Vaya por delante, y para evitar suspicacias (alguna ha habido en algún blog de las cual si puedo daré cuenta), que condeno el terrorismo como medio para alcanzar cualesquiera fin. Hasta allá donde se me exiga condenar.
Con la misma sinceridad manifiesto que no tengo ningún dato objetivo (los de los medios, honestamente, no lo son por contradictorios, así es mejor no creerte a ninguno), para afirmar que los dos últimos detenidos han sufrido algún tipo de violencia, más allá de la proporcionalmente necesaria en cualquier detención; considérese esta úlmima aseveración realizada con plena consciencia y dejar claro que con el sentido común y lógica por argumentos considero necesario que en algunos casos la policía use la violencia como medio represivo. Igualmente afirmo que un porcentaje altísimo de las detenciones, incluidas las de miembros de comandos terroristas, se realizan "pacíficamente".
Vamos, que no tengo ni la más mínima idea de si antes, durante o después de que la Guarcia Civil practicase estas dos últimas detenciones se ha ejercido una violencia proporcionada, o desproporcionada.
Ahora bien, escuchando al ministro Rubalcaba dar las exigibles explicaciones tras conocerse las lesiones que los dos terroristras presentaban, y juzgándolas conforme califican cada una de sus palabras, estoy esperando escuchar a Federico Jiménez Losantos, a Pedro Jota o a otros ínclitos como Migel Ángel Rodriguez, afirmar que existe una conspiración para evitar que se investiguen las torturas practicadas, pues no habrán podido sacar otra conclusión de las palabras del "ministro de los GAL".
Con la misma sinceridad manifiesto que no tengo ningún dato objetivo (los de los medios, honestamente, no lo son por contradictorios, así es mejor no creerte a ninguno), para afirmar que los dos últimos detenidos han sufrido algún tipo de violencia, más allá de la proporcionalmente necesaria en cualquier detención; considérese esta úlmima aseveración realizada con plena consciencia y dejar claro que con el sentido común y lógica por argumentos considero necesario que en algunos casos la policía use la violencia como medio represivo. Igualmente afirmo que un porcentaje altísimo de las detenciones, incluidas las de miembros de comandos terroristas, se realizan "pacíficamente".
Vamos, que no tengo ni la más mínima idea de si antes, durante o después de que la Guarcia Civil practicase estas dos últimas detenciones se ha ejercido una violencia proporcionada, o desproporcionada.
Ahora bien, escuchando al ministro Rubalcaba dar las exigibles explicaciones tras conocerse las lesiones que los dos terroristras presentaban, y juzgándolas conforme califican cada una de sus palabras, estoy esperando escuchar a Federico Jiménez Losantos, a Pedro Jota o a otros ínclitos como Migel Ángel Rodriguez, afirmar que existe una conspiración para evitar que se investiguen las torturas practicadas, pues no habrán podido sacar otra conclusión de las palabras del "ministro de los GAL".
6 comentarios:
vaya por delante que no era necesaria tu primera aclaración. vaya por delante que ni siquiera el terrorista más sanguinario merece maltrato, porque somos diferentes a ellos precisamente porque no ejercemos la violencia de modo gratuito. no tengo datos para saber si esos terroristas se resistieron hasta tal punto que precisaron tremendas palizas. si fue así, me callo. pero, si no, me parece igual de condenable que si fuese al revés.
dicho esto, también me pregunto dónde coño están todos esos que se manifiestan ante el hospital apoyando a los terroristas cuando eta mata a gente por la espalda.
desesperada, ¿dónde están?
Algunos descerebrados lo celebran, pocos.
La gran mayoría están callados y miran para otro lado.
A partir de ahí, es fácil para cuncluir que son gentuza y no hacer ningún esfuerzo por buscar, siquiera, un nexo, un contacto que permita hacerles ver "nuestra" realidad y "su" error.
Porque aunque estén profundamente equivocados, que lo están, ellos no lo creen. Creen que los equivocados somos nosotros.
Lo mismo que nosotros de ellos.
¿hay forma de arreglar esto?
saludos.
En primer lugar, la lucha contra el terrorismo ha de hacerse con la ley en la mano, si se tiene que establecer la cadena perpetua que se establezca, pero que sea un juez el encargado de condenar a cualquier criminal cuando haya pruebas suficientes.
Segundo, se tienen que desterrar de la práctica policial cualquier abuso, desde drogar a cualquier detenido para conseguir una confesión hasta las torturas. Porque, con torturas se puede conseguir una confesión a cualquiera, y es dejarle a un agente la función de juez, y eso no se debe tolerar en ningún estado de Derecho.
En cuanto al etarra ingresado en la UVI tengo serias sospechas de que ha sido torturado para sacarle una confesión. Si no me equivoco cuando registraron su casa en su presencia él no tenía ningún cardenal y horas más tarde ingresa en el Hospital; y si fuera por la detención habría ingresado de inmediato, por contra los sintomas aparecieron unas horas más tarde llevandole al Hospital, y no a cualquier unidad, sino a la de Vigilancia Intensiva. Y, por último, y ya me encabroné con nuestro Ministro de Interior por tomarnos por idiotas, es que presumiese de la confesión por los atentados de la T4. Un ciudadano de la calle puede admitir la comisión de un delito porque la formación jurídica de mucha gente es nula y se tragan la historia de que si confiesas es mejor, pero unos terroristas que confiesen de buena gana, sobre todo cuando no hay pruebas y ETA es una banda que tiene sus abogados y están instruidos para el caso de ser detenidos. Pero ojalá mis sospechas no sean ciertas. Y si es verdad, poco ha tardado el PSOE ha recuperar la filosofía del GAL.
Completamente de acuerdo.
Salud y República.
no creo que se pueda arreglar. es una certeza triste, pero es lo que creo. estamos demasiado separados.
gracias a todos.
En mi opinión igual de triste y denigrante es el uso de la tortura, que vivir en un estado donde, cuanto menos, muchos ciudadanos no despejamos las dudas que tenemos al respecto.
Y dudas razonables.
Abrazos.
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