viernes, 18 de abril de 2008

más motivos de vergüenza

Estoy cansado de Dios y de sus inventos, en especial un género humano. Existen infinidad de especies, de entre los seres vivos, en los que al contrario que en la familia humana, la hembra domina, así como en múltiples tribus y sociedades sapiens aunque sean las menos. Las hienas acosan, derriban y devoran con ética, al menos. Lo digo a colación de nuestro complejo de superioridad.

Pero los hombres tomaron la palabra de Dios, hace siglos, sobre el mundo moderno occidental, y la modularon a su antojo. Después conquistaron el mundo y expandieron su machista dominio geográfico. Ya tenían el político, el económico, el religioso, ya lo tenían todo, los hombres.

Siguieron siglos dominando, pese a cagarla siempre, o casi siempre. Y ellas seguían allí calladas, sigilosas, entregándose engañadas. Algunas despertaban, otras eras excepciones que confirmaban que áquellas regla tenían y que parían. Y que sin ellas el mundo habría quedado vacío hace muchas centurias.

Las que eligieron imitarnos se equivocaron. El mimetismo tampoco resultó como resulta en el sabio mundo animal, irracional. Decían.

Y así durante y durante y durante. Hasta el último tercio del siglo XX, cuando la mentira machista empezó a quedar en evidencia con luces catódicas y con ondas. Y comenzó a extenderse por el mundo, desde este occidente moderno, el poder del sentido común: curaban, escribían y describían, mandaban, ingeniaban, luchaban y gobernaban como mujeres, no como hombres. Sí, con los hombres: una de ellas me recordó entonces que el mejor desprecio era no querer despreciar.

Sólo porque era justo.

Alguna isla de papel, alguna radio, todos cuantos quisieron pudieron retratarse y vagar por las sombras masculinas de la sinrazón y el sinsentido, sin espejo ante el que mostrarse, en pleno siglo XXI.

Nadie les guardaría rencor, si quiera sentirían por ellos una gran lástima, consolados con el mismo Dios que seguía con el dedo señalándoles, entregándoles palabras dictadas que manipular de nuevo. Para engañarse a sí mismos y aún a muchas.

Quedará enterrada en la historia esta vergüenza del género masculino, hay motivos de optimismo y de esperanza.

9 comentarios:

Tesa dijo...

...pero quedan muchos pasos por andar, y fuera de occidente, todos.

Anónimo dijo...

Suelo decir a mis alumnas que se preparen bien, que estudien mucho porque el siglo XXI es suyo. No quisiera hacer aquí una apología de la mujer en el mundo laboral. Nada más una frase a modo de resumen: nos dan ciento cincuenta mil vueltas. Y no lo digo porque sí, ni por dármelas de nada. Es simplemente algo que he venido constatando a lo largo de mi dilatada vida laboral trabajando codo con codo al lado de mujeres.

m.eugènia creus-piqué dijo...

Si que hay mucho por recorrer, pero creo que estamos en ello aunque tardará mucho en ser paritario todo en este mundo, como dice Tesa, fuera de occidente está todo por hacer.

petonets ( muxus )

Geminis dijo...

Queda mucho por andar, pero el paso es firme....las nuevas generaciones femeninas vienen con fuerza y frescura....


Besos.

Anónimo dijo...

Pues yo creo que las que más tenemos por andar somos las mujeres porque no terminamos de decidir qué papel queremos desempeñar

Isabel Burriel dijo...

Tampoco os fustiguéis. Tanta responsabilidad tenemos unos como otros y sí, considero que el futuro será de las mujeres, en el buen sentido, pero tendremos que trabajarlo mucho y nunca jamás, ponernos al hombre de enemigo ni de contrario.
Un beso

Adnamarrr dijo...

Estamos avanzando lentos pero seguros, con paso firme, como bien dices hay buenos motivos de optimismo y esperanza y eso es lo importante...Un beso.

Anónimo dijo...

Yo que estoy siempre con aquella frase en la boca de: "Si quieres llevarte bien con alguien no hables ni de religión ni de política", y vas tú, y ¡toma ya! ¡dos tazas!

Había una frase que decía: "Dios es una enfermedad mental", yo no arriesgaría tanto pero sí creo que es una necesidad, creer, en lo que sea.

Con respecto al tema político sólo diré que si no se coloca el primer ladrillo en la puta vida llegaremos a colocar las tejas de arriba.

Un beso y eso.

Iñigo Azcorra dijo...

Hola, la idea es que el futuro sea de los mejores.