martes, 1 de abril de 2008

Morir con Dios o vivir con el diablo

Se titula “Aportación de la Iglesia Española a la democracia en España I”, y es un artículo publicado por un tal Monseñor Sebastián a quien no conozco y que se publicita desde la páginas más liberales de España.

Dice:
“Los católicos vieron a Franco como un liberador porque en la zona republicana los estaban matando como conejos. Esa es la verdad”. Son las dos últimas frases del artículo en cuestión con las que justifica los desmanes de la Iglesia durante más de 40 años. Mientras espero impaciente la parte II, la III y hasta la M, no puedo sino asombrarme de la brutal aportación de ideas realizada por el citado clérigo que es, además, cardenal. Y es que mucho antes, en el segundo párrafo incide en que “La Iglesia contribuyó de manera decisiva al establecimiento de la democracia en España”, poniendo dos velas, ya se sabe a dios y al diablo. Primero Franco y 40 años después la democracia: fueron decisivos durante la dictadura (dice) y lo han sido después de la muerte de su caudillo en el establecimiento de la democracia (dice), si bien debieran haber renegado de éste mientras firmaba sentencias de muerte (digo) -no olvidar: matar es pecado incluso cuando el “matado” está maniatado y con los ojos vendados.

Ya en el quinto párrafo, y recordando las dos últimas frases del artículo ya citadas, el susodicho manifestaba: “Y es verdad que la Iglesia tuvo una situación de especial protección jurídica durante el régimen de Franco. Pero no es justo echarnos en cara esa situación sin preguntarnos por qué fue así”.¿Por qué no es justo? Pregunto. Lo dicho, siempre hay un motivo, aunque sea para agasajar a un pecador, con mucho poder, eso sí, o para dar de comer a los conejos.

Y como no es justo, justifica: “… el Gobierno de la República si no impulsaba, sí por lo menos permitía graves y frecuentes agresiones contra la Iglesia y los católicos… (qué manía de incluir a quienes ni pintan ni pintaban nada en la organización interna cardenalicia del clero español) … y en algunos casos hasta ejecuciones”; “durante el primer años (de guerra civil) fueron fusilados … torturados… 14 obispos, 7.000 sacerdotes y un número imposible de precisar de fieles católicos no inferior a 20.000”.

Quiere decir el cardenal que la Iglesia se unió a Franco y a su levantamiento por puro instinto de supervivencia, ese que lo puede todo si atendemos a aspectos mundanos o terrenales (incluso se mata por no morir, siendo un hecho desde el punto de vista ético y moral incluso discutible), pero que nunca debiera haber sido motivo por el que, uniendo sus fuerzas y sus fieles a un ejército primero y a un dictador después, obrara en contra de los principios doctrinales de Cristo.

Porque nada ni nadie podía obligar al estamento católico apostólico a creer en una República por encima de cualquier otro sistema parlamentario, o no, distinto; tenían derecho entonces a seguir predicando su doctrina, exactamente igual que hoy en día. Es más, lo que sucedió desde el 1931 en adelante y que el cura describe como persecución, torturas y asesinatos es ética, moral y cristianamente rechazable. Sin dudarlo.

Pero lo ocurrido a partir del 36 fue que la Iglesia no sólo no puso la otra mejilla sino que se unió a quien pegaba los sopapos más fuertes, áquel al que proclamaron caudillo por la gracia de su dios, jefe de otro ejército igual de asesino, torturador, despiadado y cruel y amigo de sus excelencias Hitler y Mussolini.
Es decir: la República fue rechazable "porque les mataban como a conejos"; la dictadura por contra, "época en que la Iglesia tuvo una situación de especial protección jurídica", no lo fue al parecer. En ambos casos morían hombres como conejos, en el segundo caso al asesino lo pasearon bajo palio. Y dicen (dice) que no tienen que pedir perdón por ello, porque “la Iglesia no promovió el levantamiento”. Ni falta que hacía. Por sus hechos se les conoció después, a los cardenales y a Franco. Y es por ello que les exigiría, si fuera practicante, que solicitaran ese perdón tan ansiado por elegir comer de la mano de un diablo y justificarse, aún hoy, con que el otro diablo, el rojo, era peor. Haberse quedado al lado de Dios, entonces.

Quería hacer finalmente tres consideraciones: La primera es que Iglesia no es la única asociación, organización o entidad capaz de educar en valores éticos y morales por más que lleven presumiendo de ello siglos. Esto lo digo por la frase que suscribe el susodicho: “…la Iglesia contribuyó al establecimiento de la democracia … y con sus enseñanzas y valores morales favorece eficazmente la vida democrática en libertad y justicia”.

La segunda consideración sería preguntar, a éste que no tiene nada por lo que pedir perdón, a qué contribuyó La Iglesia entre los años 1936 y 1975, sino fue a otra cosa que mantener y perpetuar una dictadura que les hacía la vida más fácil, erradicaba el laicismo y hasta prevenía del diablo rojo, doblemente peligroso.

Y la tercera a modo de corolario: aceptando la unión con el bando nacional como respuesta a las atrocidades contra los hombres de la Iglesia cometidas, se legitimaron ante una sociedad profundamente religiosa (mucho más que las sociedades actuales) las mismas atrocidades, por la Gracia de Dios. Y ello, como poco, es para visitar el infierno; allí encontrarán sin duda a muchos de sus antiguos compañeros de lucha.

4 comentarios:

m.eugènia creus-piqué dijo...

Si,si la iglesia contribuyó muchísimo en la democracia..
Mira el tufillo este de iglesia y Franco, es que me pone nerviosa,nunca protestaron durante los asesinatos de Franco, los juicios amañados, el triste garrote vil... que asco me dan Txan,los salvadores de las almas.

Adnamarrr dijo...

Que razón tienes, todo lo eso lo he oido contar, y encima ir bajo palio y ahora hasta han beatificado atodos sus martires de la iglesia...sin comentarios, me pongo mala recordando todo lo que hicierony la cantidad de gente inocente que murió en aquella epoca...
En fin...otra cosa, entre nos, sigue soñando despierto conmigo, yo te dejo...un beso

fritus dijo...

Hola Sr.Txan:
El pasado año 2007 se celebró el triste aniversario del comienzo de un invento que desgrciadamente dura hasta ahora....bombardeos masivos contra poblaciones civiles. Guernika, Barcelona, Madrid...son las bisabuelas de la ex-Yugoslavia, Irak o el Líbano.
No tenían ninguna finalidad militar práctica-no había armas ni municiones-más que aterrorizar al enemigo. En el caso de Barcelona, los raids aereos provenían de Mallorca, dónde había una base con aviones fascistas de la Italia de Mussolinni. Antes de salir de Italia, aparatos y tripulantes fueron bendecidos por Pacelli ( alias, Pio XII-como le gustan a esta gente los nombres artísticos, son como las folkóricas-) por su misión en pro de la lucha de la fe contra el comunismo. De sus vientres cayeron toneladas de bombas que acabaron con la vida de miles de civiles inocentes. Pues eso.

Salud, paz y amor que falta nos hace.

joaninha dijo...

Bueno, la iglesia no es mas que una institución que lucha por sus propios intereses, adornada, eso si, de ética, moral, valores bla bla bla, pero es solo eso.