lunes, 18 de febrero de 2008

Hoy lunes, irreverente pecador

Saldos de mercadillo. Tengo lleno el tenderete, a rebosar. ¡Compré usted oiga! Y no me pregunte de dónde sacamos estas gangas, no descubra, si acaso, que usted me adelantó la pasta. Acérquense, acérquense; que tengo un puñado de hijos que me aplauden y que he de alimentar, no vean qué bien hacen los coros, escúchenlos: ¡uno por dos, uno por dos! Para usted señora, serán tres: ¡tres por dos, oiga! A la rica oferta, a la rica oferta…

Ya que vestimos todos y que todos hemos de comer, verán en cambio, que en mi tenderete todo es más, todo es mejor y baratísimo, oiga. ¡Tres por cuatro, señoras y señores, aquí tres por cuatro! Se escucha desde en frente. "El agosto para los carteristas", insinúa un despistado al que el mercadillo, electoral, le ha pillado en medio. To be continued…

Hoy toca a un servidor, al fin, confesar sus pecados.

¿Ave María purísima? O: ¡ave María, purísima! (nunca lo entendí bien, será lo segundo imagino). Sin pecado concebida, respondo sin entender: la abuela de dios se llamara Inmaculada, supongo. A ver hijo, que te me vas por los cerros de Úbeda, continúa. ¿que continúe? Si hijo sí, da igual que no hayas empezado, tu simple existencia ya es imperfecta a ojos del altísimo. De acuerdo, de acuerdo pero ¿soy hijo suyo, de dios o de mi padre? Es que no lo tengo del todo claro, ¿sabe? ¡Por qué me crearía tan imperfecto!

Tantas cuestiones sin respuesta y aún sin confesar.

Está bien, lo intento, lo intento: no llegué virgen al matrimonio pero no fue culpa mía, lo juro (upsss lo prometo), fue ella que era una diablesa (¡y no vea que bien se lo montaba!, a este humilde pecador); para más INRI lo hacía sin condón ¿El qué? No me haga pecar de nuevo señor de negro, por favor, no me haga blasfemar, que bastante mal me siento (bueno, entonces no me sentía tan mal)…

Después me separé, para rematarla me divorcié. ¿podré alcanzar el sueño eterno a la siniestra de Dios? Es que verán, es posible que también sea un poco rojo, pero solo un poco. No como los rojos de verdad, condenados al averno, lástima que ahora no haya hogueras, descensores directos al infierno, ¿verdad?

¿Le valen estos pecados, señor cura, o necesita más? Tranquilo hijo (¿¡otra vez!?) ya has calmado hoy mi libido, digo la ira de Dios. Te perdono en su nombre. Oiga señor representante, ya que tiene usted mano hay arriba, ¿no podría…? Calla hijo, calla y marcha en paz.

Bueno, vale, pero que conste que en paz, ya vine. En fin… y marcho cabizbajo. No sé si arrepentido.

Tómense estos últimos párrafos, por favor, como una sátira y como tal malintencionados. Es cierto que estas palabras pueden herir las sensibilidades de muchos creyentes. Aún así las subscribo y desde el respeto que exijo a ser también escuchado, encajaré todas las críticas por haber sido, esto sí que lo confieso, totalmente irrespetuoso.

Entenderán también que, como en la comedia actual televisiva, o se exagera o no se vende; da igual que el resultado sea una mierda.

¡San Lunes Atenuante!: un montón de curro encima de la mesa tras un domingo sereno al olor, la brisa y el masaje del mar.

Gran invento esta enfermedad que, curiosamente, sólo ataca a las buenas gentes, las que llenan los cestos de la histórica y pecaminosa por excelencia curia vaticana que ha sabido, durante siglos, convertir las buenas conciencias ajenas en su propio negocio.

Así lo veo, así lo siento. Porque obtienen un beneficio que se nutre de las personas de bien; porque sé que no soy un ser horrible, porque sé amar y puedo llegar a odiar por segundos, porque veo la sonrisa reflejada en mi prójimo cuando nos ayudamos, porque sé dar cobijo y pan al hambriento, por mi esencia, porque odio el pecado y eso me convierte en un eterno pecador, a sus ojos, curiosa paradoja. ¡Porque soy humano!

Por tan poca inspiración: pido perdón.

7 comentarios:

Unknown dijo...

Empezar el Lunes con mucho trabajo no está nada bien, pero empezarlo metido en un confesionario ya es la leche.

La iglesia siempre se ha valido de nuestros miedos para hacer y deshacer a su antojo -¡no comáis carne pecadores!- que más quisieran los pobres que comer carne. ¡No forniqueis, malandrines!- que más quisiera yo, decía cuando tenía 15 años. En fin,... miedo, miedo que es lo que nos hace manejables.

De todas maneras EGO TE ABSOLBO PECATIS TUIS, IN NOMINE...

m.eugènia creus-piqué dijo...

Te has levantado de lo más inspirado, cosa difícil en un lunes gris y lluvioso, por lo menos aquí.
Txan, a pecar toca !
Nos veremos en el infierno !

Los malos malos irán al cielo porque se confesarán y se lo perdonarán todo.

joaninha dijo...

Pues ahí estaremos, a la siniestra del padre, por que aquí la que suscribe, no solo está divorciada, si no que tuvo la osadía de casarse por la iglesia sin ni siquiera creer en el susodicho padre...

Da recuerdos a la brisa del mar, que la añoro mucho...

Un besote ñoño, tal y como tengo el día hoy. MUACC

Anónimo dijo...

Me ha gustado el post, y sinceramente no lo veo irrespetuoso, simplemente una buena sátira.
¡¡Viva la libertad de expresión!!
el que se ofenda que se j.., que se vaya con la conciencia tranquila pensando que es el bueno.
Salud, República y ateísmo.

Anónimo dijo...

Pecador, más que pecador!!!!

El peor de tus pecados (el único más bien) el de empezar un lunes con demasiado trabajo acomulado. Ains, estas ovejillas que se nos salen del redil...

Por cierto, muy bueno. Me ha gustado.

Muxus Txan!

Adnamarrr dijo...

Nada de irrespetuoso darling, has estado super agudo, alguien comentó el otro día; "en estas epocas en la que muchos empiezan sus discursos diciendo yo soy creyente, yo os he decir que yo soy ateo y agnostico y sólo creo en una cosa, en la razón, la razón que lo dirije todo..."y estoy completamente de acuerdo, eres humano, soy humana...sólo estoy casada por lo civil y no importa...sigo siendo humana, sigo siendo yo, y estando bien conmigo misma y eso es lo unico que debe importar...me encantó tu post, en este lunes ajetreadísimo...y como he dicho en mi post "disfruta la alegría"...en canción también es preciosa con el mix de voces.
Un beso

Ispilatze dijo...

"mujer de poca fe...", me decían.
"de poca, no; de ninguna", solía contestar.
Y mira que me equivocaba: tengo mi dosis. fe en la vehemencia de quien se atreve, como tú, a pregonar en alto algunas de sus contradicciones; fe en quien sabe ironizar y hasta sonreír dándole una patada a las santísimas mentiras (quemeperdonenlosfieles).
Macho: "rezaré" a sancucufato para que no te ilumine más la inspiración. Esta dosis de lunes me parece perfecta. Sembrada. Casi magistral. Si por casualidad te inunda más... uff ¿qué va a quedar para nosotros??? jajaja
Enhorabuena. Me chifla. Me solidariza. Me engancha(s).