jueves, 27 de marzo de 2008

sexo e ideología y sexo

Si no quieres perder el tiempo, no sigas leyendo.
Pongamos una pareja de afiliados a un partido de izquierdas y laico, hombre y mujer (si bien pudiera ser también una pareja de personas del mismo sexo) e imaginemos, mucho es, su amor y su relación sexual.

Pensemos ahora en una pareja de afiliados a un partido de derechas y católico e imaginemos, mucho es, su amor y su relación sexual.

¿Hemos imaginado el mismo amor y la misma relación en ambos casos? Yo no. He imaginado, sencillamente, algo distinto de cada pareja porque imagino personas distintas en cada caso, con circunstancias distintas.

Añadamos algún dato: ambas parejas están casadas e involucradas en diversas tareas, igual de imprescindibles que de poco gratificantes, dentro del partido al que entregan gratis parte de su tiempo desde que tenían 16 años, todos. En ambos casos su afiliación es por motivos puramente ideológicos, ni formales, ni interesados. Son los clásicos afiliados por convicción. Cada cual a su partido.

Las cuatro personas que forman estas dos parejas son, por ejemplo, ellas géminis y ellos capricornios, habiendo nacido todos el mismo año. Trabajan en la misma multinacional, en departamentos distintos, ganan los mismos sueldos. No tienen hijos en ninguno de ambos casos.

Pensaréis que estoy mal de la cabeza por insinuar semejantes sandeces. Tal vez sí, o tal vez no: seguramente lo mío viene ya de atrás; descubriré ahora el misterio pero antes volvamos a imaginar a ambas parejas, su amor y su relación sexual.

Recordemos el sexo que nos gusta y en cómo nos gusta.

Jornada electoral. La parejita de izquierdas acude como interventora al mismo colegio electoral, y mismas mesas, que la parejita de derechas. Sería raro que para la ocasión ambas parejas eligieran una misma vestimenta. El resultado electoral es empate técnico. Conducen ellos camino a sus domicilios, en el mismo barrio. Ni se habían visto, ni se conocían.

Esa noche, cada pareja a su manera, hace el amor (mantiene relaciones sexuales).

Recordemos el sexo que nos gusta y en cómo nos gusta, otra vez. Elijamos de qué pareja nos gustaría formar parte en aras de un mayor goce y disfrute, exclusivo, de nuestros cuerpos y nuestras mentes.

Elijamos la laica de izquierdas o la católica de derechas (no hay más opciones en este caso).

Elijamos.

A estas alturas sólo caben dos posibilidades: haber sido capaces de elegir o no.

Los que hemos sido capaces de elegir –lo confieso, hemos presumido distintos comportamientos sexuales en función de la ideología Sigmund Freud debiera tal vez resolver el misterio pero si es cierto que hay una relación entre la forma de concebir el sexo compartido y la ideología ¿qué fue primero el huevo o la gallina? ¿El instinto o el partido? Tal vez todo ello en su conjunto no sean más que planteamientos de vida distintos.

Os preguntareis a qué ha venido todo esto: sencillamente he leído una estadística según la cual las personas apolíticas y/o cercanas a posicionamientos de extrema izquierda son las que tienen menos quejas de la calidad de sus relaciones. Y hasta casi le he encontrado un porqué, de hecho hice mi elección.

Pero por otro lado quiero estar convencido de que muchos de vosotros, inteligentemente, habéis llegado hasta aquí sin tomar una decisión, unos por considerar la pregunta del todo ilógica y otros sencillamente por no saber posicionarse: a todos, entendiendo la cuestión como completamente absurda, que lo es tal vez, diré que les comprendo, porque esta historia baladí es fruto de una paranoia mal planteada sin duda y que lucro con mis propias palabras; éstas que, para aquellos que entienden que no debiera haber diferencias sexuales por motivos ideológicos, no pueden sino dibujar un final de sexo compartido entre ambas parejitas.

¡Qué mejor manera de pactar para resolver el empate técnico!

10 comentarios:

Gonover dijo...

Y ahora qué comento yo, querido amigo...

Tesa dijo...

Umm no sé. Quizá debería entrar a Youtube y teclear un criterio de búsqueda para poder ver una tanda de vídeos de parejas follando de esos dos perfiles requeridos (igual hasta lo encuentro). Más que nada para comprobar que el Sr. de derechas no se viste de lencería femenina y su parienta lo azota mientras le exige que le lama los pies.
O que la señora de izquierdas se la pase amarrada a la cama mientras su churri le vierte cera caliente vestido con el traje del Barça.
Escenas así romperían tu teoría ¿no?
Vamos que creo saber donde quieres llegar, pero este ejemplo me ha hecho perder la cabeza.
Yo también te visito en silencio
...como las hemorroides del anuncio.

ilu dijo...

Pues algo debe influir, si hacemos una asociación de ideas... de derechas-->creyentes. La iglesia concibe el sexo para la procreación, si ellos siguen esta regla evidentemente el sexo será menos divertido o al menos menos habitual o tendrán 200 hijos. Ahora que lo pienso, nunca he estado con alguien de derechas..

m.eugènia creus-piqué dijo...

Lo he tenido que leer dos veces, lo encuentro complicado, vaya, de pelicula de Fellini.
me posiciono más con ILU, tiene que ser diferente el practicar el sexo entre una y otra pareja por sus convicciones, condones, NO, esta posición tampoco porque es pecado, esto no te lo hago porque es de putas..
Aunque te diré Txan que muchos derechones, de puertas para dentro se lo saltan todo a la torera, he ahí la hipocresía del ser humano.
ILU yo sí estuve con un derechón pero de la derecha más derecha durante un año y fué un amante maravilloso, te diré que el mejor que he conocido.
¡ Cosas de la vida !

Anónimo dijo...

Depende que tan extremo seas. Y los extremos no creo que sean buenos, ni de unos ni de otros. Creo que todo depende de cómo de críen, mejor dicho, de las ideas que te inculquen desde que estas con el biberón (o con la teta en la boca). Creo que en la cama hay que dejarse las ideologías fuera, por lo menos en el sexo creo que las ideas ya las sabemos...si no hay proteccion o traes un churumbele, o pillas una ETS con lo cual, unos y otros habran de cuidarse. En cuanto a la imaginacion en la cama, pues creo que todos somos animales en ella. jeje. Saludos.

Anónimo dijo...

pues yo fíjate que creo que la parejita de derechas da rienda suelta en la intimidad a muchas perversiones ocultas, jejejejejejejeje

Martine dijo...

Estoy convencida que la pareja de Izquierdas hacen juntos lo que la pareja de derecha hace por separado con otr@s, pasando luego por el confesionario como manda el "Jefe supremo"...

Vaya, es lo que yo pienso...

Un muxu Txan.

Anónimo dijo...

La verdad, no está mal la paranoia que planteas...
Sinceramene, no me he posicionado, porque no he encontrado la opción que vería más interesante: que un miembro de la pareja X sea de un partido de izquierdas y el otro de derechas. ¿Cómo nos plantearíamos este caso?

Adnamarrr dijo...

Buenísima tu imaginación como siempre, sin duda y por experiendia comparto lo de las izquierdas por muchas razones. No me parece etica tu propuesta para deshacer el empate técnico...ya dicen que al enemigo ni agua. Ciao caro.

Quebienmesuenatunombre dijo...

Yo no he entendido nada, pero es igual, se trata de una hipótesis ininteligible para todos, probablemente incluido el autor. Pero las hipótesis, sirven para descartar, a sensu contrario, otras cosas por absurdas. Si la hipótesis en si, ya es absurda, habría que descartarla a ella misma.
Pero, intuitivamente puedo decir y digo que, la conclusión que he sacado y que se puede palpar en la vida real, es que, el sexo no entiende de ideologías. Faltaría más que un partido imponga a un afiliado o simpatizante como debe hacer el amor.
El sexo, forma parte de la intimidad. Salvo en las camas redondas, donde la intimidad, sigue existiendo pero en compartimentos no estancos. Fijate que disparate te voy a decir, para encasillados mentales claro, no para personas abiertas de mente. Yo, por ejemplo, prefiero las teorias de la derecha a las de la izquierda que nos gobierna actualmente. Pero, como no soy esclavo de ningún partido y soy libre de pensamientos de partidos rígidos y disciplinados. Soy apolítico, aunque prefiera como un mal menor a la derecha que no a la izquierda. Lo cual no empece, que critique a Aznar y sus errores, uno de ellos, además de su prepotencia en el cargo, fue la guerra famosa de Irac.
Pero, no obstante todo ello, considero el acto sexual libre e intimo. Estoy a favor del preservativo, por supuesto, incluso he utilizado dos a la vez. Pero de ahí, a asertar que todo aquel que usa preservativo es de izquierdas o no es de derechas, me parece tan simple y encasillador, que si eso es política. Odiaré la política, que impide que dos parejas, tres o cuatro, puedan practicar el amor como les salga de sus partes y de su
voluntad. Eso es todo, creo que no hay que llevar las cosas, como alguien dijo, a lugares extremos, sobre todo si quienes teorizan, son personas de carne y hueso, normales, con independencia de sus errores o aficciones políticas. Que eso de la política es un derecho independiente del otro que afecta a la intimidad.
Lo que me temo es que, despues de haberme enrollado, no se me entienda nada de nada. Un saludo.