españoles, o no nacionalistas... La sociedad puede estar dividida en torno a cuantas cuestiones queramos plantear. Y cada vez que se la cuestiona mostrará esa división lógica (cuando todo el mundo piensa igual es que nadie piensa mucho). Y si lo que divide, como dicen algunos, es el carácter político de la consulta, mejor acabamos con este sistema que nos cuestiona políticamente cada años. Algunos confunden la división lógica del sentir de miles de ciudadanos con el civismo. Llevo tanto oyendo hablar de división que a veces creo vivir en otro país; pero no, vivo en Euskadi, saben y por aquí, salvo cuatro hijoputas que todos sabemos quienes son, el resto de la gente convivimos perfectamente.
Créanme, en Euskadi los únicos divididos son los políticos, con Patxi López a la cabeza a la hora de hablar de fracturas, por cierto, dogma socialista que en su boca ya aburre. Si tal aseveración fuera cierta, y viendo los años que lleva acusando a Ibarretxe en primera persona (por algo: es su rival directo) de desvertebrar la sociedad vasca, me preguntaría cuándo se produjo el momento mágico de la división, si podemos dividirnos aún más o cómo se va ahora a dividir lo ya dividido. Preguntas las unas y dogmas los otros políticamente esperpénticas.

La realidad es que la democracia asusta y el papel que están jugando muchos políticos y medios es democráticamente vomitivo. Ya ni de los progres se escuchan las palabas voz y pueblo seguidas. Zapatero, por favor, para un segundo el país que me bajo, pasó, y mucho, de todos vosotros. De ti el primero.

Quiero matizar. No me bajo porque sea en Euskadi o porque sea el Lehendakari, no: es porque no quiero sentir pertenencia a un lugar donde un político que quiera preguntar al pueblo no pueda hacerlo, aun con consultas no vinculantes, aunque cometa con ello una torpeza política, de esas que se miden en votos, no en argumentos legales. Porque es por ahí por donde los demócratas, los que se lo autoproclaman, debieran haber reaccionado: por la política. Bien podrían posicionarse con una respuesta u otra, o bien promulgar la abstención: "Señor Lehendakari esto que consulta es tan inútil que propondremos a la sociedad que no acuda a votar". Si me lo pidieran así, no votaría, que conste. Ese sería un posicionamiento político, legítimo, legal y democrático (que por cierto se usó en el País Vasco durante el “referéndum” de la Santa Constitución del 78 con bastante éxito, lo que a menudo se quiere olvidar). Después cada cual sabría (bien lo saben todos ya) argumentar en función del resultado: si no voto nadie, si votaron muchos, si hubo muchos síes o muchos noes, etc. Del resultado, como se ve, podrían extraerse conclusiones políticas sustentados en la opinión directa de los ciudadanos. No quiero sentir pertenencia a un lugar en donde los políticos están por encima del bien y del mal y sobre todo: por encima del ciudadano.
Puesto a agravar mi malestar me ha dado por pensar, mira que soy masoquista, y al hilo del párrafo anterior, en los hipotéticos resultados: si barre la abstención, definitivamente Ibarretxe delira y cava su tumba política; si la participación es amplia y los ciudadanos responden negativamente, tres cuartos de lo mismo. ¿A qué impedir entonces la consulta si el resultado "no puede" ser otro cuando se tiene a la sociedad, en lo tocante a cuestiones polítcas, de parte (norma básica de todo buen político: hablar en nombre de todos los ciudadanos como si fueran tú y pensaran como tú) y es el que la propone el equivocado?

Creo humildemente que el miedo a la respuesta es la única explicación lógica a esas ansias de convertir lo que debiera ser una fiesta y un ejemplo de democracia del que extraer legítimas conclusiones (como cualquier consulta popular que el político legitimado de turno desee realizar, aunque con ello se la juegue) en un acto ilegal. Y por eso, insisto: María Teresa para el país que este servidor no quiere permanecer en él.

Si los ciudadanos vascos no pueden expresarse por si el respeto democrático de su palabra pudiera algún día futuro lejano tener, o no, alguna consecuencia política para la Unidad Patria: que paren España, que me bajo. Si la clase política española es tan débil que cree que ello es posible y comienza con prohibiciones preventivas: de lo suyo gasta, mientras tanto yo me apeo.

Y me aviso: definitivamente Zapatero, en lo tocante a esta comunidad, ha hecho bueno al Aznar que al menos por un tiempo pactó con Arzallus y legisló un par de transferencias, hablo del MVLN, acercó presos, excarceló entre otros a la mesa nacional de herri batasuna y a algún asesino etarra que volvió a asesinar, y autorizó conversaciones con ETA. No sé qué de distinta tiene la situación actual gestionada por Zapatero, que mucho prometía, de los tiempos, posteriores al desliz aznaril, del plácido Mayor Oreja. El mundo nacionalista democrático sigue, palabra y parlamento en mano, intentando conseguir algo creyendo que es por el bien de los ciudadanos y conforme a sus planteamientos ideológicos, como les hes exigible por otro lado pues para eso les votan sus votantes. El PSOE y el PP, de quienes presumiré el mismo deseo de hacer bien a los ciudadanos, utilizan el "no" constante y el que todo siga igual porque aquí no pasa nada. Esa es toda su evolución, todo su margen de movimiento mientras en esta tierra si algo hace falta es voluntad y movimientos políticos y sociales. Ambos pasan del Estatuto que dicen defender y actúan llanamente por puro electoralismo (leches, como el Lehendakari).
Lo realmente triste es no conocer más que una diferencia puramente formal entre ambos partidos "constitucionalistas", porque diferencia política en lo referido a la situación del País Vasco no hay ninguna, esto sigue siendo el mucha policía y poca diversión. Avances cero, seguramente porque sólo permitirán avanzar cuando sea hacia donde ellos quieran o sólo si son ellos quienes dirigen el avance; antes de ello aún hay que cegar al burro y colocarle la zanahoria. Al tiempo.

Capitulo a parte merece la prensa libre y democrática española, garante de la libertad, que ni protesta ni entra a debatir siquiera los motivos de la supuesta ilegalidad de la ley, sentenciando como ha sentenciado por aclamación. ¡Cómo van siquiera mentar la presunción de inocencia para esta ley condenada sin vista ni juicio!
Sugiero al lector que haga un esfuerzo inaúdito e imagine que el constitucional dicta en favor de la ley y en si ello tendría algunas consecuencias. Nadie sentiría vergüenza por lo afirmado, lo que dicho de paso, sería una auténtica vergüenza.
Además ¿No son los tertulianos, por ejemplo, analistas políticos, económicos y sociales? ¿Por qué si cualquier análisis de la compleja realidad vasca es mucho más certero conociendo su opinión, cuestionada de forma directa, se oponen sin inmutarse? ¿Defender y publicitar las palabras de la persona que mayor número de años de cárcel por terrorismo tiene pendiente de cumplir en España, un tal Trashorras, no debiera de ser también anticonstitucional? En lo que se refiere a los medios: Pedro Jota, para el país que me bajo.

Que en Euskadi en la búsqueda de la paz no se avanza porque la culpa la tiene siempre el contrario político es de cajón; que los poderes públicos debieran de disponer de mecanismos, como les obliga la ley por cierto, para que los elementos de participación ciudadana fueran más amplios, sencillos e influyentes en la vida política, también es de cajón. Que la democracia asusta a la clase política, una evidencia.

Por eso, y no porque sea más fácil estudiar vasco o catalán en Paris o Berlin que en Madrid, definitivamente me bajo de vuestra España (si espero a que alguien paré esto lo llevo claro).

Al fin solo, apóstata y apátrida (y no me dejan darme de baja ni los unos, ni los otros).

martes, 17 de junio de 2008

mundo canino

Leo horrorizado en los medios opositores (ya se sabe) que los recientes días de huelga en el sector del transporte por carretera han costado unos quinientos millones de euros. Esa afirmación, muy periodística –por ser suave, o similares, nos las desayunados sin empacharnos, en este mundo moderno, primero y occidental, entendiéndola como un mal menor, en el mejor de los casos, dado el sistema capitalista del que nos hemos dotado, mientras para otros muchos supone un auténtico desastre del que habría que pedir cuentas, y votos, al gobierno. Hoy toca el que toca, bien pudiera ser en viceversa electoral, que para el caso igual me da.

Nadie nos explica qué ha pasado realmente con esos quinientos millones. ¿Se han evaporado? ¿Quién los ha perdido? Explican algunos que nos los vamos dejando en la pescadería, frutería, carnicería y que a su vez los propietarios de estos comercios se los dejan en los mercados centrales. Es allí, al parecer, donde van quedando los euros, seguramente en billetes de cinco, llega la crisis y se los lleva volando. Obviamente esta última afirmación es una sandez porque sabemos, y muy bien, que el dinero cambia más de manos que de lugar. Esos quinientos millones de euros, hoy, no me cabe duda, están en poder de alguien; es la esencia de la economía capitalista: el dinero cambia propiedad según, entre otros factores, el mágico juego de la oferta y la demanda. No hay límites, uno puede perder más dinero del que posee y ganar más del que pueda imaginar, no dejando de ser ello un concepto de la libertad individual sangrantemente mal entendido y perfectamente propagado.

Existe un ranking repugnante llamado Forbes, viva internet, en el que figuran las mayores fortunas del planeta. Un tal Gates, que debe donar millones a/para causas ”justas” o un tal Buffet que gusta de estar en la luna, son personajes conocidos y admirados. En la lista citada aparece un tal Amancio Ortega que posee la nada desdeñable cifra de veinte con dos… miles de millones de dólares. ¡Me río yo entonces de las consecuencias de la huelga del transporte! En un acto solidario sin precedentes Amancio podría tirar de un poco de calderilla y financiar al pueblo español las consecuencias de estos funestos días de crisis, igual que un vasco paga una ronda de veinte txikitos sin que le tiemble el pulso. ¿Qué piensan ustedes?

Un servidor, provocador –tal vez, y que cada vez que medita sobre estos asuntos más triste acaba, no puede entenderlo. No puedo aceptarlo tampoco. ¿Cuánto gana una trabajadora de Zara? ¿Cómo afronta la crisis? ¿Cuánto dejaría de ingresar Amancio si un día se despertara y dijera: se acabó el mileurismo en mi empresa, sueldo mínimo dos mil euros. ¿A cuantos hogares llevaría una sonrisa, cada mes? ¿Cuántos puestos perdería en el ranking Forbes? ¿Sería más o menos admirado?

Pero tampoco es cuestión de echar las culpas al pobre de Amancio (o sí) que adquirió su fortuna de forma completamente legal. Hay para quienes estos son los hombres-ejemplo, a seguir. Yo digo que para salir huyendo; pero en fin.

El problema es del sistema que se vende oportuno y libre: si te lo sabes montar, te forras. Si ganas un puñado de euros ¡bravo! Porque cuanto más puedas invertir mayor será el beneficio. Dinero llama a dinero. Dinero ahorra dinero: si eres quien debes ser te invitan a comer, a los palcos del Bernabéu, o a putas, de lujo, por supuesto. Nada de ello cuesta un duro ni un gramo de sudor, del que sólo sabrán las pobres mujeres de dios, los camareros y todos aquellos que nacieron para servirte, por menos de mil euros al mes.

Así que mientras una huelga, con toda la legitimidad exigible, cuesta quinientos millones de euros a no se sabe muy bien quien, y el estado se tambalea: se inician arduas negociaciones, se inyecta dinero al mercado en crisis y la oposición intenta sacar tajada, un tal Amancio que no tiene culpa alguna, sigue pagando mil euros de sueldo a miles de siervos y no se tira el largo, ufano, de pagar esta última ronda.

Perro mundo.

martes, 27 de mayo de 2008

sin ser asunto de mi incumbencia

Sé que no es asunto de mi incumbencia pero no resisto la tentación de opinar. Añadiré la coletilla de que puedo hacerlo gracias a la constitucional libertad de expresión que tanto gusta a aquellos que sacralizan la ley por encima de las personas. Y es que ya se sabe que soy un firme defensor del individuo como primer eslabón político-social, muy por encima de los estados, cuyos máximos dirigentes prefieren por normal utilizar el segundón “ciudadanos” que a mi entender anula lo esencial: la libertad individual de cada ser humano. Así el tratamiento que se da a La Ley empieza a parecerse al concepto del pecado que destrozaba la libertad de la persona en períodos pasados que genéricamente denominaré inquisitoriales.

Pero ese sí es asunto de mí incumbencia (porque me afecta como persona humana que soy) y mi propósito, anuncié, es opinar sobre la crisis interna del PP, que no lo es; aunque tampoco habrá quedado mal la reflexión anterior a modo de relleno.

Y no es una burla; es que a mi humilde parecer estamos simple y llanamente asistiendo a una lucha de poder interna, más allá de candidatos al secretariado y presidenciables porque en política todo es factible, entre aquellos que sin duda alguna representan la antigua derecha española y un sector que poco a poco ha ido escalando en la dirección del PP: ahí está el, de momento, apoyo incondicional de los barones a un Rajoy que sin duda tiene intención de adaptar la ideología conservadora a las nuevas demandas sociales que desde la extrema derecha se niegan hasta el punto de ignorar su existencia: los nacionalismos “periféricos”, por ejemplo. O el concepto laico del Estado.

El Partido Popular debe variar el rumbo hacia una modernización de sus planteamientos históricos y evolucionar con la sociedad que si de alguna manera guía su sentir mayoritario es voto a voto. Desde la primera vez en 1977 ya hemos perdido la cuenta de las veces que los “ciudadanos” hemos sido llamados a las urnas por diferentes motivos; así hemos ido entregando el poder político a unos u otros que, escándalos personalísimos a parte, han ido legislando de la forma en que los votos les han ido permitiendo. Si la denominada derecha española cree de verdad en la democracia no puede hacer otra reflexión porque no vale que cuando uno gobierne se arrogue representar a la mayoría de los españoles y cuando lo hace el contrario este legisle en contra del sentir mayoritario. Y después de más de 30 años de votar y votar no se puede ignorar hacia donde han ido derivando los cambios de la sociedad española. La actual sociedad no sería la misma si durante este periodo los gobiernos hubieran sido mayoritariamente conservadores sencillamente porque así lo habría elegido la propia ciudadanía, insisto, voto a voto.

Así pues, más allá de si Rajoy es el candidato ideal, que a mi entender no lo es, estamos asistiendo a una lucha entre quienes insisten en mantenerse en sus inquebrantables e inflexibles planteamientos y en ellos a todo el partido, y quienes de verdad tienen interés en definitivamente variar el rumbo. Aunque lo cierto es que mi concepto ideal de la democracia actual, su sistema representativo y del papel de los políticos diste mucho del que reina, me atrevo a afirmar que una mayoría de los dirigentes que apuestan por estas nuevas vías lo hacen porque creen que es bueno para el partido y porque saben que es también bueno para España: creen en la democracia.

Rajoy ha prometido presentar “su” equipo, ese que ha ido formando durante estos últimos cuatro años mientras aceptaba a su pesar seguir los dictados de la vieja guardia convencido de que le conducirían a una nueva derrota no sólo a él, sino a los planteamientos ideológicos del sector más a la extrema derecha del partido. Bien es sabido que en las prisiones, la forma más segura de escapar es ganándose la confianza del carcelero. Para que no se me malinterprete matizó: no muy distintos caminos deben utilizar los ideales políticos para escapar del aprisionamiento que debe sentirse bajo el peso de otorga la historia, por propia definición, a las viejas ideologías.

Alzados al pedestal de los héroes por España más por los medios que por la sociedad (y no es ahora momento de hablar de éstos) cuando en realidad después de treinta años y una sola gran victoria no se debería de presumir tanto y menos después de algunas hirientes derrotas, Aznar, Mayor Oreja, San Gil, Aguirre, Vidals Cuadras y su séquito tertuliano, intentan a la desesperada y a golpe de efecto mediático suspender al alumno aventajado. Maquiavélicamente poco importa ofrecer espectáculos lamentables como la ínfima concentración ante su propia sede, muestra palpable de que el Partido ahora no es lo primero.

Y aunque no sea asunto de mi incumbencia, debe ser que éstos últimos cuentan sus apoyos como Telemadrid los números de asistentes a las manifestaciones que convocaron sin descanso la pasada legislatura. Y es posible porque de momento no tienen candidato, algo extraño cuanto se acerca la hora de su congreso, ese que ha de celebrarse con los estatutos formales de que ellos mismos dotaron al Partido.

Hasta hoy he tenido poca simpatía por los principios que ha ido defendiendo y practicando el Partido Popular pero también honradamente, les deseo lo mejor.

viernes, 23 de mayo de 2008

un primer párrafo importante

Querría decirle a un millonario; rebuscar hasta encontrar en él un gramo de conciencia para que descubriera la verdad: por cada uno de sus millones (de euros) hay un millón de pobres. Es la máxima del mercado global. Iba a preguntar, después, cuantos millones más pensaba acumular hasta su muerte. O cuantos cadáveres. Y habrá quien me tilde de exagerado, demagogo y rojo; el mundo está de ciegos egoístas lleno. Y de Estados ciegos.

Pero no.

He aquí que, en los pocos minutos de relax que me ofrece últimamente la vida, me vuelvo a visitar algunos blogs de aquellos que dejé después de la campaña para no recrearme con la sangre derramada y veo que ésta, aún hoy más, corre a raudales. Son las 11:56 horas y parece que hoy, la batalla, es en Génova. No sé qué pasará, y me da igual.

No se me ocurre sino retocar el refranero y esperar estar de vuelta, con todos vosotros, pronto: “quien sembró el viento de odio… hoy recoge sus propias tempestades”.

sábado, 10 de mayo de 2008

lo que vemos

Si tenía alguna duda de que los años comenzaban a pesarme la he despejado al poco de conectarme a la televisión digital, convencido por unas minis envidiosas de un sinfín de amiguitas que debaten sobre los contenidos de playhouse disney todas las mañanas. Y ello porque en pocos días he dejado a un lado ciertas lecturas aconsejables que han sido sustituidas por la programación de canales como Historia, Odissey, Natura, Viajar, National Geographic o Discovery Channel. Y punto, normalmente. Y es que contemplativo y en ocasiones hasta expectante ante el televisor, comienzo a parecerme a un aitite –abuelo, sentado sin saber qué hacer frente a la caja tonta, ensimismado ante la cantidad de información que se puede recibir y digerir sin esfuerzo.

No sé hasta qué punto debiera de avergonzarme al reconocer esta nueva adicción, tal vez no sea cuestión de sonrojo pero permítanme que me lo plantee pues a fuerza de ser justo, hasta hace nada odiaba la mayoría de la programación y poco encontraba que mereciese la pena en los canales abiertos y con mis horarios. He de reconocer que por entonces la palabra tele-espectador no tenía una connotación positiva en mi escala. ¡Cómo no evitar entonces cierto sonrojo al reconocer mi nuevo pecado¡

Pues de la misma forma que tampoco puedo contenerme cada vez que intuyo una información sesgada, y es que en televisión utilizando el lenguaje y las imágenes adecuadas se puede manipular con efectividad el mensaje.

La obviedad de una programación dirigida y en ocasiones de dudosas ética y moralidad ha hecho que me haya planteado la utilidad de cierto nivel de censura. No asustarse, de ahí no he pasado. Obviamente la victoria no pasa por censurar contenidos sino por la educación. Esa es la batalla que habría que ganar para que lo dudoso se quedara en cuotas de share ridículas. Sucede al revés y no es de extrañar.

Reitero, ruego me disculpen: no es de extrañar; porque si un canal como Discovery Channel tiene en parrilla un programa como Armas del futuro que presenta aderezado con un buen guión: “el hombre aprieta el gatillo, la tecnología hace el resto” y evita hablar del sufrimiento y las desgracias, del auténtico dolor humano y planetario que supone la simple utilización de una sola de esas armas mortales, Discovery Channel no pretende otra cosa sino que continuar envolviéndonos en la cultura de la guerra, evitando hablar de la muerte algo por supuesto reprobable. Uno sólo dispara, después la tecnología hace el resto. ¿Cuál es ese resto? De nada disculpa que el canal sea norteamericano. Quiero decir con ello que si para este servidor Estados Unidos no es un país a envidiar es por asuntos como el que nos ocupa, entre otros, pero que en este caso la culpa es nuestra, de los telespectadores.

Con el ejemplo tal vez se hayan entendido mis primeras dudas que pronto disipé consciente de que aunque pueda parecer muy recomendable censurar programas de exaltación de las formas más rápidas, eficientes y efectivas de asesinar seres humanos, la única solución digna y libre es que la sociedad repudie, educadamente, dichos contenidos.

Conocedor de los problemas que tienen los ejércitos europeos a la hora de reclutar hombres y mujeres para convertirlos en soldados profesionales, en el caso de que nos ocupa, y pese a la notable influencia económica de lobbies armamentísticos, tal vez aquí en la cuna de occidente estemos más cerca de una programación que busque la paz y el entendimiento en vez del conflicto y negocio permanentes.

Pero éste ha sido un simple ejemplo. Podríamos opinar sobre lo aconsejable de vender un gran coche deportivo a precio asequible denominándolo pepino pro-diversión, pro-adrenalina y pro-excitación mientras el Estado gasta dineros públicos intentando evitar que miles de jóvenes al volante arriesguen y destrocen vidas propias y ajenas; tal vez entonces nos ronde nuevamente la sombra de la aconsejable censura.

viernes, 2 de mayo de 2008

lo que del ultraje extraigo

Los guionistas de muchas películas hollywood-enses que han de retratar el futuro acostumbran a imaginar regímenes con sistemas de gobierno todopoderosos cuyas normas o leyes someten al individuo, mientras unos pocos subsisten libres bajo tierra. Públicas y conocidas son multitud de producciones que, con sus distintos matices, repiten argumentos.

Seguro como estoy de que mientras su sabia mente traduce estos símbolos latinos dándoles significado ha sido capaz de recopilar algunos títulos, no me entretengo y avanzo; aclaro que lo que a continuación expongo no es obra de ningún guionista. ¿O sí?

Una persona mayor de edad, varón y de raza blanca, ha ingresado en prisión para cumplir una pena de dos años y siete meses de cárcel. Dicen las crónicas que en una ciudad española unos jóvenes forcejearon con la policía local hasta que uno de ellos, el luego penado, logró alcanzar la insignia nacional y romperla.

Se abrieron diligencias. El ayuntamiento reclamaba al joven el pago de los setenta euros que costaba el pedazo de tela bicolor. El Tribunal le ha considerado culpable de un delito de ultraje a la bandera. Pagará su delito con la cárcel, amén de la bandera.

Paralelamente un hombre armado con unas tijeras que descosió los tirantes del vestido de una dama, provocando que éste cayera hasta sus pies y que la víctima asomara sus vergüenzas en un acto público, es sancionado como autor de una falta después de que la mujer abandonará el lugar entre risas ajenas, a la carrera.

A sentencias condenatorias, suponemos el dolo (ánimo) probado. El primero con su acción ofendió a millones aunque nadie sintiera el agudo dolor del ultraje, el segundo exclusivamente a una infortunada dama que no supo aguantar una broma pesada. Uno paga con cárcel, el otro casi ni paga.

¡Pobre mujer, doblemente víctima! Y no es un chiste.

Pese a que a uno personalmente se la soplen (y permítanme la expresión pero no encuentro palabras más gráficas), entiendo que los símbolos nacionales deban tener una consideración jurídica distinta, como seña de identidad y libertad de cuantos ciudadanos deseen sentir el calor de la ficticia unidad que bajo legal coacción se impone.

Y aunque el amor no pueda tipificarse (toco madera en su nombre), el respeto a la bandera sí, en su justa medida. No puede ser lógico que por mucho etéreo significado que arraigue en un símbolo, éste tenga más valor que la dignidad de un ser humano. Exactamente igual sucede cuando el honor puntualmente mancillado de una folclórica se paga a cincuenta y una vida, perdón una muerte, a dieciséis.

Cuando un emblema significa más que la dignidad de una persona de las que representa, cuando un estado encabezado por aquellos que se sitúan de facto encima de las normas, supedita al individuo hasta convertirlo en enano al lado de una bandera sin mástil, cuando el honor vale más que la vida: algo falla de base en una sociedad que se dice democrática y justa.

Palabras que acabarán antónimas, Estado e individuo. Hasta entonces, aquellos que renegamos de un amor que no nos calienta, tal vez podamos seguir sobreviviendo en superficie.

jueves, 24 de abril de 2008

un lógico descubrimiento

Cuando abrí el blog no sabía a donde me iba a llevar. Realmente tampoco sabía que hubiera una meta que alcanzar; no tenía ni idea de que en unos meses iba a sucumbir. Porque hoy leo más palabras anónimas que nunca.

Es bien sabido que la mentira quedá escrita en el periódico de mañana (no lo digo yo, lo dice una canción y con eso debiera bastar en este mediático mundo). En serio, la frase es cierta. Cuando una editorial se escribe, o un articulista alucina, siempre es sobre hechos consumados. O casi siempre. ¡Cómo va a ser noticia algo que no ha pasado!, habrá quien piense así. Pero es que cuando está por producirse, fabulan sobre lo que no saben: si tienen el dónde y el cómo, el cuándo se lo inventan, lo moldean a su antojo. Porque hay una ideología (línea editorial) previa que decide trazos y colores a aplicar. Es así como dicen saber más de mí que yo mismo.

Esa prensa que sabe interpretar pensamientos ajenos recuerda a esos estafadores de las cartas que son capaces de decirle a él como será la vida futura de ella (o viceversa), sin conocerla absolutamente de nada, sin haberla visto, sin que siquiera ella echara sus cartas. Así de magos son.

Quien les compra, o simplemente les lee, sabe de sobra el retrato que hallará en según qué páginas o editoriales; sabe la mentira que busca, sobre todo aquellos que gustan de que otros piensen por ellos. Esa elección es sinónimo de libertad, y no criticaré, ni interpretaré, deseos privados.

Me centraré despues de escalar ramas arriba y correr el riesgo de perderme. ¡Pero es que el árbol es tan frondoso, tiene tanto de qué avergonzarse!. Otro día seguiré dando litera-cera a la prensa, articulistas, tertulianos y demás; todos santos de mi devoción, porque dan un juego... (entiéndase la ironía).

Lo que deseo subrayar es mi sorpresa ante esta nueva forma de enfrentarse al mundo político: sin pedrojotas o enrics, sin fedes ni césares, sin francinos ni iñakis, en este mundo mágico de arañitas que no cesamos de tejer la misma red, cada cual a su gusto. La unión hace la fuerza ¿no dicen que internet une?

Y así es. Y con la suma se gana perspectiva, te ahorras tener que escuchar, de boca de quienes algo se creen, barbaridades de una realidad manipulada; ante las burradas propias redactadas en un blog, sin embargo, caben siempre el comentario y el debate, de igual a igual. No vivimos de ello. Ni para ello. No hay hipoteca más allá de la conciencia de uno mismo al escribir.

Direis que también entre nosotros, muchos consumimos información sesgada, que elegimos la fuente que nos cuenta las cosas como las queremos oir. Tal vez, pero cuando uno enciende el ordenador y se encuentra contigo, con él, con unos y otros, se da cuenta de que no necesita de lúnaticos que le hagan un mal dibujo de la realidad y de que tiene ante sí decenas de escenas diferentes que forman toda una.

lunes, 21 de abril de 2008

Mariano, Esperanza, eutanasia y hasta Rosa Díez.

Uno no sabe muy bien a qué están jugando en el partido popular.

Tras el sock electoral, y bajo los efectos analgésicos del aumento de escaños, parecía que no había reacción, ni autocrítica; y Rajoy desapareció. Con el paso de los días la medicación fue perdiendo efecto y cuando Zapatero renovaba el alta de los canales digitales de Moncloa para cuatro años más, el dolor ya era agudo en el corazón del partido popular.

Así el candidato, no sabemos si tras visitar a algún primo médico, volvió con un diagnóstico y unas recetas. El tipo de enfermedad se puede imaginar, aunque entendemos que en política (y en democracia) un enfermo no tenga que hacer públicas sus dolencias.

El tratamiento consiste, y eso sí lo sabemos, en tratar la infección de forma que se eliminen los virus más violentos y que nuevas células regeneren nuevos tejidos. La oposición rebasó demasiadas líneas rojas la pasada legislatura (que es como exigirle demasiado a un sincero corazón político que se precie) y es paradójicamente Rajoy quien propone cambiar la política de su partido, esa que todos pensábamos que era su política de partido. Nos encontramos con un Rajoy hoy, oposición de quien él mismo era hace unos meses.

Es evidente, además, que existe en el seno del partido quienes no comparten el diagnóstico y abogan por extirpar, como única esperanza. Son el sector contento con la oposición practicada quienes desde dentro, desde las ondas y desde alguna piscina pública, exigen otra vuelta de tuerca y tantas como consideren que hagan falta antes de que España acabe de resquebrarse. No se andan con chiquitas, sabedores –dicen, de que la militancia de base está con ellos; bueno, con Esperanza que es, por cierto, la única primera espada que asoma entre las filas de dicho sector. El resto de cabezas pensantes parece provenir, como queda dicho, del sector mediático por todos conocido.

Si la Doña cuenta con las bases Mariano cuenta con el apoyo del aparato (de su aparato) con la ventaja que ello supone: parte y reparte, sólo falta ver si ello será suficiente para llevarse, ya se sabe, la mejor parte.

Las espadas, en cualquier caso, están en todo lo alto; si no ¿a santo de qué está Rajoy otra vez de campaña, esta vez por las sedes populares de provincias? y ¿por qué no acaba de deshojar Esperanza la margarita?

De partida que Rajoy haga oposición del tipo de política que él mismo ejerció hasta hace escasos días no deja de ser tan mal guión como que Esperanza necesite de sus medios, y por efecto rebote de los ajenos, para plantarle cara ante su próximo congreso nacional. Un guión que sólo Valle Inclán podría retratar sin perder ninguno de sus múltiples matices.

Imagino que de salir victoriosa la lideresa (extirpado y transplantado el corazón popular) y alejada como está del Congreso de los Diputados, sus acólitos tertulianos tendrán para cuatro años más de ejercer la oposición. Visto que sus dardos envenenados no hacen sino volverse contra sí mismos una y otra vez, no sería tan mal negocio para la izquierda, en condiciones normales.

Si continua Rajoy y aplica sus nuevas recetas al enfermo popular pudiéramos encontrarnos una legislatura más sana que la anterior, con debate de ideas, contenidos y menos juegos de artificio; es presumible, y preferible para este servidor (sin que eso signifique nada en particular): entiendo que su propuesta pasa por rebajar el nivel de crispación y dedicarse más a hacer política y si es así lo aplaudo. No olvido el papelón que, como él mismo ha insinuado, le tocó interpretar estos últimos cuatro años, aplico atenuante porque le hicieron estudiar el guión equivocado. Exhimentes, al contrario, no quedaron probadas después de cuatro años de vil oposición sin ánimo de cambio, a la vista de la sentencia que en marzo pasado dictó el más justo jurado popular.
Aún con Mariano ganador y como en toda guerra hay vencidos, siguiendo el dictado de sus recientes palabras y tal vez hertzianamente obligados, si no son debidamente enjauladas las fieras derrotadas, podrían tomar la senda del Partido Liberal empeñados como están algunos en resucitarlo, pudiendo disponer de tiempo bastante hasta la próxima gran cita electoral para probarse ante la opinión pública. Sería como si la doctora Esperanza aplicará la eutanasia al escuálido paciente, sin permiso de sus más cercanos familiares. Y ella lo sabe.

Muchos sueñan con una derecha dividida en dos, con un partido conservador (popular) y otro liberal, diría que la gran mayoría social de izquierdas se frota las manos sólo con imaginarlo. Otros sueñan un mismo final, por motivos distintos. Hay alguien que saca pecho y abre puertas apoyada en la extrema derecha que ha encontrado en ella un referente: Rosa Díez, siempre con la caña echada buscando bocado que llevarse a la boca para, sea como sea, subsistir. Está preparada ya la plataforma.
Recuerdo que ya en su día Oreja y Redondo creyeron ser Dos hombres y un destino y acabaron (políticamente) como Butch Cassidy y Sundance Kid en la ficción: acorralados y abatidos (y que me perdonen Newman y Redford por el ejemplo). Sería curioso contemplar a Esperanza y Rosa convertidas en las nuevas Thelma y Louise, años después y en distinto lugar, repitiendo la historia y calcando el final (y que me perdonen también Saradon y Gena Davis).
Desde Saigon seguiremos informando.

viernes, 18 de abril de 2008

más motivos de vergüenza

Estoy cansado de Dios y de sus inventos, en especial un género humano. Existen infinidad de especies, de entre los seres vivos, en los que al contrario que en la familia humana, la hembra domina, así como en múltiples tribus y sociedades sapiens aunque sean las menos. Las hienas acosan, derriban y devoran con ética, al menos. Lo digo a colación de nuestro complejo de superioridad.

Pero los hombres tomaron la palabra de Dios, hace siglos, sobre el mundo moderno occidental, y la modularon a su antojo. Después conquistaron el mundo y expandieron su machista dominio geográfico. Ya tenían el político, el económico, el religioso, ya lo tenían todo, los hombres.

Siguieron siglos dominando, pese a cagarla siempre, o casi siempre. Y ellas seguían allí calladas, sigilosas, entregándose engañadas. Algunas despertaban, otras eras excepciones que confirmaban que áquellas regla tenían y que parían. Y que sin ellas el mundo habría quedado vacío hace muchas centurias.

Las que eligieron imitarnos se equivocaron. El mimetismo tampoco resultó como resulta en el sabio mundo animal, irracional. Decían.

Y así durante y durante y durante. Hasta el último tercio del siglo XX, cuando la mentira machista empezó a quedar en evidencia con luces catódicas y con ondas. Y comenzó a extenderse por el mundo, desde este occidente moderno, el poder del sentido común: curaban, escribían y describían, mandaban, ingeniaban, luchaban y gobernaban como mujeres, no como hombres. Sí, con los hombres: una de ellas me recordó entonces que el mejor desprecio era no querer despreciar.

Sólo porque era justo.

Alguna isla de papel, alguna radio, todos cuantos quisieron pudieron retratarse y vagar por las sombras masculinas de la sinrazón y el sinsentido, sin espejo ante el que mostrarse, en pleno siglo XXI.

Nadie les guardaría rencor, si quiera sentirían por ellos una gran lástima, consolados con el mismo Dios que seguía con el dedo señalándoles, entregándoles palabras dictadas que manipular de nuevo. Para engañarse a sí mismos y aún a muchas.

Quedará enterrada en la historia esta vergüenza del género masculino, hay motivos de optimismo y de esperanza.

martes, 15 de abril de 2008

Ser algo o ser alguien

Ahora que el tiempo ha pasado, aún poco, recuerdo cada una de las veces que Ama me preguntaba qué quería ser de mayor. Quería ser lo que no soy: médico (para ir a África –que no sabía donde estaba-, y curar a los pobres niños negritos). Esos deseos, en cualquier caso, eran propios de un pre-adolescente que crecía feliz por fuera e inquieto, algo preocupado por su encaje en el mundo, por dentro. Aunque ese niño fuera yo.

Amatxu siempre creyó que podría llegar a ser médico o ingeniero si me lo proponía, igual que quiso que, llegado el momento de acceder a la universidad, estudiara dos carreras a la vez. No acabé ni la primera como para haberme matriculado en la segunda.

Se podría deducir de mis palabras que no soy quien quise ser, o que no conseguí ser quien Ama quería que fuese. Nada más lejos de la realidad, en cambio: siempre supe que se es como es uno pero también como los demás te ven. Especialmente avaricioso no he sido, ni egoísta. Más bien de fácil y sereno conformar. Espero haber dado esa imagen durante todos estos años que llevan, mis cercanos, aguantándome.

Así que desde siempre me importo más ser alguien cada momento que tener que esperar a serlo en el futuro. Tal vez porque siempre creí en mí, aún cuando no me gustaran ni mis hechos ni mis palabras.

Después de médico, ya hecho un adolescente y tal vez cuando/porque supe lo que es un médico, quise ser feliz. Amatxu, que me seguía cuestionando, como a mis hermanos imagino, para garantizar que su hijo quería ser alguien, no pudo ocultar su pequeña decepción. Al principio. Porque no entendía que el camino a la felicidad pudiera ser, a veces, tan recto y tan visible. Igual que difícil de transitar.

Con el tiempo, cuando ya tenía mi trabajo y mi vida más o menos solucionados (verbo muy maternal éste) ambos acordamos que el adolescente tenía mucha razón. Demasiada. ¡Qué bien respondía “quiero ser feliz”! El niño contestaba lo que se esperaba. El adolescente lo que esperaba él y querer ser feliz no era demasiado delito.

Aprendí con Amatxu que no por ser algo se es, alguien. Y que viajar pensando así en “estemundoglobalsigloXXI” tan mediático no es fácil. Ella, con su sonrisa perenne y su cariño perpetuo, siempre me allanó el camino; hoy, aunque siga teniendo esa sensación de incomprensión que muchos tenemos probablemente por cierta afición al martirio vanidoso (¡qué poco nos costaría ser igual de capullos que los demás!), sigo en mis trece de ser alguien, antes que algo, feliz. Por Amatxu y por mí.

martes, 8 de abril de 2008

crazy little thing called El Centro

Entrando al trapo, aún siendo un poco descuidado con la información que recibo en relación a la tormenta, real o ficticia, que tiene lugar en el partido popular, he atendido una tertulia mañanera donde se debatía al respecto. No ha durado más de diez minutos, el asunto en cuestión. Se trataba de una tertulia de las que yo llamo mixtas: aquellas que forman políticos y periodistas, no siendo requisito indispensable acreditar, más allá de la propia profesión de cada cual, lo que realmente se es.

Y parece que me lío, con la definición, pero no: hay políticos que lo son sin serlo, y periodistas ni digamos. Eso quise decir.

Extendiendo la suposición ésta mía podría decir que hay medios de información que no informan, obvio, y partidos políticos que se dicen tal y son cual. Se dicen de izquierdas, de centro o de derechas, lo sean o no. De entre las tres posiciones, no sé porqué, la políticamente, perdón tertulianamente, más correcta es el centro. Y así los partidos todos a pelear por el centro, no importa lo distantes que estén de él. Parece pues que sólo se gana, o se puede ganar, conquistándolo (con lo que me gusta a mí el juego por los extremos aunque luego remate el delantero, centro…).

Sabemos a ciencia cierta que hay dos polos norte y dos polos sur: los físicos y los magnéticos. Así algunos se guían con un compás (brújula) y otros tiran de escuadra y cartabón; los más lo sitúan donde les da la gana.

Atendiendo a ello como cada cual habla de su centro, o de un centro distinto cada día, no puedo sino contemplar estos debates, en ocasiones, como si fueran los propios Faemino y Cansado postulantes, con sus consejos tácticos para alcanzarlo.

Bien podría ser así. Pero sabiendo que ya de origen ni siquiera los propios pseudo-profesionales de la información están de acuerdo en donde está, el centro, no digamos los dirigentes políticos, no puedo sino sentir al escucharles la esterilidad de sus palabras (por no forzar otra cómica metáfora).

Consuela saber que como cada cual camina hacia un lugar distinto al que cree caminar y desde un punto de partida distinto desde el que cree empezar a andar -porque siempre es así desde el punto de vista del enemigo, es difícil que dos ejércitos coincidan sobre el terreno.

Se producen lo más escaramuzas sin interés, como en las tertulias, mixtas o no.

Y así llego a Esperanza, a la que intuí reivindicando a su partido como distante siempre del extremo, como amigo de los homosexuales y enemigo del fascismo franquista y como un bloque con gran sensibilidad social.

¡Como decir que no es así si para muchos lo es!

Presumamos entonces que aquí cada cual retrata la realidad como le place, lo que me lleva a concluir que verdades, o realidades, en política las hay, al menos, tantas como Españas.

jueves, 3 de abril de 2008

buscando mi lugar

Estoy asumiendo un riesgo. Un grave riesgo tal vez. Escribo de espaldas a la puerta, mirando por la ventana de forma que podría entrar mi jefe y toparse con estas letras de frente. Podría incluso estar leyendo ahora mismo: no pienso girarme para averiguarlo (¡mierda que no se refleje nada en el cristal!). Seguiré, del tirón, hasta el final.

Midiendo la categoría humana, ajena.

Porque la miseria está de moda y gobierna el mundo asumiendo el poder más poderoso. ¿Cuánta responsabilidad es exigible a cada presidente y cuanta a sus consejeros y a sus protectores? Honestamente toda al primero: él cede.

Así surgen las guerras, por interés, por presión sin conciencia y debidamente calculadas. Muchas veces he insistido: las grandes empresas y los gobiernos no existen, existen las personas, como existen los muertos por la munición, la enfermedad o el hambre, los muertos por poder. Los beneficios no son abstractos, tienen nombres y apellidos.

Además de escasa categoría humana.

Porque la bondad en la entrega mantiene esperanzado al mundo, al rico y al pobre. Porque detrás de cada grano de arroz hay un rostro y una mano que lo entrega, que cuando vuelve al primer mundo ha aprendido a no sufrir por él, ni por sí, sino que sigue sufriendo por aquellos que dejó, si acaso sólo consolados.

Así surgen la ilusión y la alegría en corazones otrora muertos, de hambre. Gracias a personas desinteresadas, con nombres y apellidos.

Además de una gran categoría humana.

Me queda por averiguar ahora, entre el presidente y quien colabora ¿dónde quedo yo? Tendré que empezar a examinar mi conciencia, antes de que entre mi jefe, el que me paga, por la puerta.