sábado, 5 de enero de 2008

Lindezas bíblicas para niños


Extraído del libro “Biblia para los más jóvenes”, editorial Susaeta, capítulo dos: El Pecado, página 13:

“Después (Dios) dijo a la mujer:
- Multiplicaré tus sufrimientos. Tendrás hijos con dolor y tu dicha dependerá de tu marido, que te dominará.”

Tras serme depositado en custodia por los Reyes Magos, no he podido evitar echar una ojeada al libro antes de proceder a envolverlo en papel de regalo, cosa que aún no he hecho. Así he constatado que se trata de una narración en lenguaje sencillo de ambos testamentos, siendo algunas frases literales de la Biblia original. Manteniendo las dos premisas anteriores, el Nuevo Testamento se convierte en una sola narración que parte de distintos pasajes de los cuatro evangelios para relatar la historia de principio a fin. Así carece de las anotaciones numéricas propias, está dividido en capítulos y los distintos episodios aparecen titulados en negrita; es ésta una tercera premisa común a ambos textos.

Espero que seamos pocos los que suscribamos las palabras de Dios citadas.

Los que no tienen nada que objetar y bajo mi punto de vista queriendo defender lo indefendible, afirman con acierto que el pasaje corresponde al libro del Génesis que obviamente no ha de ser entendido en su literalidad y que hay que tener en cuenta la mentalidad de la o las personas que lo redactaron y el fin que perseguían. No les falta razón, insisto, pues es cierto que cualquier análisis histórico riguroso requiere practicar el sano ejercicio de intentar comprender los hechos a partir de las miradas, sentimientos y credos de sus propios protagonistas y no adaptarlos al gusto.

A este servidor le sorprende sobremanera que en pleno siglo XXI se siga explicando así la increíble metáfora del libro del Génesis y más aún a niños, como es el caso, de ocho años de edad.

Ello me ha hecho recordar que ya con siete años en los Jesuitas leíamos la Biblia y que aprendí lo que era la metáfora allá por primero de B.U.P (14 años). Así durante mucho tiempo creí por igual que Jesús había nacido en Belén una madrugada del 25 de diciembre, como que Caín había asesinado a Abel. Al menos algo más que en los Reyes Magos.

Propongo a la curia vaticana adaptar sus textos a los tiempos y explicar la religión a los niños desde un prisma más actual, más juvenil. Lo del lenguaje sencillo está muy bien, pero sería bastante provechoso que encontraran una nueva fábula que no cargase con contenidos, auténticas cargas de profundidad según qué criaturas, como el citado al comienzo. El antiguo libro del Génesis (y otras lindezas) podrían quedar en standby hasta la Confirmación.

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