martes, 22 de enero de 2008

Perro mundo, occidental.

Perro mundo.

Leo ¡quien me manda a mi a estas horas! en la prensa una noticia de esas que desde su origen son una tragedia humana. En este caso además fruto de la sinrazón, de la locura, del engaño, del odio y de la violencia. Y del capitalismo.

El 24 de marzo de 1995, en Rentaría, una furgoneta de la Ertzaintza indebidamente preparada (parece ser que las ventanas eran de puro cristal y rompían con la mirada) fue objeto de una emboscada ruin, colérica y sin sentido.

No sé cuánta gasolina y ácido recibiría el vehículo, lo suficiente sin duda. Conocemos el resultado. Los agentes heridos de gravedad saltaron del mismo como pudieron, tuvieron que desencajar una puerta a golpes mientras ardían sus ropas. Uno de ellos, ya en el suelo, sacó su arma; parece ser que la empuñadura de plástico, quemada, se le pegó en las manos que ardían aún. Jon luchó por su vida con quemaduras en el 75% de su cuerpo. ¿Conocéis a alguien que haya sobrevivido en tales circunstancias? Jon lo logró, sobrevivir. Vivir habrá sido distinto. El resto de agentes también sobrevivieron, así como dos jóvenes que resultaron arrollados por la furgoneta que ardiendo circuló sin control hiriéndoles también a ellos de gravedad.

Detenidos los culpables, recibieron una primera condena de 5 años. Posteriormente el Supremo elevó la pena a diez.

Hoy sin duda hubieran sido muchos más años.

Han pasado ya los diez años y estoy seguro que alguno de los autores continúa en el talego o está por volver cegado por la misma sinrazón.

Entonces, uno de los agentes atacados declaró en la vista, entre sollozos, que no pudo detener a un encapuchado “porque sus brazos estaban ardiendo” y que “sólo pudo verle los ojos”; hoy, el mismo agente ha de volver a pasar por la traumática experiencia de recordar los hechos.

La seguridad social que le lleva atendiendo desde entonces, teniendo diagnosticado un stress post-traumático con trastorno de personalidad que ha empeorado con el paso de los años, ha solicitado reciba la invalidez absoluta, lo que supone una jubilación anticipada con el 200% del sueldo base, como corresponde a un accidente de trabajo por atentado terrorista.

La mutua, que paga, considera que su caso no es un accidente de trabajo.

Así es que diez años después no queda otra que el agente tenga que volver a levantarse y ante otro juez relatar de nuevo aquel trauma. Esta vez en el banquillo de enfrente no hay terroristas, hay una empresa, una empresa privada.

Perro mundo, occidental.

9 comentarios:

Mentalizada dijo...

¿Cómo pueden decir que no es un accidente laboral?? La **** que los parió!!
Cada vez somos más egoístas.

Se me han revuelto las tripas.

desahogandome dijo...

La cuestión no es tanto si es o no, accidente laboral por atentado terrorista. Que también.

Dado el tiempo transcurrido imagino que en estos años habrán cambiado tanto las normas que seguro que la empresa tiene un "resquicio" legal por donde "atacar".

Lo triste es que por puro "capitalismo", el humanismo, la generosidad, la compasión, la justicia social en resumen, pasan a segundo, tercer o cuarto plano.

Este es el mundo que estamos construyendo.

Anónimo dijo...

¿Por qué se dejan estas cosas en manos de una aseguradora? ¿No tiene el Estado dineros destinados a estos fines?

Qué fuerte

Anónimo dijo...

No lo entiendo, no lo proceso. No puedo soportar que sucedan este tipo de cosas. Una vida mutilada, tanto física como mentalmente... Es que no concibo imaginar el infierno por el que esta persona ha de estar pasando.

Ojalá gane el juicio. Ojalá aplaste a la mutua esa. Ojalá tenga las fuerzas suficientes para pasar por todo ese proceso. Y ojalá pueda recuperar, de alguna manera, las ganas de vivir...

LA CASA ENCENDIDA dijo...

Me indigno y no lo entiendo. Cada vez somos menos humanos y más bestias. Este problema lo he vivido de cerca y me supera, lo siento.
Saludos

animalpolítico dijo...

Espeluznante.

Cris dijo...

Es terrible eso que cuentas y lo peor es que no es un caso aislado...es repugnante que todo en este mundo pase por ser cuentión de pasta.

Desesperada dijo...

joder, txan... me he quedado sin palabras

Isabel Burriel dijo...

Coño, qué cabreo me he pillado chico. ¿Cómo alguien puede tener la conciencia limpia después de tomar esa decisión? ¿Tan ruin y asqueroso es el que piensa que se va a ahorrar unos euros?
Vaya mierda de humanos.