Como es públicamente conocido el pasado día 26 de septiembre salió a los kioskos (y a la red) un nuevo diario. De izquierdas, dicen y bendecido por ZP. Desde que la información quedó relegada a la opinión (se informa según se opina), la lucha por el control de los medios ha sido feroz hasta llegar a la situación actual en la que se sabe muy bien qué medios están con quien, quienes apoyan, aplauden y hacen propaganda de las diferentes reformas, leyes y medidas que se promulgan desde el Gobierno y quienes, desde las ondas, el papel o un monitor de ordenador ejercen de auténtica oposición, hasta el punto de que, en ambos casos, vale más lo publicado que la palabra de un político.
Existen ya medios que se presentan sin ánimo de engaño, lo que es justo significar, como “Noticias y opinión en la red”. La negrita, vaya por delante, no es mía sino de ellos. En su página principal de la edición de hoy hay 9 enlaces a diferentes noticias, 2 editoriales y 14 artículos de opinión. Ello, siendo llamativo, no necesariamente debiera constituir motivo alguno de crítica. Un par de editoriales pueden muy bien sensibilizar diferentes formas de entender un mismo hecho noticiable y catorce opinadotes ser un síntoma de pluralidad y veracidad informativa; un argumento fantástico para que lectores de cualquier ideología hiciesen click diariamente sobre el enlace que les llevase al paraíso… ¿informativo?
La realidad es que las noticias, pocas, se redactan desde una única visión, sesgada ideológicamente, enfatizando frases sacadas de contexto u ofreciendo argumentos en contra del hecho en sí; no es necesario ojear una de las editoriales para saber muy bien qué se está leyendo. Los firmantes de los 14 artículos de opinión son presentados como ciudadanos ejemplares, como apóstoles serviles que entonan (desafinando para muchos) la misma cantinela.
Sirva este significativo ejemplo para entender el momento en que se encuentra la información en el estado español. No se sabe si las distintas empresas de comunicación montan tanto circo por el afán nada escrupuloso de ganar dinero –en la televisión lo friky y el escándalo apolítico venden más que la calidad, tampoco se sabe si son controladas por los partidos políticos como parte de su aparato propagandístico (que no publicitario, no confundir publicidad con propaganda), ni se sabe, lo que de ser cierto sería infinitamente peor, si son ellas las que controlan a los partidos y a sus políticos.
En cualquier caso se echan de menos auténticos medios comprometidos con la noticia y surgen, no digo que sea el caso del nuevo diario (habrá que darles 100 días), medios generadores de opinión e incluso de ideología. Triste panorama en un lugar donde algunos dicen que viven en auténtica democracia.
Existen ya medios que se presentan sin ánimo de engaño, lo que es justo significar, como “Noticias y opinión en la red”. La negrita, vaya por delante, no es mía sino de ellos. En su página principal de la edición de hoy hay 9 enlaces a diferentes noticias, 2 editoriales y 14 artículos de opinión. Ello, siendo llamativo, no necesariamente debiera constituir motivo alguno de crítica. Un par de editoriales pueden muy bien sensibilizar diferentes formas de entender un mismo hecho noticiable y catorce opinadotes ser un síntoma de pluralidad y veracidad informativa; un argumento fantástico para que lectores de cualquier ideología hiciesen click diariamente sobre el enlace que les llevase al paraíso… ¿informativo?
La realidad es que las noticias, pocas, se redactan desde una única visión, sesgada ideológicamente, enfatizando frases sacadas de contexto u ofreciendo argumentos en contra del hecho en sí; no es necesario ojear una de las editoriales para saber muy bien qué se está leyendo. Los firmantes de los 14 artículos de opinión son presentados como ciudadanos ejemplares, como apóstoles serviles que entonan (desafinando para muchos) la misma cantinela.
Sirva este significativo ejemplo para entender el momento en que se encuentra la información en el estado español. No se sabe si las distintas empresas de comunicación montan tanto circo por el afán nada escrupuloso de ganar dinero –en la televisión lo friky y el escándalo apolítico venden más que la calidad, tampoco se sabe si son controladas por los partidos políticos como parte de su aparato propagandístico (que no publicitario, no confundir publicidad con propaganda), ni se sabe, lo que de ser cierto sería infinitamente peor, si son ellas las que controlan a los partidos y a sus políticos.
En cualquier caso se echan de menos auténticos medios comprometidos con la noticia y surgen, no digo que sea el caso del nuevo diario (habrá que darles 100 días), medios generadores de opinión e incluso de ideología. Triste panorama en un lugar donde algunos dicen que viven en auténtica democracia.
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