Tengo ante mi un folio blanco, propiedad del jubilado americano Guillermo Puertas, en el que retratar mi realidad; aquella que por muy sana y justa que sugiera, no deja de ser una versión sesgada a propósito (no dejaré jamás que otros piensen por mí). No dude nunca usted que cuanto prosigue puede perfectamente no ser parte de su verdad. Pero…
¿es por ello una mentira?
Recordaba recientemente Adnama en su fantástico “Como no sabía que era imposible lo hicieron” nuestra fantástica dualidad: el yin y el yang. Yendo más allá: no basta con aplicarnos el cuento, como personas, esa dualidad puede aplicarse perfectamente a la realidad física de cada día. Así una misma realidad pueden ser dos verdades completamente distintas según el yin o el yang con que se contemplen y de quien lo contemple.
Argumento que de por sí resulta suficiente para aprender a perdonar.
Y que dicta también la existencia de más de una verdad de lo mismo. Verdades que algunos ya han alcanzado, ahora falta saber como llegamos a ellas, a conclusiones, el resto. Ora a través de la simple contemplación y análisis subjetivos de la objetiva realidad, ora de la mano del ser superior que nos muestra el camino: un político, un tertuliano, un padre, etc.
Y no nos damos cuenta que dando pasos, esos pasos, perfilamos el dibujo del quien parecemos; también somos quien parecemos ser.
Después está la inteligencia, de cada cual. Pero eso es otra cosa.
Así pues concluyo que es legítimo pensar distinto y que si cree lo contrario también tiene razón.
Lo que no es legítimo es mentir y seguir mintiendo, como hace la clase política día sí, día también. ¿No es eso lo que parece, en general percepción? ¿No creen que en la realidad política uno es el yin y el contrario siempre el yang (cuando son lo mismo)? Otros, cantos de moneda o de sirena.
¿es por ello una mentira?
Recordaba recientemente Adnama en su fantástico “Como no sabía que era imposible lo hicieron” nuestra fantástica dualidad: el yin y el yang. Yendo más allá: no basta con aplicarnos el cuento, como personas, esa dualidad puede aplicarse perfectamente a la realidad física de cada día. Así una misma realidad pueden ser dos verdades completamente distintas según el yin o el yang con que se contemplen y de quien lo contemple.
Argumento que de por sí resulta suficiente para aprender a perdonar.
Y que dicta también la existencia de más de una verdad de lo mismo. Verdades que algunos ya han alcanzado, ahora falta saber como llegamos a ellas, a conclusiones, el resto. Ora a través de la simple contemplación y análisis subjetivos de la objetiva realidad, ora de la mano del ser superior que nos muestra el camino: un político, un tertuliano, un padre, etc.
Y no nos damos cuenta que dando pasos, esos pasos, perfilamos el dibujo del quien parecemos; también somos quien parecemos ser.
Después está la inteligencia, de cada cual. Pero eso es otra cosa.
Así pues concluyo que es legítimo pensar distinto y que si cree lo contrario también tiene razón.
Lo que no es legítimo es mentir y seguir mintiendo, como hace la clase política día sí, día también. ¿No es eso lo que parece, en general percepción? ¿No creen que en la realidad política uno es el yin y el contrario siempre el yang (cuando son lo mismo)? Otros, cantos de moneda o de sirena.
5 comentarios:
Mi viejo siempre dice que la razón no existe, que solo es cuestión de intereses. Cuanto más interés tienes más razón te crees tener.
El Canuit
Si, parece la general percepción. Además creo que no se trata simplemente de mentir, (que dice la sabiduría popular que "se pilla antes a un mentiroso que a un cojo")sino que desde el principio de los tiempos, aquellos que tuvieron el poder, ocultaron información. Ahora que lo pienso, es una redundancia: tener información que no tienen otros "da poder".
Así que entre ocultismo y mentiras, lo llevamos claro.
Una misma situación, relatada por dos personas distintas que la han vivido, puede ser descrita de forma totalmente diferente. Y ninguno miente seguramente, solo que lo han percibido de manera distinta.
Como dice el dicho:
"en este mundo traidor,
nada es verdad ni mentira,
todo es según el color
del cristal con que se mira"
Un abrazo, siempre te leo
Pero digo yo que algún político se creerá realmente lo que dice ¿no? no creo que podamos medir a todos por el mismo rasero, ten en cuenta que políticos hay miles y como en botica...habrá de todo. Al menos eso es lo que quiero creer.
Un abrazo Txan
Ya lo dijo Ramón de Campoamor: "En este mundo traidor, nada es verdad ni es mentira. Todo es según el color del cristal conque se mira".
Un abrazo
Yeli
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