Estoy asumiendo un riesgo. Un grave riesgo tal vez. Escribo de espaldas a la puerta, mirando por la ventana de forma que podría entrar mi jefe y toparse con estas letras de frente. Podría incluso estar leyendo ahora mismo: no pienso girarme para averiguarlo (¡mierda que no se refleje nada en el cristal!). Seguiré, del tirón, hasta el final.
Midiendo la categoría humana, ajena.
Porque la miseria está de moda y gobierna el mundo asumiendo el poder más poderoso. ¿Cuánta responsabilidad es exigible a cada presidente y cuanta a sus consejeros y a sus protectores? Honestamente toda al primero: él cede.
Así surgen las guerras, por interés, por presión sin conciencia y debidamente calculadas. Muchas veces he insistido: las grandes empresas y los gobiernos no existen, existen las personas, como existen los muertos por la munición, la enfermedad o el hambre, los muertos por poder. Los beneficios no son abstractos, tienen nombres y apellidos.
Además de escasa categoría humana.
Porque la bondad en la entrega mantiene esperanzado al mundo, al rico y al pobre. Porque detrás de cada grano de arroz hay un rostro y una mano que lo entrega, que cuando vuelve al primer mundo ha aprendido a no sufrir por él, ni por sí, sino que sigue sufriendo por aquellos que dejó, si acaso sólo consolados.
Así surgen la ilusión y la alegría en corazones otrora muertos, de hambre. Gracias a personas desinteresadas, con nombres y apellidos.
Además de una gran categoría humana.
Me queda por averiguar ahora, entre el presidente y quien colabora ¿dónde quedo yo? Tendré que empezar a examinar mi conciencia, antes de que entre mi jefe, el que me paga, por la puerta.
Midiendo la categoría humana, ajena.
Porque la miseria está de moda y gobierna el mundo asumiendo el poder más poderoso. ¿Cuánta responsabilidad es exigible a cada presidente y cuanta a sus consejeros y a sus protectores? Honestamente toda al primero: él cede.
Así surgen las guerras, por interés, por presión sin conciencia y debidamente calculadas. Muchas veces he insistido: las grandes empresas y los gobiernos no existen, existen las personas, como existen los muertos por la munición, la enfermedad o el hambre, los muertos por poder. Los beneficios no son abstractos, tienen nombres y apellidos.
Además de escasa categoría humana.
Porque la bondad en la entrega mantiene esperanzado al mundo, al rico y al pobre. Porque detrás de cada grano de arroz hay un rostro y una mano que lo entrega, que cuando vuelve al primer mundo ha aprendido a no sufrir por él, ni por sí, sino que sigue sufriendo por aquellos que dejó, si acaso sólo consolados.
Así surgen la ilusión y la alegría en corazones otrora muertos, de hambre. Gracias a personas desinteresadas, con nombres y apellidos.
Además de una gran categoría humana.
Me queda por averiguar ahora, entre el presidente y quien colabora ¿dónde quedo yo? Tendré que empezar a examinar mi conciencia, antes de que entre mi jefe, el que me paga, por la puerta.
12 comentarios:
Como el que te paga entre, lo tienes claro muxaxo !
Ni todos culpables, ni nadie completamente inocente. La responsabilidad es de todos: del jefe (el que te va a cazar escribiendo en el blog), y del último colaborador. Para que una barca funcione (una empresa, el mundo), amigo, tenemos que remar todos...
Estoy con Anam Cara.
Yo tengo fe en el individuo, no en la gente como masa, en el bulto, pero sí en que hay muchos sujetos desinteresados y responsables. De los otros también, claro, pero quiero pensar que la balanza se inclina hacia este lado,no pierdo la esperanza.
Si cada uno de nosotros se dedicara a no dañar al otro en su pequeño círculo de influencia, a obrar a conciencia, pensando en las consecuencias de los actos que tomamos a diario...
(Pero no. Eso, lamentablemente, es la excepción. Sólo unos pocos lo hacen.)
¡Saludos!
Hace tiempo que me planteo cosas parecidas. ¿Qué hago yo? Pienso que nos quejamos mucho pero hacemos poco, o nada...
Poco a poco creo que voy creciendo en este ámbito, y poco a poco va aumentando en mí el sentido de la responsabilidad ante todo, no sólo ante mi pequeño mundo.
Algo haré.... espero.
Si las personas no dejamos de jodernos la vida mutuamente nada va a cambiar.
Yo tengo un primo de derechas, y dice que es de derechas porque para triunfar en esta vida tienes que ser un cabron.
Si esta mentalidad no cambia en esta gente no hay nada que poder hacer.
Salud y República
Jose, tu primo será un cabrón (que no lo sé), pero no es un cabrón por ser de derechas. Yo también lo soy y no pienso así.
Por otro lado conozco gente que, con independencia de su signo político (si lo tienen) piensan más o menos igual.
Es muy dificil medir la categoria humana, muchos saben muy bien hacer su papel y mientras fastidian todo lo que pueden a algunos, se creen salvados porque aportan donativos a ONG's pagando muchas veces así su remordimiento de conciencia.
Es muy dificil ser bueno del todo y tambien ser malo del todo, pero como decís no intentemos joder al vecino porque a la vez, además, nos jodemos a nosotros mismos.
Hoy un beso especial y ya me voy a dormir. Ciao.
Hace días que iba a venir a verte, y me encuentro con alguien muy comprometido con los intereses del hombre y la justicia. (Lo que me había perdido).
Sueño con que se solucionen los problemas del hambre y de las guerras, pero creo que la gente que no ocupamos cargos gubernamentales, sólo podemos abarcar nuestro pequeños círculos.
Escribes muy bien.
Un abrazo.
Una preguntita que te dejo aquí mismo :)
¿Qué significa Txantxangorri?
Petirrojo
...que me lo ha dicho el Google.
:(
Me imaginé que se te había pasado por alto.
No hay nada que disculpar.
(Lo del beso ha ayudado un montón)
:)
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