martes, 8 de enero de 2008

Lo que quitan los hombres no lo devuelve dios.

Está dando mucho juego la Concentración a favor de las familias, católicas, apostólicas y romanas, además de cristianas que presididas por monseñores, cardenales y obispos tuvo lugar el pasado 30 de diciembre en Madrid con su correspondiente asistencia.

Quiero aprovechar la ocasión para hacer un inciso y gritar: ¡viva la “blogesfera”! o como quiera se denomine. Con la curiosidad del ser político que soy (a ratos), he leído al respecto bastante. Opiniones como la suya o la mía que, aunque todas partan de las indudables influencias recibidas o aceptadas por cada cual, son muchas veces más interesantes que las vertidas en las tertulias radiofónicas compuestas por personal más o menos amaestrado y previsible, o por aquellos que entre sí se denominan intelectuales.

Pero internet, de momento, políticamente hablando es imprevisible y plural (en un primer momento escribí "democrático"), y no soy más que un humilde ciudadano que intenta tener ideas propias.

En un comentario a un artículo de uno de esos blogs (una lástima no recordar en cual para colocar el merecido enlace, sorry), alguien se preguntaba contra quién tenía que defenderse el matrimonio canónico.

Contra nadie, si acaso contra sí mismo, he concluido. Nunca contra un gobierno. Menos contra la democracia, o contra el pueblo. Hablamos de un sacramento sagrado según el cual el dios cristiano, católico, apostólico y romano “une a dos personas en sagrado matrimonio hasta que la muerte les separe”; es más “lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre”, rezan.

¿Cuándo una política o una legislación humana ha intervenido en asuntos divinos? Al contrario lo divino (y los divinos) siempre ha influído en lo humano, en demasia. Ahí queda la historia.

Pido pues a los católicos que estén tranquilos, por favor. Que no vean fantasmas donde no los hay porque, que se sepa, nadie les impide ser lo que son, ir a misa, administrar sus sacramentos, organizarse a su antojo o predicar que la mujer “parirá con dolor y vivirá dominada por su marido”.

El problema real no es otro sino el pataleo eclesiástico por el poder (fáctico) que progresivamente ha perdido la iglesia dentro de un estado laico. Hay que partir de la base histórica y cercana de los paseos bajo palio del caudillo por la gracia de dios y ver cómo hoy, la máxima figura ejecutiva del estado, no lo es por la gracia de dios sino por los votos de mujeres y hombres, así no se debe nada a la iglesia y sí mucho al pueblo.

La esencia de la democracia según parece no gusta a dios, por eso los súbditos del sustituto divino, el Papa, convocan y protestan una y otra vez esperando el milagro: lo que vuelve a los hombres que dios se lo devuelva.
Y van dados.

6 comentarios:

Desesperada dijo...

hola txantxan! gracias por visitarme, ha sido un placer descubrirte, he estado echando un ojiño a tu blog y coincidimos bastante en la forma de ver las cosas. en esta entrada, por ejemplo, das en la diana: no es que la familia tradicional esté en peligro, ¡nadie quiere acabar con ella! sólo queremos que el resto tengan los mismos derechos

José Enrique Carrero-Blanco Martínez-Hombre dijo...

En primer lugar, el PSOE ha aprovechado la concentración realizada en el día de la familia para intentar movilizar voto anticlerical ya que sus encuestas no le deben ir demasiado bien.

Segundo, creo que se debería de tomar como lo que es, un acto católico para católicos aunque se haya hecho en lugares públicos.

Tercero, peor es que el Estado enseñe valores, cuando la Constitución no lo permite, y así lo ha reflejado la Jurisprudencia constitucional hace tiempo.

Cuarto, peor es que utilice los medios públicos para hacer propaganda. Por regla general, todas las administraciones contratan publicidad que insertan en los medios de comunicación, pero el Gobierno de España se está pasando, nunca vi una administración pública gastar tanto dinero como lo hace, y en la cuatro (no sé en la sexta porque no me llega la señal) a veces la publicidad institucional es mayor que la privada. O, por lo que se ve, ahora le ha dado al republicano Zapatero por ir de monárquico, dando el coñazo con el cumpleaños del Rey en TVE y ahora, coge el relevo un programa para el heredero.

Quinto. Volviendo al tema en cuestión, el PSOE que tanto critica y utiliza la demagogia ahora, cuando la Iglesia criticaba al Gobierno del PP (ejemplo Guerra de Iraq), no es que no criticase a la jerarquía sino que aplaudían e intentaban poner los altavoces.


Creo sinceramente que hemos caido en la trampa. Los socialistas querían desviar la atención de lo que realmente le importa a la gente, la economía, y ha metido en el debate un asunto que no importa.

Bienvenido a la blogosfera

Desesperada dijo...

vaya, juraría que había dejado un comentario! si está y aún no lo has habilitado ignora este...

te agradecía tu visita a mi blog y de paso comentaba esta entrada tan interesante. porque das en la diana: nadie quiere que termine el matrimonio tradicional, sino que se acepten otro tipo de relaciones!

Anónimo dijo...

Hola¡ te he leído en Público, de ahí mi presencia en tu blog. Encantada de haberte encontrado en el mar de la blogosfera¡

Saludos cordiales¡

desahogandome dijo...

josé enrique carrero-blanco...

primero irónicamente... entonces la culpa es de la iglesia por "hacerle" la precampaña al gobierno.

segundo: efectivamente, un acto católico, en un lugar público... en el que han dado consignas políticas, así en plan Jesucristo en la última cena...

tercero: el estado, mejor, que no eduque; así recaiga toda responsabilidad sobre los padres, y la familia. Ahora bien, que tampoco me obligue a llevar el casco, en mis paseos moteros semanales. ¿vale como argumento?

cuarto: yo sí he visto distintos gobiernos gastando pasta y pasta en épocas electorales en "propagandar" sus "aciertos". Pasa siempre. Otra cosa es la forma en que esos anuncios se perciben, en función de que quien gobierne nos agrade, o no.
Algunos en esto no tenemos hipotecas (que no significa por ello tener razón, que conste).

Quinto: cualquier crítica a la guerra es aplaudible. entonces, cabe recordar, no salieron a la calle "en fefensa de la vida", de los miles de vidas desde entonces cercenadas. Es más importante, al parecer, defender el sacramento matrimonial, aunque nadie lo ataque.

No sé si los socialistas querían desviar la atención... pregúnteselo. Ahora bien, es eso hoy posible? de qué estamos hablando? a cambio de qué se venden los medios?

Saludos y abrazos para todos.

José Enrique Carrero-Blanco Martínez-Hombre dijo...

txantxangorri, en primer lugar disculpas por el retraso. Se me olvidó por completo este artículo tuyo.

Contesto:

1º No es que la Iglesia tenga la culpa o no, sino que es el Gobierno el que utiliza sus declaraciones para desviar la atención y movilizar voto anti Iglesia.

2º ¿Dónde crees que se pronunciaron las bienaventuranzas? ¿En el Templo?

3º Eso se lo preguntas a los Magistrados del TC, ¿Te vale la contestación?

4º Es la tendencia del gobernante. Por ejemplo, una manera de "defraudar" la prohibición de la Ley de inaugurar en campaña electoral es que lo hacen oficialmente las empresas.

A qué te refieres con las hipotecas?

5º No vale el soltar una reprimenda por parte del entonces Papa o que la CEE, en sus habituales recomendaciones de voto cuando hay unas elecciones generales, hiciese mención de que se tiene que cumplir la legalidad internacional, y blablabla.

Reitero mis disculpas.